50.- "Tierra helada"

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Experimentó la sensación de haber sido tragada en un abismo, su corazón se estrujó y soltó de golpe el pesado costal de sal que cargaba a sus espaldas. La respiración le faltaba y experimentaba un profundo pesar, más allá del gélido clima o el arduo trabajo, algo en su interior no se sentía bien.

—¡Vawdrey, levanta eso y llévalo hasta el almacén! —Exclamó el hombre con voz áspera a la vez que señalaba un costal en el suelo.

Levantó el costal y lo colocó dentro del gran almacén, se apoyó en los costales apilados con la cabeza hacia abajo, llevó la mano a la altura de su pecho y estrujó esa zona con fuerza. Ya había padecido las consecuencias del extenuante trabajo y del interminable invierno de Norde, por ello entendía que su malestar se debía a algo más, pues tenía un terrible presentimiento, que algo malo le hubiese sucedido a su otra mitad.

«Nunca había sentido tanto miedo, desde lo de mamá» —La joven contuvo sus lágrimas.

Durante todo ese tiempo, su intuición le dictaba que su hermano estaba bien, que aún respiraba, lo cual era suficiente para saber que en algún momento se reencontrarían y todo volvería a ser como antes. Ese agudo dolor en su pecho se sentía al igual que arrancar un pedazo de su ser, de forma brusca y sin aviso. Experimentaba un inexplicable vacío, tristeza y la razón detrás de ello le aterraba. No podía perder la calma, estaba bastante lejos de su hogar, de tener alguna noticia de su hermano, así que se forzó a sí misma a levantarse, sacudirse la sal que le salpicó encima de su gruesa ropa cuando el costal se cayó, luego la que acumuló al recargarse sobre ellos.

Al cumplir con su trabajo diario, recordó ese día cuando tocó el hombro de Luciel y observó una imagen de él y el príncipe siendo bastante cercanos, pudo sentir un profundo afecto de su hermano hacia el príncipe, pero no percibió sentimiento alguno proveniente por parte de Valtrana. Estaba desconcertada, puesto que ese tipo de relación estaba prohibida en el reino, además, se trataba de un miembro de la realeza. El temor la invadió al imaginar que su querido hermano se involucrara de forma extraña con ese hombre que tanto le desagradaba, que le resultaba falso y con intenciones turbias. Temía que su hermano sufriera por causa de él, siendo un juguete para su diversión egoísta, fue así que cuando le anunciaron su forzado compromiso nupcial, tomó la difícil decisión de marcharse. Así el príncipe enfocaría su ira en ella, quizá el rey y su facción se lo agradecerían, pero sobre todo quería evitar que su hermano se acercara más al príncipe.

En el instante que Lucina tomó el lugar de su hermano comprendió lo difícil que fue para él todo ese tiempo. Su frágil aspecto no solo le atraía burlas, sino acercamientos inapropiados de hombres despreciables. Siendo mujer, la situación era insoportable, sin embargo, al ponerse en el lugar de Luciel, todo se volvía aún más difícil, pues significaban duros y constantes golpes en su hombría. Siempre consideró que comprendía a la perfección su situación, pero no fue sino hasta este momento que en realidad lo hizo. Se arrepintió de aconsejarlo en dejar crecer su cabello, ya que ella misma tuvo que cortarlo demasiado, para reducir un poco esas desagradables situaciones al tomar su identidad.

Se vistió con la ropa de Luciel para ocultar su verdadero ser y poder encontrar un empleo, pero los trabajos para los hombres no eran envidiables, puesto que eran difíciles de gestionar. Le costaba mucho levantar los pesados recipientes hasta la altura de su cabeza, quitar los corchos de las grandes botellas y verter sus líquidos, así como utilizar herramientas para labrar la tierra, apenas era físicamente capaz de realizar dichos trabajos. Le estremecía la idea de ser descubierta debido a su torpeza. Lucina temblaba por el esfuerzo, sus manos se endurecieron, heridas frecuentes aparecían en sus extremidades y el dolor se asentó en su espalda. Lo consideró el precio justo por alejar a su hermano de ese terrible futuro. La joven era obstinada e inocente, continuó con las arduas labores hasta que su cuerpo se fue acostumbrando poco a poco.

Valtrana [BL]Where stories live. Discover now