El Patio Trasero Del Protagonista Está En Llamas [GL]

Capítulo 100

Capítulo 100: Detrás de ti

Yuchi Li se bañó, empacó algo de ropa y cabalgó de regreso al campamento militar con Liu Luoyi. El cielo ya estaba oscureciendo para entonces, y cuando levantó la cabeza, pudo ver el enorme sol descendiendo hacia el horizonte, tiñendo la tierra y el cielo de un carmesí dual.

Hoy no se oían gritos de las órdenes de perforación; probablemente, las normas eran algo más laxas temporalmente, ya que saldrían a la batalla dentro de unos días. Yuchi Li desmontó y extendió la mano para coger a Liu Luoyi.

"Su Alteza tarda un poco en volver". Se oyó una voz. Yuchi Li levantó la mirada y lo miró sin responder, luego envió el caballo a los establos.

"Dije que hoy estaría en E'Gu. ¿Por qué me esperas aquí?" Yuchi Li entró en el campamento con Liu Luoyi.

"Todavía tienes que entrenar hoy, princesa". Mu Yang recogió respetuosamente los sacos de arena y, con el mismo nivel de respeto, los depositó a sus pies.

Yuchi Li miró los sacos de arena y sintió una oleada de ira en el corazón, pero pronto ahogó ese ardor, miró a Mu Yang con una sonrisa de oreja a oreja y asintió con la cabeza.

Recogió los sacos y se los echó sobre los hombros. Liu Luoyi se acercó para ayudarla, mirándola ansiosamente.

Yuchi Li sabía que estaba preocupada por sus heridas, así que sonrió consolándola y le dijo suavemente: "Está bien, sólo es correr. No puedo dejar que ese General Perro Pastor me menosprecie".

Mu Yang frunció ligeramente el ceño, pero, como de costumbre, no le dio importancia. Hizo un gesto de invitación.

Yuchi Li partió sin decir palabra hacia el patio de entrenamiento. Ya se había acostumbrado en los últimos días; podía soportarlo con un poco de fatiga y un poco de dolor. En la primera vuelta, sus piernas parecían estar llenas de plomo y sus hombros sufrían un dolor insoportable.

Pero la fuerza de sus huesos le permitió soportarlo todo. La primera noche estaba demasiado agotada para levantarse de la cama.

Para ser una princesa, seguramente era la más desgraciada de todas.

Después de correr dos vueltas, regresó jadeando y tiró los sacos de arena. Mu Yang asintió como si estuviera terminando una tarea. Sólo entonces se volvió para mirar a Liu Luoyi: "¿Puedo preguntar, princesa, quién..."?

"No necesitas conocer su identidad. Ella me seguirá a partir de ahora. Asigna algunos soldados para protegerla". Yuchi Li se secó el sudor de la frente, apoyándose en los brazos de Liu Luoyi.

Liu Luoyi estaba fuera de sí por la angustia. Secaba el sudor de Yuchi Li, toallita tras toallita, haciendo todo lo posible por sostener su cuerpo.

Ya se imaginaba lo cansada que estaba Yuchi Li, pero ahora que lo había visto en persona, se sentía aún más disgustada.

Mu Yang las miró y quiso decir algo, pero no lo hizo. En su lugar, cambió directamente de tema: "Princesa, Su Majestad nos ordenó partir pasado mañana hacia la frontera. El campo de batalla es un lugar peligroso; ¿estás segura de que deseas llevar contigo a esta mujer?".

"Sí, estoy segura". Dijo Yuchi Li, tirando de la mano de Liu Luoyi y volviendo al campamento.

Mu Yang los vio partir y recogió en silencio los sacos de arena esparcidos por el suelo, luego se situó tranquilamente en un punto elevado, observándolo todo. Antes, cuando acababa de enterarse de que a quien él y el Calvario del Lobo seguirían lealmente era a una princesa como ella, se sintió, la verdad, inconforme. Sin embargo, en los últimos días, mientras se lo hacía pasar mal, había descubierto que era totalmente distinta a lo que decían los rumores sobre ella. Era difícil imaginar que una princesa que había crecido en el regazo del lujo fuera capaz de humillarse tanto.