60

3.5K 232 23
                                    

Julie

No logré ver nada más porque Bart me sacó de ahí poniéndome a salvo en uno de los autos blindados. Mi pequeño Nicholas lloraba a todo pulmón y yo hacía lo que podía para intentar calmarlo pero nada funcionaba. Seguramente el sonido de los disparos que se escuchaban alteraban a mi bebesito.

—No te muevas de aquí. Iré por Emma y por tu padre. Por favor Julie, no te muevas de aquí y si es necesario te vas. —Dice y Bart le da instrucciones al chofer mientras lleno de besitos a Nicholas para conseguir que deje de llorar.

—Ya bebito. Todo va a estar bien. —Acaricio sus mejillas mirando esos ojos azules que me derretían el corazón por completo. Nicholas vino a cambiar mi vida de muchas maneras y ahora entiendo perfectamente a mi padre con todo lo que hacía y decía porque yo también soy capaz de dar la vida por este pedacito de mi ser.

Volteo y veo a través del cristal como Benson viene corriendo con Emma en brazos. La sube al auto y le pide al chofer que conduzca a toda velocidad.

—¿Qué le pasó? —Digo al mirarla inconsciente.

—Le tuvimos que poner un sedante porque estaba como loca cuando vio que... que le dispararon a tu padre. —Responde Benson.

—¿Qué? ¿Dónde está mi papá? —Digo con preocupación.

—Tranquila. Bart está con él y si lograron salir de la lluvia de disparos el Lord ya debe de estar siento trasladado a un hospital. Los veremos ahí porque Bart me encargó llevar a Emma a un hospital. —Dice.

Trato de tranquilizarme. Mi papá tiene que estar bien, el siempre está bien y el es el Lord y un disparo no va a matarlo.

Llegamos al hospital y veo como lo llevan de urgencia al quirófano. Está inconsciente y bañado en sangre. Suelto lágrimas porque jamás lo había visto de ese modo, al borde de la muerte.

Benson se lleva a Emma con otro médico para que revisen si se encuentra bien y Bart me abraza.

—Van a estar bien, inyéctales fuerza tranquilizándote. —Acaricia la cabeza de mi pequeño que ya se había quedado dormido y asiento.

—Es que me preocupa mi papá, tu lo viste Bart, es muchísima sangre la que perdió y Emma, también, esto qué pasó puede afectar su embarazo. —Digo.

—Ellos van a estar bien. Ya verás. Solo tranquilízate porque este pequeño necesita que su madre no esté llorando como María Magdalena. Vas a asustarlo cuando despierte. Tranquila. —Limpia mis lágrimas y río un poco dejando que me abrace. —Además James ya me llamó con buenísimas noticias, atraparon a la italiana y está en la casa de tu padre encadenada en el sótano. No pueden tocarla hasta que el Lord y Emma lleguen porque apuesto lo que sea a que mi diosa Emma va a ser quien le arranque los cabellos a esa hija de puta uno por uno. —Dice Bart.

—Se lo merece. Esa maldita hija de puta se lo merece. —Digo.

Bart continúa tratando de animarme mientras esperamos noticias. James viene también junto con Matt, dejando a la italiana a manos de Benson.

Tenemos que esperar algunas horas para que el médico, amigo de la familia, salga a darnos noticias de ambos.

—¿Cómo están doctor? —Pregunto viendo al médico llevarse una mano a la cabeza.

—La Señora Ridley muy mal, tiene una amenaza de aborto por la fuerte emoción que vivió, está en observación. Y respecto a su padre, va a ser un milagro si sobrevive a esta noche. Señorita, prepárese para lo peor. Además de que perdió muchísima sangre el lugar en el que la bala impactó perforó el pulmón. —Exhala.

—Tiene que hacer todo lo posible para salvarlo, doctor. —Digo con la voz entrecortada y James me abraza mientras Bart se come las uñas envuelto en miedo y nervios.

—Estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance. Ah, la señora Ridley ya despertó. Seria bueno que vayan a verla, necesita mucho de ustedes. —Dice el médico y los tres nos dirigimos a la habitación de Emma.

Benson

Me salvé el culo de puro milagro porque mi nombre aún no salía involucrado en todo el rollo de la Italiana.

Mi peligro ahora era que ella abra la puta boca diciendo que yo también estoy metido en toda esta mierda. Así que aprovecho la ausencia de Bart, Julie, James, Matt, Emma y el Lord para bajar al sótano mirando a la italiana colgada de unas cadenas en el techo.

—Tienes que ayudarme Benson. Porque si yo ya caí tú también vas a caer. —Dice y río.

—Yo no voy a caer Rinaldi. No soy estúpida como tú. —Sonrió acercándome a ella con un cuchillo afilado. —No voy a quitarle a Emma el placer de verte sufrir. Pero tampoco voy a dejar que abras la boca de más. —sonrío cortándole la lengua lanzándosela a Roger quien se la traga de un bocado. La veo sangrar y retorcerse de dolor sin ser capaz de decir nada o de articular ni una sola palabra.

—¿Que demonios haces? —Entra Sean ante los gritos de dolor. —¡Teníamos órdenes de no tocarla hasta que el Lord venga!

—¡Casi mata a nuestro jefe! Sabes cuanto aprecio al Lord por los años que llevo trabajando para él así que quise empezar a torturar a esta perra. —Digo.

—Pero ya, no la toques. Deja que cuando el jefe vuelva se encargue o nos vamos a meter en problemas Benson. —Dice.

—Está bien, ya vámonos entonces. —Me burlo de la italiana y salgo de ahí con Roger para llevarlo a su sitio.

Alessandra Rinaldi ya no podría culparme de absolutamente nada.

Emma

Despierto preguntándole al médico cómo está mi bebé, tenía miedo de perderlo, no quería que algo le pase a este bebé porque no lo soportaría.

—Tiene que mantener la calma porque sus emociones pueden afectar al bebé. —Dice una enfermera y asiento intentando respirar tranquila pero se me dificulta porque ya me habían dicho que el estado de Henry era sumamente grave.

Julie, James, Bart y Matt entran a mi habitación y sonrío un poco viendo al pequeño Nicholas extender sus bracitos a mi. Julie me lo da y le doy besitos mientras él como de costumbre juguetea con mi cabello.

—Emma, necesitas estar tranquila y ponerte fuerte por el hijo que estás esperando. —Me dice James mientras Bart se sienta a un lado de mi abrazándome.

—Henry va a estar bien. —Dice limpiando mis lágrimas que caen cuando recuerdo como lo vi tendido en el suelo desangrándose sin poder decir nada. —Es fuerte. —Añade Bart y Julie igual con lágrimas me mira.

—Además no se puede morir sin conocer a su hijo. Yo sé que mi padre está pensando en eso y está luchando para abrir los ojos. —Dice Julie.

—Yo quiero verlo. Necesito verlo. —Digo.

—Pero promete que estarás tranquila. De verdad Emma, necesitas controlarte por el bebé que esperas. —Dice Matt.

—Lo estaré. Pero necesito verlo. —Digo. Julie vuelve a tomar al pequeño Nicholas en brazos y Bart me ayuda a bajarme de la cama. Me voy hacia la habitación de Henry y pido que me dejen sola.

El está en una cama conectado a máquinas por todos lados. Suelto lágrimas y me acerco a él acariciando sus mejillas.

—No te puedes morir, ¿me oíste? ¡No te puedes morir porque tu hijo y yo te necesitamos y te amamos! —La voz se me corta y no soporto verlo así. —Mi amor, no vayas a dejarme, por favor. No ahora que siento que por fin vamos a poder ser felices. Necesito volver a escuchar que me amas, necesito volver a decirte que te amo. Así que por favor, ábreme esos ojitos preciosos y quédate conmigo. —Lloro sintiéndome mal porque esto no es justo.

No es justo que la vida nos joda tanto. Que no nos deje ser felices aunque sea un poco.

NUESTRO INFIERNO I || OFICIALWhere stories live. Discover now