68.- "Revelaciones [Parte 1]"

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La voz de Zaran al otro lado del emblema contenía una terrible noticia, las fuerzas militares de Erdine habían invadido y destruido la aldea Alba, para tomar por la fuerza a más de veinte seres alados y, de no haber intervenido el Rey Dragón, hubieran arrasado con el lugar entero. Un sabor amargo se esparció por la lengua del príncipe, le era difícil creer que un acto de agresión tan ruin fuese orquestado por su padre, pero no existía otra explicación, nadie tendría el poder de enviar tantos efectivos a dicha zona, la cual se suponía no era conocida y cuyo intrincado acceso se los había impedido todo ese tiempo. Se resistía a creer que su padre era un monstruo, farsante y capaz de ordenar una masacre. El Nigrum le comunicó de inmediato que tanto el rey Dragón como la reina Alba llegaron a un consenso para evitar una guerra, el plazo que tenía para recuperar a sus hermanos alados vivos y sin daño. Además, le envió el mensaje escrito con la segunda condición, al leerlo, Valtrana se quedó con la garganta seca y la sangre parecía haberse congelado en sus venas, estaba aturdido al igual que ser golpeado fuertemente en un lado de la cabeza. Se sentía sobrepasado por el momento y nadie más podía saberlo, se encontraba en un estado de shock, pues la segunda condición le pareció excesiva, así que controló sus expresiones para evitar delatarse e hizo pedazos el documento.

Aclaró su garganta para agradecer a Zaran por su intervención y les dio instrucciones precisas sobre el lugar de encuentro, en el límite oeste de Lioden y cerró el portal.

—¿Estás bien? —preguntó el joven al percatarse de lo pálido que se volvió el rostro del príncipe.

—Yo...—El sonido de la puerta al ser golpeada lo interrumpió.

Una doncella llamó a la puerta, con la noticia de que había llegado un mensaje del General Balor para el príncipe heredero. Valtrana recobró la compostura y tomó el pergamino, nada podía ser peor que lo contenido en el mensaje de los soberanos de Celes. En el documento, Jurian le informaba de manera concisa el descubrimiento del túnel que conectaba su reino con Sylverant, así como sus sospechas. Con la intensidad de un rayo, la imagen del hombre que vio en el bosque llegó a su mente. Su cuerpo recordó vívidamente el inmenso temor que le provocó y lo vulnerable que se sintió en su presencia. Valtrana no tenía dudas, pues ese hombre se presentó como príncipe de Sylverant y, si un miembro de la realeza se encontraba en su reino, era evidente que no estaría solo, por lo que una posible ocupación era viable. Le aterraba la idea de que el ejército enemigo estuviera compuesto por hombres con el mismo nivel o superior al de Siran Akfor.

—Esto es demasiado para mí —Valtrana llevó una mano hasta su cabeza y se dejó caer en el sofá más cercano.

—¿Hay algo peor que lo dicho por Zaran? —cuestionó el joven con un tono preocupado.

—Mi padre me mintió que desconocía la existencia de los Alba Cornu y lo que los nobles hacían con ellos, además ordenó secuestrarlos, provocando así la furia del rey Dragón, un ser que por sí solo podría acabar con todos los habitantes de Erdine. Como si eso no fuera suficiente, nuestro reino está siendo invadido por Sylverant y entre sus filas tiene un hombre al que ninguno de nosotros podría hacer frente.

Se sentía como una marioneta de su padre, pues él sabía todo aquello que Valtrana fue descubriendo durante casi un año, sospechaba incluso de más. Era la primera vez que la palabra bufón, aquella con la que el joven lo llamaba con frecuencia, le calaba tanto. Sintió una enorme roca de responsabilidad cayendo directamente sobre él, aplastándolo y provocándole dolor de cabeza, aunque el peso disminuyó un poco al manifestarlo con palabras, la sensación desagradable persistía.

—¿Eso dice la carta? —preguntó el joven y el príncipe negó con la cabeza—. ¿Entonces cómo llegaste a esa conclusión?

—Porque fui atacado por ese sujeto, su nombre es Siran Akfor. No fue una alucinación, de hecho, esos hongos me salvaron cuando se los arrojé, él parecía más afectado que yo —Los ojos del joven se abrieron de más ante sus palabras.

Valtrana [BL]Where stories live. Discover now