68

2.6K 228 15
                                    

Julie

Seco mis lágrimas y dejo todo justo como estaba para que cuando Ian regrese no sospeche absolutamente nada.

Me quedo pensando en que hacer, Ian merece la muerte y eso es un hecho, no tiene ni perdón ni justificación.

—Hola... —dice entrando a la habitación mirando a nuestro hijo dormir. —¿Sigues llorando por lo de tu hermanito? —Se sienta a un lado de mi. <<cínico de mierda>>.

—Si. Está mal. Solo un maldito monstruo hijo de puta sería capaz de hacer esa atrocidad.

—Coincido. Es enfermo meterse con un bebé. Pero tranquila, ¿no dice James que Jr ya está mejorando? —Me acaricia el cabello y juro que quiero cortarle el cuello por imbécil pero no puedo hacerle esto al padre de mi hijo.

Yo no, pero mi papá si. El se encargará de darle su merecido a Ian.

—Si. Es un niño muy valiente. —Me levanto y tomo a mi hijo dormido en mis brazos, ahora entiendo porque mi bebito odia a su padre, es un maldito monstruo. —Voy al hospital de nuevo. Mi papá me pidió algunas cosas que necesita. —Digo.

—Si quieres te llevo y....

—No. Bart y James me llevaran. Nos vemos más tarde. —Digo y tomo mi bolso para irme de ahí de inmediato.

Le pido a James y a Bart que vayan conmigo y notan mis lágrimas.

—¿Todo bien con Jr? —Pregunta Bart con la voz entrecortada. Acomodo a mi gordito en el asiento para bebés y el chofer comienza a conducir al hospital mientras James y Bart me miran preocupados.

—¿Todo bien con Jr? —Dice James. —Julie... no me digas que.... ¿murió? —Dice soltando lágrimas y niego.

—No. No es eso. Es que... ya sé quien hizo esa perrada. —Digo soltando más lágrimas, aceptando que el padre de mi hijo tiene los segundos contados. <<¿Cómo le explicaré a mi hijo que yo acepté que maten a su padre? ¿Que yo delaté a su papá? ¿Que yo le quité a su padre?>>.

—¿Quien? —Dice Bart apretando el puño poniéndose serio. —¡Dime Julie! Porque le voy a arrancar la cabeza con mis propias manos.

Trago saliva sintiendo un ardor en la cabeza.

—Yo... yo encontré el frasco del veneno en el armario de Ian. Estoy segura de que el tuvo que ver con eso. —Las lágrimas me salen porque si me afecta que el padre de mi bebito, el hombre que en algún momento amé demasiado, le haya hecho esto a mi familia.

—¡Voy a matar a ese inmundo animal hijo de puta y..... —James interrumpe a Bart.

—Basta Bart. —James me toma de la mano y me mira. —¿Tú estás bien Julie? —Dice y niego llorando. El me abraza.

—Siento que es mi culpa. Que todo esto es mi culpa porque yo metí a Ian a nuestra casa. Yo le di otra oportunidad. El tuvo acceso a mi hermanito gracias a mi. ¡Esto es mi culpa! Es mi culpa. —James niega sin soltarme de sus brazos.

—No es culpa tuya Julie. —Me besa el cabello. —Aveces el amor nos hace ciegos y tu amabas tanto a Ian que pensabas que el iba a ser una mejor persona pero la gente no cambia nunca. La mierda no deja de apestar por más perfume que le echen. —me seca las lágrimas. —Ian Matteos no te merece, no merece a Nicholas. No merece a la familia tan preciosa que tiene porque no supo ni cuidarla ni respetarla. —Exhala.—Julie... tu padre no va a tener piedad con Ian. Lo que hizo no merece ni un tipo de perdón ni consideración.

—Yo lo sé. Y estoy de acuerdo. Ian tiene que pagar por lo que hizo. —Respiro hondo mirando a mi pequeño. Acaricio sus mejillas y le doy besitos. —Yo seré quien le diga a mi padre. Por favor. —Los miro.

Henry

Ya no soporto más el sufrimiento de mi hijo. Mi mujer sigue mimándolo para intentar calmarlo pero mi campeón solo logra calmarse por breves instantes antes que el dolor vuelva a consumirlo.

Benson llega al hospital y su ineptitud me tiene sumamente irritado. ¡Necesito saber quien le hizo esto a mi niño carajo!.

