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—¿Dónde demonios se metió Regulus? —preguntó Aylin al aire, parándose en las puntas de los pies, tratando de divisar la cabellera azabache de su amigo entre todo el mar de alumnos que salían por las puertas de Hogwarts hacia Hogsmeade. 

En todo lo que iba del ciclo, Aylin jamás había visto a tantos estudiantes desesperados por salir a Hogsmeade un gélido sábado por la mañana como ese. El catorce de febrero tenía esa clase de efecto en las personas. 

—Sabes —dijo Evan junto a ella—, ni siquiera esos temibles centímetros extras van a hacer que lo encuentres, no está aquí.—No necesitó divisar entre las filas de personas, sabía que Regulus no estaría ahí. Él se había encargado de eso. 

Buscó durante unos minutos más, tratando de contener el aliento pues todo a su alrededor olía a perro mojado y pino. Las ventas de amortentia temporal en Zonko jamás se disparaban tanto como en esa fecha. 

—Olvídalo —gruñó frustrada—, probablemente el maldito sigue durmiendo o algo así. Él se lo pierde. —Dio media vuelta y echó a andar hacia el pueblo.

En seguida escuchó los pasos de Evan alcanzándola en silencio.

No era la primera vez que Regulus los abandonaba un sábado por la mañana, pero Aylin no podía sacudirse la sensación de que esta vez el silencio entre ellos estaba cargado de algo que no podía reconocer.

¿Siempre ha sido tan pálido?

—¿Todo bien, Evan? —interrogó tentativamente, pero el mago estaba demasiado sumergido en sus pensamientos como para escucharla—. Tierra llamando a Evan, ¡holaaa! —Agitó una de sus manos frente del rostro del mago, rompiendo con su concentración. 

—¿Qué? —Por un instante se encontraron sus miradas, luego, Evan volvió a desviar su rostro—. S-sí, todo bien.

Aylin enarcó una ceja frenándose frente a él, al mismo tiempo en el que Evan daba un paso. Quedaron cerca.

Por un breve breve instante ninguno se removió de su sitio. Aylin podía notar la batalla teniendo lugar en sus ojos zafiros. Luego, Evan retrocedió, desviando su cuerpo hacia un costado. 

—Solo...estaba pensando...

—Nada bueno puede salir de eso nunca —bromeó la bruja, tratando de aligerar al ambiente. 

Lo sintió torcer los ojos. 

—Verás, pues tú sabes que, sí, bueno, hoy, el día es hoy y yo no... —Se detuvo un momento antes de seguir avergonzándose—. Hoy es catorce de febrero y yo no...

Aylin se rio, interrumpiéndolo. 

Se rio tan fuerte y de manera tan repentina que terminó sosteniéndose de sus rodillas, tratando de asfixiar las ruidosas carcajadas en una de sus manos. 

Evan la observó, soltando una pequeña risa que no llegó a sus ojos. 

—¡Por Merlín y Morgana! —exclamó la bruja, limpiando un par de lágrimillas que se le habían escapado—. ¿Eso es lo que te tiene tan preocupado?, ¿el catorce de febrero?

Evan se limitó a asentir, mirando sus zapatos como si fuesen lo más interesante del mundo.

—Por los dioses Evan—sonrió—, no tienes que preocuparte por eso, no voy a llevarme la idea equivocada o algo por el estilo. —Se enderezó lentamente, reacomodando los bordes de su ropa. 

—¿La idea equivocada?

—Sí, ya sabes, pensar que esto es una cita o algo por el estilo. —Se rió de nuevo—. Por Merlín, no, no, yo sé muy bien que tú y yo somos amigos, y nada más.

Traitors-(Sirius Black) [EDITANDO]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora