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El primer horrocrux había sido destruido.

Dorcas Meadowes había muerto.

El segundo horrocrux había sido destruido.

Un pueblo muggle había sido reducido a cenizas.

El tercer horrocux había sido destruido.

Merlene McKinnon, Fabian Prewett y Gideon Prewett habían muerto.

Aylin se preguntó cuánto de lo que habían sacrificado era por su culpa, se preguntó si había valido la pena.

Luego, se preguntó cuánto más estaba dispuesta a sacrificar. Qué tan lejos estaba dispuesta a ir.

···

De lo primero que Aylin fue consciente al aparecer en el cuartel de La Orden fue de la sangre y los gritos, después, se dio cuenta de a quiénes pertenecían ambos.

–¡Maldito traidor de mierda! –Sirius gritó, estrellando su puño de nuevo en el magullado rostro de Remus Lupin debajo de él.

–¡SIRIUS! –Aylin corrió hasta él, tratando de separarlos.

–¿Eso eres, Lupin? ¿Un maldito traidor? ¡Creí que eras nuestro amigo!

Remus ni siquiera hacía el intento de defenderse ya. La sangre brotaba desde su labio inferior y su nariz. Aylin estaba muy segura de que esta estaba rota.

–¡Basta, Sirius! –trató de retener su brazo antes de que este impactara de nuevo en Remus, pero el mago era más fuerte que ella.

Golpeó a Remus de nuevo.

La bruja lo empujó, desconcentrándolo un momento, pero la ira empañaba su grisácea mirada y con su mano libre terminó empujándola fuera del camino, haciéndola aterrizar en el suelo.

–¡Sirius Orion Black, es suficiente! –sacó su varita haciendo levitar al azabache, alejándolo de Remus.

–¡Bájame!, ¡Bájame, maldita sea!

–No. No voy a bajarte hasta que no demuestres que puedes comportarte como una persona civilizada, Black.

–¡No lo entiendes! –Aylin ya estaba sobre Remus, inspeccionando sus heridas. El mago se veía casi tan mal como en las mañanas siguientes a la luna llena–. ¡Es el traidor! ¡Es el maldito traidor de mierda! ¡Nos ha mentido todo este tiempo!

Aylin ignoró al mago, concentrándose en el licántropo que parecía a punto de desvanecerse ahí mismo.

–¿Rem?, ¿Me escuchas? –llamó su atención, acariciando su mejilla, tratando de hacerlo reaccionar–. ¿Remy?

No hubo respuesta.

–¿Qué carajos hiciste, Sirius? –recriminó, girándose hacia el mago aún levitando a unos metros de ella.

–¡Lo que se merecía! ¡Aléjate de él, Aylin! ¡Aléjate de ese maldito mentiroso!

–¿De qué demonios estás hablando?

–¡Él es el traidor!

Antes de poder refrenarse, una risa escapó de los labios de la bruja.

–Oh, lo dices en serio –ahogó la risa al notar el rostro fúrico del mago.

–Sí, lo digo jodidamente en serio.

En ese momento, Remus se removió, abriendo los ojos.

–Me asustaste por un momento, Rem –dijo, ayudándolo a incorporarse–. Despacio, tómalo con calma.

Traitors-(Sirius Black) [EDITANDO]Where stories live. Discover now