Saco mi arma apuntando a la cabeza de Benson con el dedo en el gatillo dispuesto a jalarlo para mandarlo al infierno de los inútiles.

—¿Ahora con que puta excusa me vas a salir Benson? ¿Ahora que mierda me vas a decir para esconder tu ineptitud? ¡Solo quiero el nombre del hijo de puta que hizo esto! ¿Eso no puedes hacer imbécil? —Le grito.

—Señor... el fabricante del veneno no sabe absolutamente nada del comprador de la sustancia. Lo he torturado de muchas maneras, lo he amenazado con matar a su esposa y sigue sin hablar. Lo único que conseguí fue esto. —Me entrega un frasco pequeño con un líquido en él. —Es un antídoto. Un antídoto al veneno que está en el cuerpo de su hijo, señor. El fabricante dice que eso ayudará a la recuperación de su hijo de una manera sumamente rápida.

—Esto Benson, esto —Le enseñó el frasco bajando el arma. —Fue lo que te acaba de salvar las pelotas. Ahora quiero que vayas y le digas a ese maldito imbécil que quiero un veneno. El peor veneno que pueda existir en el mundo. ¡Voy a matar al maldito hijo de puta haciendo que sufra diez veces más lo que le hizo a mi hijo! Y también quiero que lo busques Benson. ¡Quiero el nombre de ese perro! —Digo apretando el puño porque el llanto de mi bebé no deja de escucharse.

Benson se va y enseguida llamo al pediatra entregándole el frasco con el antídoto y se lo llevan de inmediato a analizarlo.

Abrazo a mi hijo mientras Emma se acurruca en mi hombro y también trato de hacer que deje de llorar. Sus lágrimas se las voy a cobrar mil veces más al maldito que hizo esto y se que destruirlo no borrará ni quitará todo el sufrimiento de mi hijo pero lo voy a hacer. Voy a vengar a mi hijo.

Pasan alrededor de treinta minutos para que el médico regrese con noticias que me devuelven el aliento, ese antídoto si serviría para ayudar a mi hijo. La enfermera se lo suministra de inmediato.

—Esto ayudará a tu hijo. El antídoto funcionará en minutos. Estará bien pero es necesario que se quede una noche más en el hospital. Mañana por la mañana le haré otros análisis para ver si todavía hay rastro de veneno en su organismo y si no lo hay, se podrán ir a casa. —El médico sonríe al igual que Emma y yo.

Nos deja solos y abrazo a mi mujer mientras ella llena de besitos a nuestro campeón.

—Ya vas a estar bien mi niño. —Acaricia a nuestro valiente. —Ya esta pesadilla se va a terminar bebé. —Le susurra y mi hijo continúa llorando pero solo un poco porque poco a poco deja de llorar quedándose dormido. No se despierta en horas y me quedo observando cómo respira más tranquilo.

—Papá.... —Julie entra y la veo mal. Mi nieto estira los brazos a Emma y mi mujer lo carga hablándole y mimándolo. —Papá... necesitamos hablar. Sobre... sobre la persona que hizo todo esto. Yo sé quien envenenó a mi hermanito y quiero que lo mates de la peor forma. Papá... fue Ian. Ian fue el desgraciado que hizo que Jr viva todo este infierno estando tan pequeñito.

Ardo en rabia. Ardo en furia. Voy a matarlo. Va a vivir su puto infierno en la tierra, voy a torturarlo y juro, juro por mi vida que Ian Matteos verá el infierno como un paraíso comparado con la mierda que le haré antes de enviarlo con satanás.

Mi mujer se acerca a mi y me abraza cuando se da cuenta que estoy apunto de salir corriendo a destruirlo.

—Amor... vamos a matarlo. Lo haremos. Pero ahora nuestra prioridad es Jr. Míralo. Míralo. Nos necesita. —Dice cuando nuestro pequeño ya no aprieta el puño como cuando el cuerpo entero le dolía. —Está mejorando y yo quiero que estes aquí cuando abra los ojitos.

—Emma tiene razón papá. Yo me encargaré de mantener a Ian cerca. Que no sospeche que ya se que es un monstruo. Cuando mi hermanito esté bien, entonces vamos a darle su merecido.

—Está bien hija. Confío en ti.

Mi prioridad ahora era mi hijo y yo quería estar aquí cuando nos regale su primera sonrisa después del infierno que vivió gracias a Ian Matteos.

NUESTRO INFIERNO I || OFICIALWhere stories live. Discover now