Poder, libertad y una flor francesa

Capítulo 47: Tour de France

Capítulo 47

13 de julio de 1995

Por tercer día consecutivo, Harry se despertó con una gran sonrisa. Anoche había sido increíble, una vez más. Tal como Harry y Fleur habían acordado, Harry había devuelto el favor la noche después de su llegada. A pesar de su falta de experiencia, al menos tenía un conocimiento decente de la anatomía femenina. Combinado con los comentarios ocasionales de Sirius, Salazar y las cosas que escuchas de los niños mayores en Hogwarts, todavía había llevado a una experiencia muy memorable para él y especialmente para Fleur.

Claro, le había tomado un poco más de tiempo que a él, pero ¿qué podía esperar? Era un niño de quince años y la chica más sexy que había visto se había estado frotando contra su entrepierna durante minutos antes. No fue una sorpresa que no durara tanto, ¿verdad?

De todos modos, había sido muy interesante explorar Fleur con los dedos. Afortunadamente, habían sido lo suficientemente inteligentes como para usar un encanto silenciador en la puerta porque los suaves gemidos de Fleur habían aumentado en volumen hacia el final. Ella lo había ayudado mucho, guiándolo a los lugares que prefería, explicando cuándo cambiar el tempo y mostrándole dónde era más sensible.

Harry había hecho lo mismo a cambio, incluso si se sentía mucho más simple que la gran cantidad de información que acaba de recibir. Aún así, la pareja estaba ansiosa por aprender todo lo que había sobre complacerse e incluso comenzó a experimentar un poco anoche. Todavía no habían ido más allá de usar sus dedos y manos, pero algo dentro de él estaba instando a Harry a incluir también su boca. ¿Quizás Fleur tenía el mismo impulso?

De todos modos, Harry se levantó de la cama y comenzó a cambiarse a su atuendo de entrenamiento, que consistía en una camiseta sin mangas suelta, pantalones cortos deportivos y zapatillas blancas. Los Delacours le habían permitido usar su gimnasio en el sótano. No era tan grande como su propio gimnasio en el ROR, pero tenía todo lo que necesitaba. Al igual que durante el año escolar, Fleur se había unido a él dos veces por las mañanas.

Hoy, sin embargo, Harry terminó su entrenamiento solo, mientras dejaba que sus pensamientos deambularan durante los últimos días. El tiempo lo pasó principalmente por la Mansión Delacour, visitando el pequeño pueblo muggle cercano o deambulando por los hermosos jardines. Fleur también lo había llevado a la playa y Harry pensó que verla en un bikini de muggle era casi tan caliente como verla desnuda.

Apenas podían mantener sus manos alejadas mientras jugaban en aguas poco profundas cerca de la orilla. Además, la pareja había terminado sus últimos preparativos para el viaje que comenzarían hoy. La primera parada fue Marsella, una ciudad portuaria en el sur de Francia, que estaba muy cerca de la Mansión Delacour.

De hecho, estaba tan cerca que la pareja decidió tomar una ruta de senderismo muggle allí, para explorar el campo francés en su camino. Comenzarían poco después del desayuno.

Harry terminó su entrenamiento y regresó a su habitación para darse una ducha. Eran solo las 8:00 de la mañana, pero ya podía escuchar a Gabby y su madre en la cocina. Gabby... Harry se rio entre dientes. Parecía como si la hermana pequeña de Fleur se hubiera enamorado un poco de él.

Constantemente le pedía a Harry que pasara un tiempo con ella y siempre mostraba su lindo puchero cuando Fleur arrebataba a su novio para pasar un tiempo de calidad en pareja. Appoline le había explicado que con el decimotercer cumpleaños de la niña, su madurez Veela se acercaría lentamente.

Debido a la resistencia de Harry al Allure, fue considerado como un socio potencial. Fleur no oiría nada de eso y Harry podía sentir a su novia dispararle a su hermana pequeña algunas miradas enojadas de vez en cuando.