NUESTRO INFIERNO I || OFICIAL

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#RipMiaAdams. 🍃

Alessandra Rinaldi.

La imagen del cuerpo sin vida de Mia aún ronda por mi cabeza. El cuerpo entero me tiembla y las lágrimas no dejan de caer adueñándose de mi dolor.

Maté a la persona que me cuidó. Que me trató como su familia. Que fue incondicional para mi y que siempre estuvo cuando mas la necesité.

—Ya deja esas lágrimas Alessandra. —Dice Benson. —Ya me encargué de que mi gente de confianza se lleve el cuerpo de la vieja al aeropuerto de Henry donde iba a salir su avión. Montaran un teatrito para que parezca que fue un atentado por parte de los enemigos de Henry cuando la señora llegó a Italia, así que nadie nos culpará. —Dice.

—La maté... —Susurro afligida.

—La matamos. Pero era ella o nosotros. Así funciona este mundo Alessandra. Ella o tu. Y elegiste bien al dar el disparo final. Si la dejábamos con vida, sería nuestro fin porque abriría la boca con Henry y él definitivamente nos mataría. —Dice.

—Va a matarnos si algún día se entera de lo que realmente pasó. —Digo y ríe.

—No pasará. Así que ya límpiate esas lágrimas y actúa normal que mañana a primera hora el Lord estará aquí. Regresará de "su día con su princesa" —Rueda los ojos. —Primero se enterará del cargamento fallido de Emma y después de lo de su madre. —Dice.

Benson se va de mi habitación y ahí rompo de nuevo en llanto.

¿Como fui capaz? ¿Por qué demonios lo hice? No puedo ni siquiera mirarme al espejo sin odiarme.

Pero lo hecho, está hecho. No hay marcha atrás. Así que, a limpiarse las lágrimas y a continuar con el plan. Es lo que toca.

Emma

Lo despierto a besos y me sonríe.

—Buenos días, guapo. —Vuelvo a besarlo.

—Buenos días, guapa. —Acaricia mi cabello. Mirándome. —Despertaste temprano hoy.

—Si. Le llamé temprano a Sean. Ya salió el cargamento a Francia. —Digo. —Y también preparé el desayuno.

—Pero si el desayuno lo tengo encima. —Me azota suave el trasero y río. Me deja debajo de él acomodando mis piernas en sus caderas. Restregándome su erección matutina. Me muerdo los labios y sonríe. —¿Sientes lo hambriento que estoy? —Gruñe.

—Estamos, mi amor. —Lo beso y maniobro para quedar encima de él. Me mira atento observando como desabrocho lentamente los botones de la camisa de él que llevaba puesta. Me muevo sobre su erección y me deshago de la camisa quedando únicamente en bragas.

Traga saliva y se incorpora lamiendo mis tetas. Enrollo mis dedos en su cabello y tiro la cabeza hacia atrás mordiéndome los labios.

Amasa uno de mis senos mientras el otro siente la rudeza de sus labios.

Gimo y el hace a un lado mis bragas para tocarme con sus dedos. Gruñe y sonríe travieso.

—Estas empapada, mi amor. —Dice. Me retuerzo. Henry continúa tocándome mientras disfruta ver mis reacciones. Busco sus labios y lo beso desesperada. —Que desesperada señorita Ridley. —Gruñe mordiéndome el labio mirándome. —¿Quieres que te meta esto de una vez? —Lleva una de mis manos a su polla y trago saliva.

—Si. —Respondo.

—Móntame. —Jadea liberando su falo. Destruye mis bragas y me ayuda a acomodarme encima de él. Gruñe cuando todo su miembro está dentro de mi.