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Era una fría noche de verano cuando terminó de enterrar el cuerpo. 

En lo profundo de su mente la tumba recién cavada yacía: 

Aylin Winchester

1961–1977

Esa niña se había ido. Muerto. 

En su lugar ahí estaba ella, escuchando con desdén la música que provenía del interior del salón de la Mansión Malfoy. Una especie de impostora. Preguntándose sobre la reunión que tenía lugar detrás de esas puertas cerradas que no le habían permitido cruzar. 

Era una fría noche de verano cuando finalmente aceptó ser la persona que siempre le habían dicho que tenía que ser, contra la que había luchado durante toda su vida. Lo veía ahora, tan claro como las estrellas sobre su cabeza, esto era lo que estaba destinada a ser, esto era para lo que había nacido. 

Cerró la puerta hacia la tumba, le echó llave y perdió la llave en lo más profundo de su ser. 

No hubo luto para la niña enterrada debajo. La niña que solía ser.

···


1 de septiembre de 1977

Viernes primer día del mes y la estación Kings Cross estaba abarrotada. Las personas no estaban contentas con eso, en absoluto. Hombres y mujeres de trajes o uniformes corrían por los andenes tratando de arribar a su destino a tiempo. 

Para el mundo mágico no era tan diferente. El tren partía siempre en punto. 

Magos y brujas corrían atravesando al andén mágico que los llevaría de regreso a su hogar. 

Hoy era el día de volver a Hogwarts. 

Una peculiar cabellera rubia desentonaba en el andén, no solo por el color pálido de su piel o su paso poco acelerado que partía a las multitudes abriéndole paso, sino porque estaba sola. No había amigos o familiares a su alrededor, nadie que fuera decir su último adiós. Nada. 

Aylin Winchester se encontraba en la orilla de la plataforma, lo bastante cerca para sentir el calor de la máquina a centímetros de ella. El rojo carmesí del tren vibraba debajo de sus dedos. 

Ahogó el suspiro que crecía en su garganta, tratando de ignorar la cantidad de personas que estaban abordando. 

Aylin nunca había visto a tantos magos en una misma estación de tren. 

Ella sabía lo que tenía que hacer, había recibido sus instrucciones días atrás. Sabía que en breve se encontraría con lo demás y dejaría de estar sola, a pesar de eso su mano había comenzado a jugar con el anillo que colgaba desde su cuello. Un talismán, un recuerdo de lo que era, de lo que debía de hacer. De por quién lo hacía. 

Al darse cuenta de lo que inconscientemente su mano hacía, se detuvo. Su madre había sido muy clara con ella, manías como aquella solo denotaban una cosa: debilidad, y solo las niñas indefensas mostraban debilidad. 

Ella no era una niña. 

Ella no estaba indefensa. 

Se sentían como siglos desde la primera vez que le había dicho eso. Desde la última vez que había escuchado su voz. 

La bruja mentiría si dijera que extrañaba su viejo hogar, su antigua escuela o la vida que había dejado atrás al abandonar el continente americano. No era así, no había nada allá para ella. Ya no. 

Sin poder contenerse, jugó con el anillo de nuevo.

—Sabes, Winchester —dijo una voz, sacándola de sus pensamientos—, para que el tren te transporte debes subirte a él primero, ¿o acaso no tienen de esos allá de donde vienes?

Una de sus comisuras se elevó al escucharlo y sin girarse respondió: 

—Oh, sí los tenemos, solo que dejamos de utilizarlos. Pensamos que son un poco...¿cuál es la palabra?—se giró a observarlo—primitivos

Regulus Black enarcó una de sus muy oscuras cejas, en sus ojos azules un dejo de diversión. 

Aylin le sonrió, de esa manera petulante y fría en la que se había acostumbrado a sonreír.

Notó una de sus comisuras elevarse. Todo era ángulos y finas líneas en su rostro. 

—Hablo en serio Winchester, deberíamos abordar. —El mago se agachó hasta tomar el equipaje de la rubia y sin esperarse a ver que ella lo siguiera entró al tren. 

Aylin soltó un suspiro, sabiendo que no podría posponer lo inevitable por más tiempo. Era hora de abordar. De comenzar esa nueva vida.

Sintió el frío del anillo entre sus dedos una vez más y lo presionó con fuerza, formulando en su mente la promesa que no se atrevería a decir en voz alta. Cerró la puerta al desastre interno de su mente y, finalmente, echó a andar detrás de Regulus al interior del tren.

···

A solo unos metros de distancia, Sirius Black observaba la escena con ojos curiosos. 

Hacía más de un año desde la última vez que había cruzado palabra con su hermano menor. Desde la noche en la que, como un ladrón entre las sombras, se había visto obligado a escapar del lugar que por años fue su casa. 

Esa noche de un año atrás Regulus y Sirius Black habían dejado de identificarse como hermanos, a pesar de eso, aún se amaban.

Suspiró, deseando poder acortar la distancia. 

—Vamos Canuto. —Lo apresuró su amigo de lentes—. No pienso perder nuestro último tren a Hogwarts.

Sirius desvió su mirada de donde estaba fija, para mirar a James Potter con una sonrisa en sus labios. Tragó el nudo en su garganta obligándose a olvidar la amargura de un momento atrás pues su amigo tenía razón, aquel era su último viaje a Hogwarts y no estaba dentro de sus planes arruinarlo.

Miró a James una vez más, sonriéndole con malicia y, sin advertencia alguna, echó a correr hacia el tren, riendo desaforadamente al escuchar las quejas de su hermano, tal vez no de sangre, pero de corazón. 

No se detuvo en ningún momento, al menos no hasta llegar al compartimento que habían bautizado como suyo tantos años atrás, encontrándose dentro de este a los otros dos miembros del cuarteto más emblemático de todos, Los Merodeadores. 

No fue hasta que se instaló dentro del compartimento que pudo respirar en paz de nuevo, pues estaba dirigiéndose al lugar que era su hogar, acompañado de las personas que reconocía como su familia. No necesitaba nada más en la vida, pues ahí, dentro de ese pequeño cubículo, lo tenía todo. 

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Publiqué el primer capítulo. 

¡Publiqué el primer capítulo! 

Aún no acabo de creerlo *inserta gritos de fangirl*

Espero les haya gustado este primer vistazo a la vida de Aylin Winchester. 

Also, Reggie es la cosa más divina del mundo (de verdad, es que solo mírenlo). Habrá mucha, en serio, mucha interacción con él, sí que sí. 

Gracias por estar aquí. 

Sigue adelanteeeeee. 

Los tqm <3

C O M E N T A,  V O T A,  C O M P A R T E

xoxo 

MadaM Querr

Traitors-(Sirius Black) [EDITANDO]Where stories live. Discover now