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Henry Adams

La frustración de no tener a mi hija y a Emma junto a mi era mucha. Más ahora que se había desatado una guerra con Paul. Se dio cuenta que descubrí que él mató al hermano de Ian y que me quiso echar al muertito. Me habían dicho que su plan era destruirme y quedarse con todo lo mío.

Río. Hasta ahora, nadie a logrado destruir al Lord. Porque, soy indestructible.

Superviso el cargamento que estaba apunto de salir, era todo más difícil porque ahora me había cambiado de casa de seguridad, con Paul como enemigo y Andrew con la información que tiene, desaparecido, no podía arriesgarme.

Mis seis toneladas de cocaína salen para España. Todo el operativo cuadrado por Benson y Matt. Emma me hacía falta hasta en el negocio. Me encantaba verla sobresalir, amaba verla como la mujer líder y chingona que es.

—Señor.... —Se acerca Benson. —Aquí está narrada la información que me pidió. —Dice y tomo la carpeta enseguida leyendo el archivo. Hoy Emma regresaba a clases en la universidad y por lo que escribió mi informante infiltrado, Emma no la pasó nada bien. Le quitaron su beca, la expulsaron, la humillaron. HIJOS DE PUTA. —De Julie lo único que sabemos es que salió de la universidad furiosa para irse con Ian. Viven juntos. Ian le tiene puesto un gran equipo de seguridad. Y... señor... —Exhala. —Le llegó esto. —Dice Benson entregándome otro sobre. Era de Paul.

Lo abro tensándome cuando veo fotos de Julie, de Emma. Ambas con una cruz dibujada con sangre y una nota que decía: "Yo me las cobro con tus joyitas mas preciadas, Lord".

—Señor... lo preocupante aquí no es Julie... ella ya tiene seguridad por parte de Ian y por parte suya, lo que preocupa es Emma que solo tiene a un par de escoltas ocultos, puede ser un blanco perfecto para Paul. —Dice.

—Redobla la seguridad de Emma. Y prepara el auto. Voy a verla y voy a hacer hasta lo imposible para que se venga a vivir a esta casa. Así tenga que obligarla pero nadie va a dañar a la única mujer que me importa en la vida. —Exhalo y Benson me mira.

—¿Le importa? ¿La quiere? —Pregunta.

—Esos detalles no son de tu incumbencia, Benson. Tu has lo que te pedí. —Digo y asiente marchándose.

Miro de nuevo el expediente del video. La persona que había filtrado el archivo era "invisible", había hecho tan bien su trabajo que pese a todo el dinero que he gastado buscando al responsable no he tenido éxito.

TENÍA QUE SER ALGUIEN DE ESTA PUTA CASA. Porque ese video se grabó aquí.

—Señor... ya está listo el auto. —Dice Benson y bebo de golpe mi copa para irme por MI mujer.

Emma

Bart sigue cuestionándome durante todo el camino si me iría o no con él.

—Bart... me encanta la idea pero... no soy de las que le huyen a los problemas. Si me voy todos creerán que con sus burlas me ganaron pero... no. Además no puedo irme de aquí sin arreglar las cosas con Julie. —Digo y el exhala.

—Emma... no quiero... lastimarte más pero... aquí ni una universidad más te aceptará por este escandalo. Ahí, podrás terminar de estudiar, vivirás sin esas burlas... y además estarás con este guapote. —Reímos.

—Déjame pensarlo. —Digo.

—Recuerda que solo tienes una semana. —Se estaciona en la puerta de mi casa donde hay más papeles y cárteles con la palabra "zorra" pegados. Exhala. —No eres una zorra. Nadie puede juzgarte por tu vida sexual. NADIE. —Acaricia mis mejillas. —Y no dejes que te señalen. No dejes que se burlen de ti porque ellos no saben lo maravillosa que eres. —Une nuestras frentes y me mira a los ojos. —Te amo, tonta. —Me dice y lo abrazo con fuerza.

—Y yo te amo a ti. —Lo abrazo. Bart no sabe lo mucho que me ayudó su visita. Él era como una dosis de animo que tanto necesitaba ahora. —Ahora, ve a ese hotel por tus maletas y te vienes para acá. Sabes que mi casa es tu casa. Además, necesito o embriagarme contigo o comerme todo el helado de Nutella que tengo en la nevera. —Digo y ríe.

—Iré por mis valijas y a cancelar la reservación y vendré. —Me dice mientras me bajo del auto. Lo veo irse para buscar sus cosas y regresar conmigo. Exhalo. Entrando a casa ignorando los cárteles.

Voy a mi habitación y me deshago del abrigo, envuelta en llanto. Me tiro a la cama y me abrazo de la almohada, mi día había sido una jodida mierda. Mi vida ahora era una jodida mierda.

Pero no voy a dejar que las circunstancias me venzan. Me destruyan.

Si, si duele como un carajo, pero, así como las mariposas que primero son gusanos, así resurgiré.

Respiro hondo, limpiándome las lagrimas.

—No Emma... —Me digo a mi misma. —No vas a llorar. Porque eres más fuerte que todos ellos. Eres mejor que ellos. —Exhalo. Sintiendo unos brazos rodearme.

Ese aroma, ese aroma podría reconocerlo a cientos de kilómetros.

—Y si las fuerzas se te van. Aquí estaré yo. —Dice. Henry. Me volteo a él. —Porque te quiero. —Me acaricia las mejillas. —Y si vas a decirme que amas a ese hijo de puta, mejor no digas nada, porque, estarías matándome en vida. —Me mira a los ojos. —Emma Ridley... ya no "creo", ahora, estoy seguro de quererte. —Me toma por la barbilla.

—¿Cómo entraste? —Digo mirándolo.

—No se te olvide que soy el Lord. TÚ Lord. —Me besa, y yo, respondo, porque necesitaba tanto ese beso que... que me daba vida. Me acurruca en su pecho y besa mi cabello. —Emma, aquí estoy... para ti. —Me susurra y no puedo controlar las lágrimas.

—Me humillaron. Me expulsaron y... y un hombre intentó violarme. —Digo con la voz rota y él me pega más a su pecho.

—Todos ellos van a pagar por eso. —Dice, su voz se le oye quebrada.

—Henry... intento... lo hago, intento convencerme a mi misma que soy fuerte, que puedo con esto, lo hago... —Sollozo, era verdad, me quería hacer a la fuerte. —Pero... siento que... me quiero morir. Quisiera no despertar nunca más para no tener que leer los "Zorra" que tengo en la puerta. Para no tener que ver como me juzgan, como me burlan. —El limpia mis lágrimas. Mirándome a los ojos. —Siento que no soy nada. Que no valgo nada. —Digo y el niega soltando lágrimas.

—No vuelvas a decir esas pendejadas. Que ellos son unos idiotas. —Une nuestras frentes mirándome fijamente. —Y no, no eres nada, eres TODO. Y no no vales nada, vales TODO. Emma, te quiero. —Me acaricia las mejillas. —Y para mí, lo eres todo. Y si eso no te basta, entonces, no se que puedo hacer. —Me mira. —Te... te a... te... amo. —Me mira. —Vente conmigo Emma. Y... olvida a todo el resto del mundo. Que el mundo se vaya a la puta mierda mientras estemos tu y yo. Emma, jamás, jamás había sentido esto, jamás me había enamorado. —Me mira. —Porque eso me pasa contigo, estoy enamorado. —Me mira.

NUESTRO INFIERNO I || OFICIALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora