Traitors-(Sirius Black) [EDITANDO]

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En cuanto el tronido de una aparición retumbó en la calle, seguido de un ruidoso golpe, todos los presentes de Grimmauld Place se pusieron alerta, sabiendo que su pequeño momento de paz se había terminado.

Sirius y James iban a la cabeza del grupo, dirigiéndose a la puerta con varitas en alto. En cuanto Sirius abrió la puerta un poco, James distinguió una silueta en el jardín, junto a los basureros metálicos que yacían en el suelo. Sin siquiera pensarlo, lanzó un hechizo.

—¡Maldición, James! ¿Quieres matarme?

—¡Lyns! —corrió hasta ella envolviéndola con tanta fuerza en un abrazo, que los pies de ella dejaron de tocar el suelo—. Jamás, nunca en tu vida, vuelvas a pedirme algo como eso. Dioses no sé qué habría hecho si te hubiera pasado algo.

—Estoy bien, Jamie —palmeó su espalda—. Eh, los pulmones son esenciales para poder respirar así que...

—¡Oh! Claro, claro, lo siento —la soltó, reacomodándola en el suelo, un pequeño quejido abandonó sus labios—. ¿Estás bien?

—Sí, solo un pequeño inconve...

—¡Aylin Winchester! —Sirius apareció por la puerta—. ¡Gracias a Merlín Voldemort no logró matarte porque justo ahora yo estoy dispuesto a hacer el trabajo por él! ¿¡Cómo se te ocurre hacer algo como eso!?, ¡Nos tenías a todos jodidos del miedo! ¡Casi mato a James yo mismo por haberte dejado ahí! ¿¡Acaso quieres matarme de un maldito infarto!? ¡No creas que porque...!

Aylin estampó sus labios sobre los de él.

—Yo también te extrañé —susurró sobre sus labios.

–No creas que porque...

Lo besó de nuevo.

Sirius la arrastró hasta él sosteniéndola por la cintura, tan cerca, que sus corazones latían uno sobre el otro.

—No debería ser ilegal todo el poder que tienes sobre mí.

—Que me arresten entonces.

—No estoy seguro de que ellos pudieran castigarte como es debido —ronroneó, rozando sus labios.

Ella sonrió traviesamente.

—¿Ah no?, entonces, ¿quién podría hacerlo? —susurró en el lóbulo de su oreja.

—¡Oh santo Merlín! Si sigo escuchando esto juro que quedaré traumatizado de por vida.

—Mierda James, acabas de arruinar su momento de reencuentro.

—No, no, James tiene un punto, no estoy interesado en ver a mi hermano convertirme en tío por segunda vez.

—¡Regulus!

—Oh vamos, Lily. Todos sabemos que si logran subir a la habitación nadie va a dormir esta noche.

James rompió en una carcajada limpia.

—Bien ya es suficiente especulación, Reggie —intervino Aylin, el rojo decorando sus mejillas—. ¿No piensas venir a saludarme?

No tuvo que insistir, pues el mago se abalanzó hasta ella inmediatamente.

—Me asustaste, estúpida.

—Yo también te quiero.

Lily y Remus aparecieron después junto a ellos. La pelirroja se abalanzó hasta ella en cuanto Regulus la soltó.

—¡Lo siento tanto! —exclamó, lágrimas decorando sus ojos—. Debimos haber insistido en quedarnos, debimos hacer frente contigo, dejarte ahí fue egoísta y sumamente...