MARIQUITA ✔

CAPÍTULO 9: "TE PROTEGERÉ"

Li Chengxiu esperó a que Shao Qun se fuera para frotarse el estómago por buen rato. Pero realmente le dolía tanto, incluso cuando lo tocaba, así que no se atrevió a moverse, solo quería esperar a que mejore por sí solo. De todos modos, siempre y cuando no tuviese roto un hueso, el mejorará.

Se quedó un rato en la enfermería del colegio y luego volvió a clase, aunque los compañeros de la clase lo miraron en secreto esta vez, nadie se atrevió a molestarlo.

Cuando llegó el momento de terminar la escuela, fue el primero en salir corriendo del aula para coger el autobús más cercano para ir a trabajar al restaurante de un pariente, aunque su cuerpo estaba muy incómodo, nunca tendrá el capital como para enfermarse.

Durante varios días seguidos, el grupo de Shao Qun no volvió a aparecer, Li Chengxiu había estado tratando de devolverles el dinero, así como sus ropas, sentía que era de muy mala suerte tomar estas cosas que no le pertenecían, y no sabía qué de infortunio atraería. Parecía que habían perdido el interés en él, y mucho menos él quería encontrarlos, finalmente, el asunto lo puso en un dilema.

Volvió a colocar el dinero en su bolsillo y la ropa sobre su escritorio, para devolverlo apenas los viera.

Después de una semana, su rostro hinchado finalmente volvió a la normalidad, y su estómago había bajado bastante. Justo cuando estaba a punto de olvidarse de Shao Qun y su pandilla, se encontró nuevamente con él.

Estrictamente hablando, Shao Qun estaba esperando encontrarse con él.

Al mediodía, corrió al último piso del edificio de la escuela para tomar un descanso a la hora del almuerzo como de costumbre, para leer su libro, memorizar las preguntas, comer algo y tomar una siesta.

Mientras leía un libro y mordisqueaba un bollo embadurnado con carne podrida, la gran puerta de hierro de la azotea fue estrellada contra la pared en un fuerte estruendo, Li Chengxiu se sorprendió y se giró para mirar.

Shao Qun entrecerró los ojos y se quedó bajo el abrasador sol del mediodía, mirándolo mientras se acercaba a él.

Li Chengxiu, que estaba sentado sin fuerzas apoyado contra la pared, inmediatamente se sentó erguido con nerviosismo. Miró la azotea expuesta a la luz con algo de impotencia, el sol abrasador quemaba el piso de cemento hasta dejarlo seco, podía sentir el calor enloquecedor con solo mirarlo. Solo había un pequeño espacio de sombra debajo del tanque de agua donde se estaba quedando, originalmente era el único lugar cómodo, fresco y agradable en esta azotea, pero en ese momento le hacía sentir escalofríos. Quería irse, quería correr tan pronto como lo vio, pensó en darse la vuelta y bajar las escaleras, pero cuando Shao Qun se puso de pie y caminó hacia él paso a paso, tuvo miedo de moverse.

Shao Qun se sentó junto a él y lo miró, "¿Por qué sigues tan sucio, dónde está la ropa que te compré?"

Li Chengxiu miró su frente arrugada, "Está en mi escritorio, te lo daré esta tarde después de la escuela, está bien".

Shao Qun se quedó atónito por un momento, y su tono subió algunos decibeles. "Estás enfermo. Piensas darme la ropa que usas, sin mencionar que tienes el cuerpo atrofiado, no puedo usarlo. Hmhp, todavía tengo miedo de lo que los piojos y las pulgas de tu cuerpo corran hacia mí".

La cara de Li Chengxiu se puso roja de inmediato cuando tragó, girando secretamente las esquinas de su ropa con una mano y sosteniendo el bollo a medio comer con harina blanca en la otra, agachando la cabeza y sin hablar.

Shao Qun de repente asomó la barbilla y levantó la cara, y miró cuidadosamente la mitad de su cara, "Bueno, la hinchazón ha bajado", extendió la mano y la apretó.