El Patio Trasero Del Protagonista Está En Llamas [GL]

Capítulo 88

Capítulo 88: Un beso

Después de que Liu Luoyi fuera abrazada de repente, no reaccionó durante un rato. Lo único que sintió fue que su hombro se empapaba lentamente y que los brazos de Yuchi Li la agarraban con fuerza, incluso sin aliento.

El cuerpo de Yuchi Li se pegó a ella lo suficiente como para que la sintiera temblar, como si todo su cuerpo temblara.

An Ge y Yuchi Die aterrizaron tras ella y las protegieron. Había combates a su alrededor, pero todo estaba en calma y en paz donde ellos estaban.

"Princesa, estoy bien". Susurró Liu Luoyi. Le devolvió el abrazo a Yuchi Li, acariciándole la espalda con movimientos suaves.

Pero Yuchi Li no quería soltarse. Estaba demasiado asustada. Llevaba toda la noche buscando la forma de entrar en el bosque. Una vez en el bosque, corrió como una gallina descabezada, buscando por todos los rincones.

Vio mucha sangre -de quién, no lo sabía- y siguió el rastro, temblando de miedo todo el camino hasta que se encontró con la ilesa Liu Luoyi. La sensación fue como si una roca se descargara de sus hombros. Lo que quedó fue un miedo persistente.

Cuando Liu Luoyi miró a Yuchi Li en su estado actual, sintió que una corriente cálida mezclada con dolor fluía por su corazón. Debía de estar asustada. La resuelta y decidida Yuchi Li lloraba por ella. No sabía qué hacer. Sólo podía abrazarla con todas sus fuerzas.

Después de algún tiempo, Yuchi Li finalmente la soltó. Se secó las lágrimas con las mangas, queriendo reírse de sí misma.

"Coge mi mano. Te sacaré de aquí". Dijo Yuchi Li con voz nasal, luego agarró con fuerza la mano de Liu Luoyi.

Yuchi Die bloqueó frente al Rey del Norte, cuyo rostro parecía totalmente aturdido. Mandó a alguien a volar, girando la cabeza para decir: "Yuchi Li, ¿quieres echarme una mano?"

Yuchi Li respondió, se secó las lágrimas y se volvió, mirando al hombre que acababa de echar. Le resultaba familiar. Había estado demasiado ansiosa y lo había tratado instintivamente como a un enemigo, pero mirándolo ahora, no parecía en absoluto alguien del Reino Yan.

En este momento, él la miraba con lágrimas en los ojos, casi como si tuviera dolores en el pecho.

"¡Padre Real, cuidado!" Yuchi Die gritó. Una espada brilló, y alguien cayó frente al Rey del Norte.

¿Padre Real? Espera, ¿podría ser el Rey del Norte? Yuchi Li sacudió la cabeza. Sólo recordaba haberlo visto cuando era más joven. Entonces no llevaba barba y tenía un aspecto bastante apuesto.

¿Lo había echado ahora?

Yuchi Li se cubrió la cara y golpeó a un soldado que se arrastraba por el suelo. Luego, se dio la vuelta ágilmente y empezó a matar al enemigo. Decidió que, por el momento, no miraría a ese padre tacaño que tenía.

No sabía cómo explicárselo, así que más le valía fingir que no lo sabía, para no dar gato por liebre.

El Rey del Norte vio que Yuchi Li le daba la espalda. Sacudió la cabeza en silencio, enjugándose las lágrimas de los ojos. Suspiró. Parece que Li'er seguía enfadada con él. Sintió una punzada de tristeza. Las palabras que Yuchi Li le dijo el día que se marchó aún estaban frescas en su mente. Le había dicho que estaba harta de la vida en el Territorio del Norte, que ya no quería ser su hija.

El Rey del Norte parecía ahora varios años mayor. Su espalda recta estaba ahora ligeramente encorvada. Levantó la mano y apretó con fuerza la espada en la palma. En un instante, una franja de gente fue talada. El bosque se llenó del resplandor de las armas, y a medida que las hojas y ramas, todas cubiertas de sangre, eran cortadas de los árboles de vez en cuando, se convertían en polvo bajo los pies.