77

2.2K 171 12
                                    

Emma

—Por favor Benson. No me hagas daño. Por favor....

Escucho su risa mientras continúa conduciendo a una rápida velocidad.

—Jamás te haría daño Emma. Esto lo estoy haciendo por ti. Para que te des cuenta de que te casaste con tu peor verdugo. De que crees amar al traidor más grande con el que te has cruzado.

—Por favor, detén el auto. No le diré nada de esto a Henry, ¡detén el auto ya Benson, por favor!

—¡Ya carajo! —Detiene el auto solo para amordazarme la boca. —¡Entiende que te estoy haciendo un favor Emma! Cuando veas lo que van a mostrarte y escuches a cada uno te darás cuenta de la verdadera cara de Henry Adams Smith. —Suelto lágrimas intentando soltarme de las ataduras pero no puedo. No lo consigo.

Benson continúa su camino llegando casi a las afueras de la ciudad. Llegamos a una pequeña casa, entra junto conmigo y abre la puerta de un sótano, entra junto conmigo dejándome ver una gran... casa debajo de aquel sótano.

—Bienvenida reina. Estábamos ansiosos esperando por ti. —Veo a Alessandro Rinaldi medio ebrio. Sonríe burlesco.

—No la molestes Rinaldi. Sabes lo que se acordó. Si alguien saldrá herido, es Henry, no Emma. —Dice Benson.

—Mmmmm. —Benson me quita la mordaza.

—¡Henry te va a hacer mierda Rinaldi! ¡Te lo aseguro!

—Ya vamos a ver quien hace mierda a quien Emma.

—¡Ya Alessandro! —Dice Benson. —Calla y pásame las esposas que Emma en cualquier momento puede soltarse de estas malditas cuerdas. —Me quitan las cuerdas y enseguida aprovecho para golpear a Benson, lo hago un par de veces haciendo que se maree por la sangre que brota de su nariz, cae al suelo y volteo esquivando el golpe de Alessandro.

Intento golpearlo pero maniobra dejándome de espaldas a él tomándome con fuerza por el cuello.

—Aquí no tienes la protección de Henry, estúpida. Así que mucho cuidado con lo qué haces porque si fallas tendré una buena excusa para volarte la cabeza. —Dice susurrando bajo mientras Benson se levanta limpiándose la nariz.

—Vas a pedirme perdón por esto cuando sepas porque estás aquí Emma. —dice Benson.

—¡Ya paren este circo! Una mujer entra a la habitación. Alessandro termina de colocarme las esposas y encienden todas las luces.

Quedo pálida cuando veo el rostro de esa chica. Es... es igual a mi.

—Hola Emma. —Sonríe. —¿Sorprendida? Eso es porque no nos habían presentado. Soy Chloe Ridley. Tu hermana, gemela.

—¿Hermana? —Susurro.

—Si.

Nunca imaginé tener una hermana. Mucho menos una gemela. Y tampoco imaginé que mi propia sangre estaría de lado de mis enemigos.

—Muchachos, Michael nos está esperando en la oficina. Dejen a Emma aquí. Pronto vendemos por ella. Ahora necesitamos hablar entre nosotros porque hay problemas. Andando. —Dice "mi hermana". Benson corrobora que las esposas estén bien puestas y los tres salen de la habitación encerrándome.

Respiro hondo. Poniéndome a gritar que me saquen de aquí no servirá así que miro a mi alrededor analizando cada parte de este lugar. Hay dos puertas. Una es en la que salieron ellos y la otra debe conducirme a algún sitio. <<Que no tenga llave, por favor>>. Camino hasta esa puerta, me pongo de espaldas y me coloco de puntillas intentando girar el picaporte. Se me dificulta por las esposas pero después de algunos intentos lo logro. Abro aquella puerta que me conduce a un lugar pequeño. Un hombre yace colgado del techo con unas cadenas. Está de espaldas, tiene la ropa sucia y rasgada. Hay sangre que chorrea de su cuerpo y me acerco temblando de miedo cuando distingo quien es.

NUESTRO INFIERNO I || OFICIALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora