Traitors-(Sirius Black) [EDITANDO]

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Aylin nunca había visitado una villa completamente mágica. 

En su país natal el secretismo de la comunidad mágica en el mundo de los no-majs (como ellos llamaban a los muggles) era aún más riguroso que en Gran Bretaña, tan solo unos cuantos años atrás la interacción entre magos, brujas y no-majs estaba prohibida, obligando así a las comunidades mágicas a permanecer ocultas. 

Los años pasaron y las cosas cambiaron y la superioridad con la que alguna vez se había conducido la comunidad mágica se fue perdiendo. La luz de un mejor futuro comenzaba a apreciarse, claro que nadie hubiese previsto que sería ese futuro lo que llevaría a las familias mágicas grandes y poderosas a escuchar por primera vez de Lord Voldemort. 

Apesar de todos esos cambios, Aylin nunca había visitado una villa mágica. 

Cuando se habían pegado avisos de que se visitaría Hogsmeade ese fin de semana, Aylin no cabía de la emoción. Evan y Regulus no habían podido zafarse de acompañarla durante el viaje, a pesar de que ninguno estaba particularmente emocionado de visitar el pueblo en el frío de esa mañana gris.

—Parece que va a nevar —comentó Evan, mirando al cielo con desagrado.

Los tres caminaban muy cerca uno de otro por el camino principal de la pequeña villa. Era una mañana particularmente fría para la temporada del año en la que se encontraban, el vaho se escapaba de entre sus labios cada vez que hablaban.

—Me gusta la nieve.

—Merlín, y yo que moría del pendiente —replicó Regulus, aún enfurruñado porque lo había hecho levantarse temprano en un sábado. 

—Hey, la nieve es bonita —defendió Evan—. Sería útil para encubrir un asesinato —añadió casualmente, un pensamiento del día a día. 

Regulus ni siquiera se molestó en registrar su comentario, mientras que Aylin se limitó a sonreír 

—No necesitarías de la nieve si hicieras las cosas bien desde un principio —corrigió la bruja, guiñándole al de los ojos zafiros.

—Preguntaría qué demonios está mal con ustedes, pero probablemente es algo que preferiría no saber, entonces...

—Es una idea interesante en realidad —continuó Evan—. Sabías que...

—No, y realmente no me interesa saber.

Probablemente hubiesen seguido con su argumento de no haber sido por la interrupción de una cuarta voz.

—Regulus. —Una antipática voz se hizo presente justo detrás de ellos, obligándolos a girarse. 

Aylin tuvo que contenerse de girar los ojos al toparse frente a frente con el mago de cabellos grasos, el mejor amigo de Regulus, Severus Snape.

Sobraba decir que no cabía simpatía en ella para el muchacho, no después de verlo entretenerse a costa de pequeños Hufflepuffs, algo en su interior se retorcía tan solo escucharlo hablar. 

—¿Listo para irnos?

Aylin arrugó el ceño, reprochándole en silencio al menor por su abandono. Regulus se limitó a asentir, despidiéndose con un gesto de las otras dos serpientes a las cuales había acompañado.

Desaparecieron ambos magos por el camino. 

Evan y Aylin lo vieron partir en silencio y, no siendo extraños de pasar tiempo juntos solo ellos dos, procedieron a continuar con su paseo. 

—Y..., ¿a dónde quieres ir primero? —preguntó Evan rompiendo el silencio. 

Aylin sonrió peligrosamente, tomó al mago de una de sus mangas y lo arrastró con ella por todo el pueblo.