MARIQUITA ✔

CAPÍTULO 39: "TERMINAMOS"

Shao Qun seguía sin reaccionar cuando escuchó el timbre de la puerta.

Presionó la puerta para que Li Chengxiu la abriera desde dentro, y luego fue a abrir de nuevo la puerta de la villa: "¿Cómo es que ni siquiera traes la llave cuando sales?"

El rostro de Li Chengxiu estaba tan pálido como el papel, y cuando lo vio, todo su cuerpo tembló un poco.

Shao Qun se sorprendió al verlo, lo arrastró a la casa, "¿Qué te pasa, solo he estado afuera unos días, por qué has perdido tanto peso?"

Li Chengxiu lo miró de manera errática y suavemente apartó la mano que lo sostenía.

Shao Qun frunció el ceño, "¿Qué pasa?"

Li Chengxiu lo miró.

Este seguía siendo el mismo Shao Qun, nada había cambiado salvo que estaba un poco bronceado. Pero para él, ya era demasiado extraño, después de una corta semana de separación, fue como si hubiera pasado toda una vida.

Shao Qun sintió que algo andaba mal con él, como si hubiera perdido su alma, nunca había visto a Li Chengxiu actuar de esta manera.

"Cheng Xiu, ¿Qué te pasa?" Shao Qun lo llevó hasta la casa, "Entra primero".

Li Chengxiu se vio obligado a ser arrastrado por él al interior de la casa..

Shao Qun lo miró preocupado, "¿Qué diablos está pasando? Dime".

Li Chengxiu sacó algo de su bolsillo, "Aquí hay cuarenta mil yuanes, y el resto, dos años, te lo devolveré".

Shao Qun miró la cosa de color rojo oscuro, una libreta de ahorros, estaba aturdido, "¿Qué quieres decir con esto?"

"Ya me he mudado, y el dinero te lo devolveré".

Shao Qun apretó los dientes y dijo: "¿Qué quieres decir?"

Los ojos de Li Chengxiu estaban rojos, como si sufriera un gran dolor, y con voz muda dijo: "Shao Qun, terminemos".

Shao Qun mostró una expresión de incredulidad, sus ojos se abrieron y su voz se elevó, "¿Qué dijiste?"

Li Chengxiu usó todas sus fuerzas y repitió: "Terminemos".

Shao Qun le apretó el cuello, tenía los ojos inyectados en sangre y lleno de crueldad: "Te atreves a repetir lo que acabas de decir".

La nariz de Li Chengxiu estaba levemente agitada y el vapor de agua apareció lentamente en sus ojos claros, y entre sollozos dijo: "Shao Qun, te vas a casar, vamos a romper".

"¡Quién diablos te dijo eso!"

"Tu tercera hermana". Li Chengxiu empujó su brazo con fuerza y ​​tristemente lo miró, "Cuando ella los llamó, yo, estaba a su lado".

El corazón de Shao Qun se sacudió, sus brazos cayeron. Se frotó el cabello y exhaló pesadamente, "Cheng Xiu, siéntate y hablemos".

Li Chengxiu sacudió la cabeza, se limpió los ojos y colocó la libreta sobre la mesa: "Me voy".

Shao Qun estiró sus largas piernas y se paró frente a él y gritó enojado: "¿No puedes hablar sobre esto? Simplemente te vas, ¿qué te pasa?"

Li Chengxiu resopló y con voz temblorosa dijo: "Te dije, que me contaras, si pensabas casarte, ¿por qué no me lo dijiste?"

Shao Qun se puso furioso, "¡Qué diablos tengo que decirte! ¡No es problema tuyo si me caso o no!"