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Emma

No se cómo pero los brazos en los que despierto son los de Henry.

Beso sus labios y el responde seco a ese beso incorporándose un poco.

—¿Cómo te sientes? —Pregunta.

—Mejor. —Me siento en la cama ya con muchísimo menos dolor. Él me da mis medicinas y sigo sintiéndolo... raro. —¿Y Bart? —Digo. Henry rueda los ojos y aprieta los dientes.

—¿Tenias que mencionarlo? —Dice demostrándome enojo en su tono de voz y en su forma de responderme. —Afortunadamente tuvo la maravillosa idea de ponerse a cocinar para la cena. Asi quitó sus malditos brazos de ti. —Dice un poco serio.

—Ya Henry. ¿De verdad vas a ponerte celoso de Bart? Es solo mi amigo. —Digo.

—Tu lo ves así. El quien sabe. No me gusta que te hable con esa clase de confianza...

—Es mi amigo. Desde hace muchos años. Hay mucha confianza entre nosotros.

—¡Te dormiste en sus brazos Emma! —Dice molesto.

—Es solo mi amigo Henry. Ya basta. —Digo.

—Ah, entonces voy a buscarme a una amiga con la que pueda dormir frente a ti con la excusa de "es mi amiga". Alessandra quizá sea la idónea, ella y yo igual nos conocemos desde hace muchos años. —Dice.

—No puedo creer que estés diciendo esas estupideces Henry. No menciones a esa hija de puta en esto. ¡Bart es solo un amigo carajo!

—No Emma. La forma en la que estaban abrazados no era solamente de amigos. Ese tipo quiere algo contigo, estoy completamente seguro. Así que no lo quiero cerca de ti. Después de que se largue a Italia no quiero que vuelvas a verlo, no quiero que vuelvas a hablarlo. ¿Está claro?

—¿Y tú quien te crees para pedirme eso?

—Tú novio, tú hombre, tú dueño. —Me toma por el mentón.

Bart entra sin tocar.

—Horneé los cupcakes que te gustan. Tienen Nutella de relleno y también la cobertura es de Nutella con pequeños trozos de almendras encima. —Henry lo mira apretando el puño. Bart me mira. —¿Entré en un mal momento, cierto? —Dice y traga saliva fijándose en la furia de Henry.

—Dile que se vaya Emma. Dile que empaque sus cosas y se suba a un puto avión que lo lleve de nuevo a Italia. —Dice Henry mirando a Bart muy mal.

—¿Es bipolar o qué? Primero me llama para decirme que venga y ahora me dice que me vaya. Fue divertido pero... ¿Ya le decimos Emma? —Dice Bart. —Temo que me asesine. —añade.

—¿Decirme qué? —Henry me mira molesto. Seguramente en su cabeza ya se hizo varias estúpidas ideas.

—Soy gay, Lord. Y tengo una relación estable con un hombre radiante. Era divertido que te pongas celoso cuando Emma y yo estábamos juntos. Con el debido respeto que el Lord se merece, te veías sumamente guapo con esa cara de molesto. —Bart ríe y Henry me mira.

—¿Calmada tu falta de confianza? —Digo molesta.

—Amor... yo...

—Ya. No armemos de esto una pelea porque siendo justa esto fue un juego que Bart y yo iniciamos y no debimos. Pero... —Lo tomo por la barbilla. —Vuelves a mencionar a la hija de puta de Alessandra y yo misma te corto las pelotas Henry Adams. —Digo.

NUESTRO INFIERNO I || OFICIALWhere stories live. Discover now