13.- "Sigue siendo un hombre..."

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Luciel quería soltar lo más pronto posible la mano de Valtrana, pero le fue imposible, el príncipe la había aprisionado con la suya hasta llegar al comedor. Al atravesar el gran arco, Luciel se vio deslumbrado por las gemas que iluminaban el amplio salón, los detalles en dorado y los objetos de madera que adornaban, hacían de esa habitación algo acogedor. Aunque el ambiente distaba de ser agradable.

El aire se sentía pesado, la sola presencia del rey ocupando el lugar principal de la mesa daba esa impresión de intransigencia. También se encontraban sus dos esposas en lados opuestos y su hijo menor. Sobre la mesa estaban acomodados los cubiertos de forma perfecta y los platos blancos lucían impecables, solo faltaba la presencia de ambos. Valtrana y Luciel tomaron asiento del lado donde se encontraba la reina Hesda, siendo Luciel el más alejado del rey. La mirada que Leofris le dedicaba a Luciel era tan dura como la primera, siempre tratando de descifrar que era lo que le resultaba atrayente de esa joven a su hijo, pero al final no obtenía una respuesta satisfactoria.

Luciel se sentía incómodo ante el peso de las miradas, pues no solo el rey lo veía de forma despectiva, también su concubina lo hacía. Fue por ello que Luciel mantuvo la mirada baja para no cometer errores que delataran su verdadera naturaleza. Valtrana por su parte, ignoraba la situación en la que Luciel se encontraba y solo se concentraba en sí mismo. El silencio entre los miembros solo empeoraba el ambiente.

La reina Hesda, examinaba a detalle lo que sucedía a su alrededor y para aligerar un poco las cosas comenzó a hablar de los nuevos establecimientos de la ciudadela. El rey desvió su atención del joven Vawdrey, el cual se sintió agradecido por ello. Los sirvientes se dispusieron a servir la cena, el primer plato era pequeño y pasó sin mucha importancia, sin embargo, la jugosa carne del plato principal resaltaba en la deslumbrante vajilla. Luciel no había visto un corte de carne con tan firme textura, ligeramente delgado y sin hueso, además el olor que desprendía era exquisito. Miró de reojo a los demás cuando tomaron los cubiertos, con una elegancia de la cual carecía.

Los modales del joven Vawdrey no eran tan refinados como los miembros de la realeza, pero al menos sabía cómo utilizar los cubiertos. Al probar el primer bocado y deleitarse con su delicioso sabor, vino a su mente su querida hermana, quería que ella también pudiera comer algo tan bueno como eso. Al concentrarse tanto en el sabor, Luciel no se percató de una pequeña mancha en su comisura izquierda, pero Elaine si la notó y emitió una leve sonrisa burlona.

Hesda al darse cuenta del motivo de esa risa, advirtió a su hijo para que este a su vez lo hiciera con su esposa. Valtrana captó el mensaje silencioso de su madre y al voltear hacia Luciel le hizo un gesto con su dedo a la altura de la comisura. Luciel imitó el gesto de Valtrana y con su mano limpió el resto de comida. Elaine de nuevo sonrió y Luciel se sintió avergonzado. Durante el resto de la velada, Valtrana ignoró a Luciel hasta el momento de retirarse del comedor, cuando tomó de nuevo su mano, pero antes de salir, Leofris llamó a Valtrana para hablar en privado.

Valtrana le indicó a Luciel que fuera al dormitorio y de inmediato fue con su padre. Ambos se encerraron en su despacho y Leofris le pidió que tomara asiento. Valtrana intuía que no podría ser algo bueno, imaginaba que podría estar relacionado con la reciente acción vergonzosa de Luciel. Sin darle vueltas al asunto, Leofris le comunicó a Valtrana sobre su decisión.

—Antes jamás me habías solicitado algo así, ¿por qué ahora? —preguntó el joven príncipe.

—Porque ahora eres todo un hombre, tomaste una aventurada decisión al desposar a una plebeya. Así que puedes encargarte perfectamente de algunos asuntos de estado —respondió Leofris.

Valtrana entendió que esa solicitud era una forma de castigo por parte de su padre, pero a la cual no podía negarse, suficiente había hecho con desposar a una mujer que él no aprobaba.

Valtrana [BL]Where stories live. Discover now