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Capitulo 66:Grecia (870 A.C.)

870 A.C., Grecia

(Punto de vista de Jazmín)

Ha pasado un tiempo desde que comencé a viajar. Pasé un par de siglos en el Antiguo Egipto, donde me confundieron con una Diosa cuando salvé a un par de aldeanos de algunas serpientes hablando Parsel. Por alguna razón, pensaron que yo era la Diosa serpiente Wadjet y comenzaron a adorarme. Por supuesto, todo esto volvió al faraón, y terminé como asesor especial del Faraón durante algunas generaciones. Mi falta de envejecimiento parecía solidificar el hecho de que yo era, de hecho, una Verdadera Diosa, llegando incluso a hacerme algunos templos para rezarme.

La Verdad era que la vida como asesor del Faraón era aburrida. Fue emocionante durante un par de décadas, pero eso es todo y después de unos siglos, comenzó a volverse monótono. Incluso comencé a enseñar a ciudadanos con inclinaciones mágicas en la Capital, para distraerme, principalmente. Intenté no encariñarme con nadie. Los humanos tenían una vida útil tan corta que sabía que si me apegaba demasiado a ellos, comenzaría a desmoronarme por el dolor constante. Pero intentar y tener éxito no fue suficiente. Cuando murió mi primer alumno, supe que tenía que salir de allí. Así que me fui. No dejé palabras, no dije adiós. Lo superarán eventualmente.

Cuando me fui, no tenía idea de qué hacer con mi tiempo y simplemente decidí viajar. Pasé mi tiempo descubriendo todo el continente de África, viendo extrañas criaturas mágicas que se extinguirían en el futuro. Incluso vi los primeros asentamientos alrededor de lo que asumo será el Reino de Wakanda en el futuro, considerando la montaña de vibranio que había allí. Finalmente, decidí volver al norte pasando el mar Mediterráneo, a la Antigua Grecia. Por lo que recuerdo, durante este período de tiempo, Grecia se estaba volviendo interesante y tenía curiosidad por saber cómo era la vida en ese momento.

Me hice un bote transmutando la tierra en madera y dándole forma de bote y lo hechicé para que se dirigiera solo y acelerara hacia adelante. Todo lo que tenía que hacer era vivir a base de mariscos durante un par de semanas y había llegado sano y salvo al otro lado del mar. Apenas tuvo tiempo de explorar antes de escuchar los gritos, lo habría ignorado, pero era la voz de una niña y no importaba la edad que tuviera, siempre odié ver llorar a los niños. Casi por instinto, corrí hacia el sonido y me sorprendió lo que vi.

Era un Pueblo. Bueno, apenas podía llamarse un Pueblo, eran solo una docena de casas que estaban tan mal construidas que parecía que una brisa particularmente fuerte podría derribarlas. El Pueblo en sí estaba plagado de cadáveres que parecían seguir un rastro hacia el centro del Pueblo. El Pueblo fue atacado de alguna manera y no por algo humano, adivinando por la herida en los cadáveres frente a mí. Parecía un ataque animal más que nada.

Mientras me muevo hacia un cuerpo para examinar más a fondo las heridas, escucho un grito una vez más y corro hacia sus orígenes. Segundos después, descubro que la fuente de los gritos son dos niñas atacadas por una especie de leones dorados. Había un hombre frente a ellos, tratando de hacer todo lo posible para protegerlos, pero no tenía oportunidad y lo sabía. Tal vez, solo quería que las niñas vivieran el mayor tiempo posible, era algo valiente y trágico al mismo tiempo. Ver al hombre empuñando un hacha que probablemente fue hecha para cortar madera y no para combatir, tratando de luchar contra cuatro leones gigantes que lo rodeaban, para proteger a dos niñas, hizo que me doliera el corazón. El fue herido; Pude ver una herida en su pecho sangrando profusamente y no pude seguir mirando. Los niños siempre fueron una debilidad mía.

Creé un escudo alrededor de las chicas y su protector, para mantenerlas a salvo de los leones y cuando uno de sus atacantes saltó en el aire para finalmente matar a su presa, chocaron contra una pared invisible que les impidió seguir adelante. Las chicas dejaron de llorar en estado de shock por lo sucedido, esperando su muerte y los leones comenzaron a dar vueltas alrededor del escudo tratando de ver los puntos débiles.