Descansa en el abrazo de un demonio

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Capítulo 20 - Capital

Al llegar al Imperio Chengzi, no se dirigieron directamente a un remoto prado o barranco para encontrar el Anís de Luna. En cambio, se aventuraron hacia el centro del imperio donde se encontraba la capital.

Volaron todo el camino hasta llegar a las afueras de la ciudad, luego Jiang Yao y Ling Mo descendieron del cielo y caminaron por los caminos polvorientos.

Luo Xiao se sintió aliviado. Cuando caminaban, se movían a una velocidad que él podía seguir, pero aun así, Jiang Yao era reacio a liberar a Xiaoxiao de sus brazos.

"Ven, no puedo permanecer en tus brazos para siempre", argumentó Luo Xiao. Pero, Jiang Yao solo se rió, "¿Quién dice que no puedes?" preguntó mientras apretaba más al joven en su abrazo.

"¡Pero tienes cosas que debes hacer!" Dijo Luo Xiao. Pero a pesar de esto, Jiang Yao fue bastante inflexible acerca de no dejarlo ir.

Los grupos de personas con los que pasaron los miraron con curiosidad al escuchar las disputas entre Luo Xiao y Jiang Yao. La expresión de Ling Mo era oscura mientras su mente estaba llena de pensamientos asesinos.

Para él, no sonaba como una disputa, sino como un coqueteo, y no podía soportarlo mucho más.

"¡Bájame en este instante o no dormiré más en tus brazos!" Dijo Luo Xiao, finalmente había decidido amenazar a Jiang Yao. Miró a Ling Mo y vio que la expresión del hombre era pálida, y sus puños estaban tan apretados que sus uñas se clavaron en su carne.

La única razón por la que Luo Xiao se atrevió a usar este argumento como una amenaza fue porque Ling Mo pensó que eran amantes, pero se sorprendió al ver que Jiang Yao lo estaba considerando seriamente.

"Bueno, sinceramente, si quieres dormir en mis brazos o no, no hay diferencia", dijo Jiang Yao lentamente con una voz perezosa y ronca mientras se inclinaba hacia adelante y miraba a Luo Xiao con un brillo travieso en sus hermosos ojos.

Al ver esto, Luo Xiao sintió que su pulso se aceleraba. Su rostro se puso rojo como un caqui maduro, y sintió que el aliento de Jiang Yao le hacía cosquillas en la piel.

"Incluso si te niegas a dormir en mis brazos, ¿eres realmente capaz de evitarlo?" preguntó: "Soy mucho más fuerte que tú, así que solo tengo que agarrarte y no tendrás forma de escapar".

Al ver los ojos de Luo Xiao ensancharse, Jiang Yao se rió entre dientes mientras continuaba hacia adelante, pero luego se detuvo y dejó a Luo Xiao caer de sus brazos. "Aunque podría hacer eso, prefiero que te subas voluntariamente a mi abrazo todas las noches", continuó mientras frotaba el cabello de Luo Xiao íntimamente.

Mucha gente miraba a Luo Xiao y Jiang Yao. Jiang Yao era tan atractivo que todos los que lo vieron sintieron que su cara se ponía roja y no pudieron evitar mirarlo. Era tan atractivo que tanto hombres como mujeres se arrojaban a sus pies donde quiera que fuera. Pero, recientemente, ya que actuar como Luo Xiao era su amante, la gente había dejado de hacer esas cosas porque su relación era obvia.

Si fuera alguien más, entonces la gente no se habría preocupado, pero Luo Xiao era tan delicado y hermoso que se parecía a un hada que había descendido a este mundo mundano.

Incluso si hubiera muchos que quisieran arrojarse a Jiang Yao, todos se compararían inconscientemente con Luo Xiao, y solo entonces se darían cuenta de que en realidad no eran su rival.

Ya que no podían igualar al amante actual de este hombre atractivo y atractivo, ¿por qué dar un paso adelante solo para avergonzarse?

Ling Mo y Jiang Yao se dieron cuenta de esto, pero por lo que Ling Mo estaba furioso fue porque esto afirmaba que Luo Xiao era realmente hermosa más allá de las palabras. Esto hizo que Jiang Yao se sintiera aliviado y relajado. Le gustaba que lo adularan, pero estaba cansado de no poder moverse sin que alguien viniera a coquetear.