46.- "Añoranza"

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No podía tomar sus lecciones con normalidad al igual que el resto de jóvenes de su edad, aquellos que también asistían a la academia real. Siendo el príncipe en la línea de sucesión, tenía más lecciones y de formación más rigurosa, entre ellos estaban los estudios de gobierno. Valtrana consideraba que sus recurrentes malestares podrían deberse al exceso de esfuerzo, tanto físico como mental, así que se saltó una de sus lecciones para hablar con su padre al respecto. Debido a su posición, los guardias no anunciaron su llegada y, antes de que su mano en puño golpeara la puerta que conducía al salón del rey, escuchó un par de voces provenientes del otro lado.

—Encuentra una solución —exclamó Leofris.

—Le hemos dado todo tipo de infusiones para reforzar su salud, pero el príncipe parece tener una constitución débil —mencionó Waldrión.

—Mi primogénito no puede tener una excepcional apariencia y una salud deficiente. Nuestra estirpe no admite nada más que la excelencia, por lo que, si su salud no mejora, deberé recurrir a otro heredero.

El severo tono en sus palabras le erizó la piel, todos aquellos privilegios de los que gozaba podría desvanecerse en el momento que admitiera su debilidad, incluido el afecto de sus padres. Una profunda vergüenza lo invadió por completo, quería llorar, pero contuvo sus lágrimas e indignación. Regresó al estudio donde lo esperaba un malhumorado profesor, Valtrana se disculpó con cortesía y una radiante sonrisa, un agradable semblante tras el cual ocultaría cada una de sus emociones, aquellas que no eran aceptables para el resto. La idea de convertirse en aquello que los demás esperaban de él fue la que imperó en su cabeza.

Cuidaba cada uno de sus movimientos y se esforzaba por mantener una perfecta postura, así los golpes correctivos disminuyeron y fueron sustituidos por abundantes elogios. Esa falsa amabilidad lo llenaba de dicha, le indicaba que hacía lo correcto, que debía suprimir su imperfecto ser, aquel que no era digno de ser el futuro rey.


Las doncellas llamaron a su puerta y lo despertaron, Valtrana se sentía cansado, como si no hubiese dormido absolutamente nada. Se tomó un instante antes de permitirles ingresar, pues su aspecto era terrible. Al mirarse en el espejo, recordó ese sueño de cuando era pequeño, al igual que Lucalus. Hacía bastante tiempo que no pensaba en ello, creía haberlo olvidado, pues sus acciones tras el primer encuentro con la joven que creía su salvadora, desafiaban por completo la autoridad de su padre y hacían peligrar su posición. Sin embargo, Valtrana era astuto, su padre ya no podía tener más hijos, aunque Lucalus fuese el segundo príncipe, era hijo de la concubina y, dadas las estrictas reglas del linaje real, los sucesores solo podían ser elegidos de los hijos que tuviera con la reina. Leofris poseía la facultad de modificar sus preceptos, pero su conservador pensamiento le impedía hacerlo, por lo que podía desafiarlo un poco y mantenerse como el heredero.

Una vez que su aspecto lució fresco y relajado, les permitió acceder en la habitación. La luz que se colaba por las ventanas y bañaban al príncipe le otorgaban una majestuosa apariencia. Ellas quedaron embelesadas por la imagen frente a sus ojos, Valtrana sonrió para sí mismo, engañar a los demás era tan sencillo que se había vuelto aburrido. Sus miradas llenas de admiración y sus amables palabras dejaron de tener el mismo efecto en su ego.

Tan pronto como terminó de ingerir sus alimentos, una de las damas de la princesa Aurora se aproximó con un mensaje para él. La joven quería ir de compras a la ciudadela en compañía del príncipe. Valtrana tenía otros asuntos de mayor envergadura, como averiguar al responsable detrás del incidente del veneno. Se negaba a la posibilidad de que dicho incidente fuese un efecto del descontento de su padre o algún miembro de su facción. En su cabeza se formó una idea distinta, temía que se debiese al desquite de una mujer rencorosa, lastimada, no solo una mujer, una princesa que fue echada a un lado por priorizar a una plebeya. A una persona con esas características, Valtrana temía represalias.

Valtrana [BL]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang