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Cuando Regulus le había mencionado "casualmente" al mayor de los Black sobre el cumpleaños de la rubia, este no había tenido mayor remedio que tomar cartas en la celebración del asunto, pues por lo que le había dicho su hermano menor esa mañana en el Gran Comedor, la rubia no planeaba festejar su día y eso era algo que Sirius Black jamás podría permitir.

Luego de conocer toda la historia del pasado de la bruja y saber que ese era el primer cumpleaños que pasaría sin su familia, en un país completamente desconocido, rodeada de personas que no podían ser peores ni aunque se lo propusieran, el mago había terminado proponiéndose una misión personal, darle el mejor cumpleaños de su vida a Aylin Winchester y estaba determinado a cumplirla.

–Sirius, ¿a dónde lleva esto? –preguntó impacientemente la bruja mientras era arrastrada por el mayor de los azabaches a través de un oscuro pasadizo que había aparecido detrás de un enorme espejo en el cuarto piso.

Aylin ni siquiera sabía de la existencia de dicho pasadizo, mucho menos de a dónde dirigía ni cómo era que Sirius lo conocía.

–Ya no falta tanto.

–¿Hacia dónde lleva esto? –insistió la rubia.

–Al país de Nunca Jamás, Winny –respondió sarcásticamente, sin detener sus pasos.

–¿Qué demonios es eso?

Sirius se detuvo abruptamente en ese momento, causando que la bruja terminara chocando con su espalda.

–¿Qué demonios? –se quejó Aylin.

–¿No sabes qué es el país de Nunca Jamás? –interrogó el azabache, ignorando las quejas de la bruja por haberse detenido de esa manera– ¿Peter Pan?, ¿Wendy?, ¿No?

Aylin se limitó a negar.

–Necesitamos arreglar eso –sentenció el ojigrís, retomando la marcha.

Anduvieron por unos minutos más hasta que finalmente divisaron la luz al final del túnel. Por los pocos minutos que caminaron, Aylin había deducido que no podían estar demasiado lejos de Hogwarts, sin embargo, jamás hubiera creído que habían abandonado por completo los terrenos de la escuela hasta que vio los establecimientos que había recorrido muchas veces antes con la misma expresión de alegría en su rostro. Había algo de aquella villa mágica que siempre la ponía muy feliz.

–¡Hogsmeade! –exclamó alegremente la rubia–, ¿cómo es que conoces un pasadizo que te lleve fuera de la escuela?, Oh por Salazar, ¡estamos fuera de la escuela! –exclamó aterrada en cuanto la realización de lo que aquello significaba cayó sobre ella–. Estamos a fuera de la escuela –comentó una segunda ocasión, permitiéndose un momento para asimilar la información, sonriendo traviesamente hacia el azabache, el cual sonreía de la misma manera.

–Qué bueno que te guste venir a Hogsmeade, desafortunadamente, no es nuestro destino final –dijo el azabache, ganándose automáticamente una mirada de parte de la bruja la cual, hasta unos segundos atrás, se había dedicado a apreciar el terreno en plena primavera. Sirius estuvo a punto de cancelar todos sus planes solo para regresarle la sonrisa a la chica.

–¿De qué hablas?, ¿cuál es nuestro destino final?

Obtuvo un guiño en respuesta por parte del ojigrís el cual tomó su mano arrastrándola con él hasta la parte alejada del pueblo, hacia un lugar en el que la bruja solo había estado en un par de ocasiones, cuando había llegado a Hogwarts ese primero de septiembre y en las vacaciones de Navidad, la estación de tren de Hogsmeade.

–Sirius, por favor dime que solo venimos a un puesto de periódico súper especial de por aquí o a observar las ventanillas de servicio y no esperas realmente que nos subamos a un tren.

Traitors-(Sirius Black) [EDITANDO]Where stories live. Discover now