NUESTRO INFIERNO I || OFICIAL

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Emma

Los besos que Henry me da tienen mi coño palpitando. Ya estaba deseando que me tocara de esta forma. No tiene paciencia porque me rompe la ropa en un segundo dejándome con bragas y el sostén.

Hago lo mismo quitándole la camisa envuelta en hambre, no separa sus labios de los míos mientras lo desvisto y está igual de ganoso que yo y la dureza que se remarca en el bóxer me lo demuestra.

Me recuesta en la cama poniéndose encima de mi y enrollo las piernas en sus caderas mientras acaricio su espalda siendo la dueña de sus labios, besándolo con todas las ganas que se han acumulado estos días donde lo oía masturbarse mientras pensaba en mi.

—Me tienes tan duro. —Gruñe mordiéndome los labios. Rompe mis bragas haciéndome gemir y no lo piensa, no es lento, está desesperado ansiando esto tanto como yo. Se baja los bóxers y me ensarta la polla de un solo movimiento jadeando cuando mi calor y mi humedad lo envuelven. —¿Sabes como desee estar dentro de ti otra vez? ¿Sabes como extrañaba el calor de tu coño? —Sus penetraciones son más duras. Me entierra una y otra vez la polla mientras me muerde la barbilla susurrándome cosas que me calientan más. —Te voy a hacer mía toda la noche de todas las maneras que he estado imaginando mi Emma. —Entrelaza nuestras manos y continúa moviéndose como todo un puto dios haciéndome temblar de placer. —No sabes cuánto he fantaseado con nosotros mi amor. Con todo lo que te haré y.... —Se calla y río porque nuestro bebito suelta el llanto que me obliga a separarme de Henry.

Me levanto y me coloco la camisa de Henry dirigiéndome a la cuna de mi bebito quien me mira con esos ojitos lagrimosos.

—¿Que pasó mi niño? —Lo tomo en brazos y me hace el puchero que siempre hace cuando quiere que le cambie el pañal. —Este niño hermoso tiene lleno el pañal. —Le doy besitos en sus mejillas mientras lo llevo al lugar en el que lo cambio. Henry viene y me besa la mejilla mirando a nuestro pequeño mientras lo cambio.

Jr le sonríe a su padre y éste la hace caras graciosas provocando la carcajada de mi hijo que dibuja en automático una sonrisa en mi rostro. Le pongo de nuevo el pijama a mi bebito y lo cargo dándole besitos.

—Traicionero. —Le digo cuando Jr extiende los brazos a su padre y Henry sonríe tomándolo enseguida. Jr se acurruca en el pecho de su padre.

—También ama a su papá. —Dice besando la cabecita de nuestro bebé quien bosteza mirando a su papá. —¿Vas a dormir mi amor? ¿Vas a dormir campeón? —Lo mira dándole caricias y veo a los dos amores de mi vida sintiéndome la mujer mas feliz y afortunada del mundo. Nuestro bebito comienza a dormirse. —A ti si te perdono que hayas interrumpido la re-inauguración de nuestra fábrica de hermanitos. —Le besa la frente y río.

—¡Henry!

—¿Ahora que? Dijiste que no diga suciedades delante de nuestro hijo. No dije ninguna suciedad. —Dice riendo.

—Perdona a tu padre bebé, es un loco.

—Yo no soy quien lo disfraza todos los días.

—Y prepárate para verlo mañana con el mameluco de Dumbo que le compré ayer. Se verá precioso. —Sonrío y Henry ríe.

Nuestro pequeño se queda dormido en pocos minutos y Henry lo deja en su cuna. Se queda un ratito mirando a nuestro hijo sin borrar la sonrisa de su rostro y lo abrazo por detrás.

—La fábrica quiere atención. —Acaricio su abdomen y beso su espalda bajando las manos a su falo erecto. —¿En que estábamos mi amor? —Digo jugueteando con el elástico de los bóxers que se había puesto.

—En esto. —Me voltea azotándome el trasero , me quita la camisa dejándome de nuevo desnuda y me conduce a la cama donde me empuja dejándome boca a bajo. Me jala por las caderas. —Apóyate de los codos mi Emma. —Dice ronco y lo hago. Azota mi trasero de nuevo y gruñe. Siento el glande en la entrada de mi vagina y gimo cuando de una embestida me mete toda la polla. Se mueve de una manera gloriosa, me muerdo los labios sintiendo la rudeza con la que me penetra una y otra vez, sus testículos chocan con mi trasero y el da azotes fuertes a cada nada haciéndome gemir disfrutando del placer que me da.