64

3.4K 217 61
                                    

Emma

Después de dos días me dan de alta del hospital y cuando llego a casa me emociono viendo cómo está llena de globos azules y un hermoso cártel que dice: "Bienvenido a tu hogar Henry Jr".

—Gracias. —Le digo a todos los empleados que organizaron esto. Se acercan a conocer al pequeño y me llenan de buenos deseos.

—Felicidades señora Adams. —Me dice Benson mirando a mi hijo. La amistad que en algún momento tuve con Benson se había ido. El no podía dejar de verme como la mujer de su jefe y yo no podía dejar de verlo como un escolta porque siempre se portaba serio y protector conmigo. Como todos los escoltas encargados de la seguridad.

—Gracias Benson. —Le sonrío amable. Henry me abraza por la cintura dejando un beso en mi mejilla.

—Vamos a que descanses un poco mi amor. Ven. —Camina conmigo hasta nuestra habitación y Henry toma a nuestro hijo en brazos mientras yo me pongo ropa más cómoda. Me recuesto en la cama y sonrío viendo como Henry habla con nuestro hijo.

—Esta es tu casa mi amor. Todo lo que ves aquí es tuyo. —Le da besitos en sus mejillas mientras sonríe feliz. —No puedo dejar de mirarte mi niño. Eres hermoso. —Henry sonríe y voltea a verme. —Y somos afortunados porque los dos tenemos el amor de tu mami. Ella es preciosa mi amor.

Me hace sonreír y palmeo la cama a un lado de mi.

—Vengan los dos. —Sonrío y Henry viene a mi sentándose a un lado. Acomodo la cara en su hombro y centro la mirada en mi hijo que duerme cómodo en los brazos de su padre. Mi niño es hermoso.

—Descansa un poco amor. —Henry hace que me acurruque en sus brazos mientras se recuesta y acomoda a nuestro hijo en su pecho. —Duerme un rato. Yo aquí les cuido a los dos. —Me dice dejando un beso en mi frente y sonrío tomándole la palabra. Me voy quedando dormida poco a poco.

Los siguientes días son agotadores pero felices, siento que el tiempo pasa demasiado rápido y no puedo creer como ya mi pequeño Henry Jr tenía un mes de vida.

Sin duda alguna cada día era perfecto, me emocionaba mucho jugar con mi pequeño, amaba las cosquillas y yo adoraba escuchar como se carcajeaba. Disfrutaba cada momento cuidando de mi bebé, cuando le cambiaba el pañal, cuando lo amamantaba, cuando lo bañaba, cuando le cantaba canciones para que se quede dormido. Todos esos momentos para mi eran mágicos. Poco a poco iba conociendo y entendiendo más a mi bebé, siendo capaz de identificar la diferencia en sus llantos, llora muy alto cuando tiene hambre y quiere que lo amamante, cuando quiere que le cambie el pañal llora bajo mirándome con un puchero mientras sus lagrimitas están en sus ojitos. Y también tenía su lado bipolar, habían días en los que no quería despegarse de los brazos de su padre y no dejaba que nadie más lo cargara o días en los que solamente quería estar en mis brazos.

—Listo mi niño. —Termino de vestirlo mientras el me mira sonriente. Le tomo una fotografía y lo tomo en brazos llenándolo de besos. Su padre llega de su junta y besa mis labios cargando a nuestro hijo.

—¿De que te disfrazó hoy mamá mi amor? ¿Que te puso hoy la loca hermosa de tu madre, mi campeón? —Le dice con voz graciosa mientras Jr se ríe mirando fijamente a su padre. Henry se burlaba siempre que le ponía un mameluco de mis caricaturas favoritas. Me encantaba hacerlo. —¿Te disfrazó de Cheeto? Eres un Cheeto muy bonito mi campeón. —Le hace cosquillas y mi bebesito se carcajea.

—No es un Cheeto. —Cruzo los brazos refunfuñando. —El mameluco es de tigger. ¿Que nunca viste Winnie Pooh? —Le digo y Henry ríe.

—Parece un Cheeto. —Dice y arrugo la frente demostrándole mi enojo.

NUESTRO INFIERNO I || OFICIALحيث تعيش القصص. اكتشف الآن