NUESTRO INFIERNO I || OFICIAL

28

Emma

No me despego de sus labios, no puedo parar de besarlo mientras siento sus caricias.

—Hemos estado más de una hora en la bañera, quedaremos como pasas arrugadas. —Digo y el ríe.

—Serás una pasa arrugada muy sexy. —Muerde mi labio y sonrío besándolo suave reposando la cabeza en su cuello.

—¿Hasta arrugada te pareceré sexy? —Acaricio su barbilla.

—Hasta arrugada. Así cuando estemos viejitos, juntos. Arrugada, sexy y mía. —Dice y río besando sus labios.

—Henry, te amo. —Lo miro y sonríe.

—Te amo también. —Besa mi frente y vuelvo a acurrucarme en su pecho para continuar disfrutando de sus suaves caricias sobre mi sensible piel.

Y si, nos quedamos un poco más así, abrazándonos, disfrutándonos. Hasta que tuvimos que salir. Henry se encarga de cubrirme con una toalla secándome el cuerpo entero para después caer rendida en sus brazos en nuestra cama.

Benson.

Alessandra llega puntual a nuestra Reunión. Luce bien con un vestido ajustado que no deja nada a la imaginación, con unos lentes oscuros y enseguida se sienta y ordena un café mirándome seria.

—Dime lo que me tengas que decir. Y espero que de verdad me convenga como tanto presumes porque de lo contrario, habré perdido mi tiempo. —Dice.

—Tu también quieres a Henry lejos de Emma, ¿no?. Eso es lo que te propongo. Separarlos.

—Eso ya lo sé. ¿Pero como? Que cada vez que veo a Henry parece que está idiotizado por esa maldita hija de puta. —Dice.

—Fácil. Conocemos a Henry. No tolera, no pasa, no perdona ni una traición. Venga de quien venga. Todos los cargamentos que ahora deja a manos de Emma serán incautados por gente que conozco. Yo haré pasar esos cargamentos como robados y eso obligará si o si a Henry a alejarse de Emma. Lo conozco, he trabajado para él por años...

—Ay Benson por dios, a como veo a Henry, es capaz de perdonarle todo a esa mujer. —Dice.

—No lo creo... no a como mi gente y yo disfrazaremos las cosas. Además el odio será mutuo, utilizaré otra de mis cartas. Porque hay algo que pocos saben... Henry mató a los padres de Emma... ellos trabajaban para Henry. Necesito separarlos para que mi gente actúe acorralando a Emma para contarle, con eso, ella jamás lo perdonará. Nosotros así manipularemos a Henry... y ahí... tu tendrás libre el camino con él y yo con... yo lograré mi objetivo. Entonces... para separarlos, en cuanto Henry se enteré de lo de Emma, tendrás que entrar tu a consolarlo... Henry es hombre, es débil, caerá.

—Y para eso soy experta... —Sonríe. —Bien, cuenta conmigo Benson. Pero que las cosas sean rápido. Porque no soporto ver a esa arpía aprovechándose de mi Henry... Si vas a sabotear los planes de Emma, los cargamentos que Henry le autoriza como "su mujer" tienes que empezar ya y aprovechar los cargamentos de los franceses y....

—Lo haré. Ya tengo la logística de los aviones. Mi gente ya tiene la información para atacar uno de ellos, para robarse la mercancía y achacársela a Emma. Si será pronto Alessandra, pero no en días. Las cosas que valen tardan más. Tenemos que juntarle un buen de fracasos a Emma, juntarle más cosas que tengamos que puedan poner a Henry en contra de Emma... Y a Emma en contra de Henry. A partir de hoy trabajamos juntos, para separarlos.

—Si. A partir de hoy, somos socios en esto. —Me dice la Italiana con una sonrisa de oreja a oreja.

Por obvias razones no puedo hablarle de Michael Greg, mi "socio" <<Marioneta>>, en la policía. Y a Michael, no puedo hablarle de la Italiana. Alessandra significaba mi forma de alejarlos a ambos y Michael, mi forma de tomar el poder de Henry y de la policía, tener tanto el poder de la mafia como el de la policía para ser indestructible, para que nadie se atreva a retarme, claro está, teniendo a Emma Ridley a mi lado, como mi mujer, mi reina, mi señora.

Emma

Bostezo abriendo los ojos. Sonrío viendo a Henry dormido.

Después de la ducha de anoche, me quedé encima de él, desnuda. Y él, debajo de mi, desnudo.

Ronca, ronca continuando con su sueño profundo y lo entiendo, porque después de salir de la ducha me hizo el amor un par de veces antes de dejarme completamente agotada.

Me fijo en su rostro. Por un largo tiempo.

¿Por qué lo veo como el ser más perfecto del mundo? ¿Por qué siento que el corazón me late al mil por hora cuando su piel está cerca de la mía?.

Sí, lo amo, lo amo como una desquiciada. Como a una loca. Pero... ¿Hay una definición más allá de "amor"? Porque si la hay, es lo que siento por este hombre.

—¿Vas a seguir observándome así o vas a besarme para darme los buenos días y despertarme? —Dice aún con los ojos cerrados. ¿Cómo carajos se había dado cuenta que estaba despierta y que estaba mirándolo?.

—Puedo hacer las dos. —Respondo acomodándome mejor encima de él. —Puedo besarte y mirarte, mi amor. —Beso sus labios y él pone más candente el beso. Me toma por las caderas y por instinto me balanceo sobre su erección.

—¿Erección matutina? —Gimo restregándome sobre su erección.

—Matutina, vespertina, nocturna... sea de día, noche, lo que sea... así me la pones... —Dice con la voz ronca y sonrío quitándome la sábana que me cubría. Las pupilas de sus ojos se oscurecen y se muerde los labios mientras le sonrío acomodándome abierta de piernas encima de él mientras lo masturbo.

—Que dura, mi Lord. —Me muerdo los labios mientras agito su falo escuchándolo gruñir entreabriendo la boca centrando sus ojos en los míos. —¿Le molesta si me lo follo? —Digo completamente húmeda y su risa pícara me responde antes que las palabras que suelta.

—Móntame. —Gruñe y sonríe, acomodando su verga en mi entrada. Doy movimientos que la dejan por completo dentro de mi arrancando un gemido alto que sale de lo mas profundo de mi, mismo que lo enloquece porque me toma por el trasero azotándome y obligándome a montarlo con rudeza. Me muevo sin piedad, desconociéndome a mi misma porque brinco encima de su polla como una cualquiera, gimiendo, gritando. Queriendo más. Los azotes, los besos, las lamidas en mis pezones me descontrolan más y termino adueñándome de sus labios.

Feliz, feliz de que mi hombre me haga suya, de que yo lo haga mío. De que ambos nos amemos, nos disfrutemos.