Poder, libertad y una flor francesa

Capítulo 7: Fin de año y encuentro con los Flamels

Capítulo 7

"Harry, ¿estás bien? ¡Estaba de camino al Ministerio cuando noté que algo debía estar mal! ¿Dónde está Quirrell? ¿Se las arregló para conseguir la piedra?

Juntos regresaron al corredor principal.

"Sabías sobre Quirrell y la piedra y aún así dejaste que el hombre enseñara aquí?!" Harry no podía creer lo que estaba escuchando.

"Tenía una sospecha, sin embargo, si realmente vino aquí por la piedra, nunca debería haberla conseguido. Mi último obstáculo lo habría detenido en seco. Pero dime, qué pasó allí abajo."

Harry tomó un par de respiraciones relajantes y encendió sus escudos mentales. Fue ahora o nunca. Comenzó a contarle a Dumbledore cómo vio a Quirrell colarse en el corredor prohibido, cómo siguió al hombre y completó los desafíos de los diferentes maestros.

Los ojos de Dumbledore brillaron de orgullo cuando Harry explicó cómo venció cada desafío con ingenio y facilidad.

Finalmente, Harry llegó a la última parte y explicó cómo rápidamente se peleó con Quirrell y logró sorprender al hombre, quitándole la varita y lo sorprendió. Le contó a Dumbledore cómo el Espejo y probablemente la Piedra fueron destruidos en el proceso.

Dumbledore parecía triste por la pérdida de un artefacto mágico tan sorprendente, pero ciertamente lo prefería a la alternativa de Quirrell presentándolo a Voldemort. Cuando se trataba de que la piel de Quirrell ardiera al tocar a Harry, era casi seguro que el niño vería algo así como un triunfo en los ojos azules de su Director.

Llegaron a la oficina del Director y Harry hizo la pregunta que actualmente lo estaba consumiendo:

"Señor, ¿qué tipo de magia era esa? ¿Por qué no podía tocarme Quirrell?"

"Una de las mágicas más poderosas del mundo, Harry ... Amor."

Ante la expresión tonta de Harry, el viejo se rió entre dientes y continuó: "Tu madre se sacrificó y le ofreció a Voldemort que le quitara la vida en lugar de la tuya. Esto dejó una protección mágica dentro de ti, que está ligada a tu sangre. Es por eso que la maldición de Voldemort no pudo matarte esa noche y también por qué Quirrell no podía tocarte, ya que estaba compartiendo su cuerpo, mente y alma con Voldemort, la misma persona que derramó la sangre de tu madre."

Harry estaba fascinado por la explicación de Dumbledore. Nunca había oído hablar de ninguna magia lo suficientemente fuerte como para resistir la Maldición de matar ... así fue como había sobrevivido esa noche.

"Señor, sé que sabe por qué Voldemort quería matarme en primer lugar. Dijo que la muerte de mis padres no era necesaria ... que solo vino allí por mí. Me gustaría que me dijeras por qué."

Dumbledore parecía sorprendido por la declaración de Harry. La profecía y su contenido no eran algo que planeaba decirle al niño tan temprano. Tenía que tomar una decisión. Decirle a Harry todo le ganaría la confianza del niño, pero al mismo tiempo arruinaría su oportunidad de cualquier tipo de infancia feliz que aún pudiera disfrutar.

"Harry, no te das cuenta de lo que me estás pidiendo ... No quiero agobiarte con este conocimiento, muchacho. Ni siquiera tienes doce años. Me gustaría que disfrutaras de tu infancia."

"Destruiste mi infancia en el momento en que me diste a los Dursleys, Director. Te doy la oportunidad de la redención. ¡No me hagas tu enemigo, si tienes información vital que pueda ayudarme contra Voldemort, entonces es mi derecho saberlo!"

Dumbledore no tenía palabras. El argumento del niño era claro y obvio.

"Está bien Harry, te lo diré, o mejor aún ... Te mostraré el recuerdo de mí presenciando lo que se llama una profecía. ¿Sabes lo que es un Pensieve?"