Descansa en el abrazo de un demonio

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Capítulo 5 - Sello del alma

Luo Xiao tenía los ojos cerrados, inseguro de lo que estaba sucediendo. No estaba completamente consciente del hecho de que su apariencia había cautivado a Jiang Yao.

Jiang Yao sacudió la cabeza y frunció el ceño, pero no perdió el tiempo. Formó marcas en el aire con su dedo mientras Qi fluía de su cuerpo hacia el sello.

Este sello se disparó hacia la frente de Luo Xiao y aterrizó justo entre sus ojos. Luego entró en su cuerpo y se dirigió hacia su mente.

Pronto el sello rodeó el orbe dorado dentro de su cabeza y parecieron fusionarse.

Luo Xiao sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, y de repente se sintió increíblemente débil. El orbe dorado que previamente había brillado increíblemente brillante se había atenuado, y Luo Xiao se tambaleó antes de ser atrapado en los brazos de Jiang Yao.

"Ah, claro", dijo Jiang Yao, "no te has cultivado antes, así que es natural que te sientas débil cuando el sello se fusiona con tu alma".

Luo Xiao se estremeció. Se sintió incómodo por el hecho de que había hecho tal trato, pero cuando las imágenes de todos los que conocía, medio comidos y muertos aparecieron en su mente, reforzó su resolución.

Este hombre guapo le había prometido venganza. No había ninguna razón para que le prometiera algo a Luo Xiao, ya que la vida de este último ya estaba en sus manos, por lo que si prometió algo, en realidad debe ser sincero.

Vender su alma por una oportunidad de venganza ... ¿Era realmente un mal negocio? Mientras lo pensaba, las manos de Luo Xiao se apretaron con fuerza. Sus uñas se clavaron en su carne, tan profunda que la sangre comenzó a gotear de sus dedos.

Al ver esta reacción de Luo Xiao, Jiang Yao sonrió maliciosamente. Necesitaba un Alma Astral para esa tarea específica, pero nunca había esperado encontrar una de esa manera.

Aunque este Luo Xiao era débil, podía ser entrenado, y era probable que este método produjera resultados aún mejores que cualquier otra Alma Astral aleatoria que encontraría.

Jiang Yao estaba de muy buen humor desde que se encontró con Luo Xiao, pero no dijo nada por el estilo al hombre más joven.

"Quédate aquí", ordenó de nuevo antes de salir de la habitación y desapareció. Luo Xiao no tenía idea de dónde había ido, pero teniendo en cuenta que ya había vendido su alma por venganza, sabía que si huía, su alma se rompería.

De hecho, el sello del alma no era tan horrible como Luo Xiao imaginó. Aunque destrozaría su alma si traicionaba a Jiang Yao, no haría nada si simplemente saliera de la habitación. Salir de la habitación no era lo mismo que traición, pero Luo Xiao no estaba al tanto de esto.

Se sentó en la cama y, antes de darse cuenta, sus párpados se volvieron pesados ​​y se durmió plagado de pesadillas.

Las imágenes de sus amigos muertos y el horrible títere de cadáver púrpura con sus ojos rojos como la sangre y su espeso y nauseabundo olor a sangre persiguiéndolo persiguieron sus sueños. Una y otra vez, la criatura aterradora lo obligó a arrinconarse. Encontró sus manos cubiertas con la sangre de la marioneta y su visión se volvió negra más de una vez.

Se sacudió y giró en la cama mientras gemía y lloraba en voz alta cuando Jiang Yao regresó a la habitación. Por primera vez en muchos años, Jiang Yao no estaba seguro de qué hacer.

¿Debería despertar al niño o dejarlo dormir? Ambas partes tenían ventajas y desventajas. Al final, cuando vio las expresiones agonizantes en el rostro del niño, ya no pudo esperar y se mudó a la cama donde sacudió ligeramente el cuerpo del hombre más joven.