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Emma

Abro los ojos encontrándome con la sonrisa de mi hombre.

—Buenos días, esposa.

—Buen día, esposo. —Doy un suave beso en sus labios y él acaricia mi mejilla mientras me mira sin dejar de sonreír. —Hace un año, mi amor.... —Me interrumpe.

—Hace un año me condenaste a la felicidad eterna. —Ambos reímos. —Desde hace un año soy el hombre más feliz del mundo.

—Y el más cursi.

—Ese soy desde que te conocí.

—Te amo Henry Adams. —Acaricio su barba centrándome en sus ojos. —Te amo como nunca voy a volver a amar. Gracias por hacerme feliz todo este año.

—Te amo. —Une nuestras frentes. —Eres mi vida entera Emma Adams. —Le sonrío soltando pequeñas lágrimas recordando todos los momentos que hemos tenido este año.

Buenos, malos... pero siempre juntos.

—Mira, mi amor. —Dice enseñándome una bandeja con el desayuno. Pancakes con chispas de chocolate, todos tenían forma de corazón. Habían trozos de frutas igual cortados en pequeños corazones, tostadas con mermelada y otras con mantequilla de maní y café y zumo de naranja.

—¿Tu hiciste todo esto? —Sonrío acurrucándome en su pecho.

—Si y no. Bart me ayudó un poco... bueno, mucho. Llámame infantil pero estaba tan nervioso que los primeros pancakes que hice tenían forma de... alíen. —Ríe mientras corta un trozo del pancake. —Quería sorprenderte...

—Lo has hecho. —Recibo gustosa y demasiado hambrienta el exquisito trozo de pancake mientras veo a Henry untar en una fritura helado de galleta.

—Yo también quiero de eso. —digo.

—Primero desayuna. —Dice cortando otro trozo dándome de comer en la boca como si fuese un bebé.

—Tu no has desayunado. —Refunfuño viéndolo comer el helado y las frituras con gusto.

—¿Quien crees que se comió todos los pancakes que salieron con forma de alíen? Además esto se me antojó. —Come otra fritura con más helado.

—¡Dame helado! —Cruzo los brazos haciéndole un puchero. —O no habrá esta mañana el postre que más le gusta, señor Adams.

—¿Me está amenazando señora Adams?

Deja el helado y la bandeja con la comida a un lado.

—Si. —Me le monto encima quitándome el camisón del pijama. Quedo únicamente en bragas encima de él y paso las manos por mi cuello mientras me froto contra su erección viéndolo relamerse los labios.

Me siento tan caliente y con más ganas de lo normal.

—El helado o no hay sexo. —Muerdo mis labios y ríe dejándome debajo de él. Besa mis labios.

—¿De verdad no hay sexo de aniversario?

Se incorpora cargando su peso en sus rodillas y se baja los bóxers liberando el largo falo que me hace tragar saliva admirando la gruesa erección que me humedece a mares el coño.

Sabe lo que hace. Está tentándome.

—Bésame y cógeme. —Digo sintiendo como su sonrisa se estrella en mis labios. Entrelaza nuestras manos adueñándose de mi lengua.

El llanto de Jr hace que nos separemos riendo y me coloco el camisón mientras Henry se sube el bóxer.

Henry va por nuestro hijo tomándolo en brazos.

—Buenos días campeón. ¿Otra vez interrumpiendo la fábrica de hermanitos?

Lo llena de besitos calmando el llanto de nuestro bebé solamente un poco.

—Tiene hambre. —Digo levantándome. Apenas mi hijo me ve y estira los brazos hacia mi buscando solo una cosa, que lo amamante.

Me bajo el camisón y mi bebé se prende de mi pecho mirándome como lo hace siempre.

—Buenos días al bebé más hermoso de este mundo. —Digo mirando a mi hijo.

—Ya me dijiste buenos días. —Dice Henry y río mirándolo.

—Le hablé a mi hijo.

—Que conste que no me pongo celoso solamente porque es nuestro. —Se pone detrás de mi abrazándome por detrás mientras ambos miramos a nuestro hijo quien come como un glotón sin dejar de mirarnos. Sonreímos cuando nos hace "hola" con la manita.

—Te amo bebé. —Digo emocionada y Henry busca mis labios para besarme.

—Gracias por nuestro hijo Emma. Gracias por nosotros. —Vuelve a besarme y Henry Jr se suelta de mi pecho haciendo como que va a llorar poniendo la manita entre los labios de su padre y los míos.

Río besando las mejillas de mi bebito.

—También hay besitos para ti mi amor precioso. —digo dándole besitos en las regordetas mejillas y escucho sus carcajadas.

—Que bebé más celoso saliste campeón. Guapo y celoso. —Dice su padre y mi glotón vuelve a prenderse de mi pecho alimentándose de mi. Ya tomaba fórmula pero aún se alimentaba de mi también.

—Igualito a ti. De tal palo tal astilla. —Me río  besando los labios de mi esposo volviendo a ver como mi hijo nos separa con su manita. Reímos.

Termino de amamantar a mi hijo y le cambio el pañal colocándole el mameluco del día, de el rey león, Simba. Henry ríe burlándose mientras carga a nuestro hijo dándole la mamila con la fórmula.

Aprovecho para comerme un poco de las frituras con el helado pero me detengo cuando siento náuseas. Me había comido todos los pancakes y casi un cuarto del bote del helado. Era normal sentirme empachada.

—Mamá te dice glotón pero ella es la glotona, ¿verdad mi niño? —Jr se carcajea regresando a la mamila y río acurrucándome en Henry.

Pasando la mañana con los dos amores de mi vida. Disfrutando de él mejor regalo de aniversario y de mi vida: Nuestro Henry Jr. Nuestro campeón.

Benson

Todo estaba listo. El día que querían celebrar va a ser el día que terminen llorando, ambos.

Emma por enterarse de la verdad y Henry por el odio que apuesto que ella le tendrá.

Termino de entregarle a los míos las ubicaciones de Emma Ridley hoy para que el secuestro sea de forma satisfactoria. Henry le había organizado una cena súper romántica a la que su amada nunca llegará.

Emma hoy conocerá quien es en realidad Henry Adams, sabrá que fue él quien fingió el accidente de los padres de ella para acabarlos. Sabrá de la obsesión que el tuvo por ella, de las amenazas a Andrew. De todo.

Lo odiará y yo, yo la ayudaré para conquistarla. Para llevarla a ella y a su hijo lejos del monstruo destructor que es Henry Adams.

Voy a alejar a Emma de la vida de Henry. Voy a alejarla de la cruz que carga por ser la mujer de él Lord.

Emma no es de Henry.

Emma es mía.

NUESTRO INFIERNO I || OFICIALWhere stories live. Discover now