MARIQUITA ✔

CAPÍTULO 10: "NOS VEMOS MAÑANA"

Después de ese día, Shao Qun parece estar realmente enganchado a este juego de "protegerlo", no sólo lo llevaba abiertamente por el campus, sino también eligiendo a menudo el momento y lugar para pasar con él.

Li Chengxiu estaba asustada al principio, por temor a hacer algo malo que le causara mala suerte, y estaba profundamente resentido porque el único pedazo de "tierra privada" que tenía Shao Qun se había apoderado de él sin ambigüedades. Realmente no tenía adónde ir al mediodía, así que solo podía aceptarlo pasivamente.

Pero después de unos días de convivir juntos, su corazón se sentía mucho más tranquilo.

Shao Qun llegaba y no hacía nada, solo le daba un montón de comida durante el almuerzo, luego le acariciaba el cabello por un rato, le pellizcaba la cara, como si estuviera jugando con un juguete. Al principio, no era demasiado incómodo para mencionarlo, pero si se atrevía a mostrar la más mínima falta de voluntad, Shao Qun inmediatamente dejaba ver su cara larga, por lo que, Li Chengxiu gradualmente se resignó y le dejó tocarlo a su antojo.

Cuanto más se llevaba así, más se desvanecía su miedo a Shao Qun, mirando en retrospectiva con cuidado, aunque Shao Qun siempre decía con saña que lo iba a golpear, pero de hecho, nunca le ha hecho nada ni una sola vez, incluso ahora ... estaba siendo bueno con él.

Li Chengxiu se veía complicado mientras se comía su caja de almuerzo que le había comprado Shao Qun, incluso de vez en cuando espiaba al joven sentado en la pared con los ojos cerrados mientras descansaba, aquel contorno era hermoso como una pintura.

No entendía por qué Shao Qun quería hacerle esto, si lo odiaba tanto antes y no le importaba en lo más mínimo ocultarlo. Y si su memoria no fallaba, no había hecho nada para complacerlo, así que cómo es que ahora actúa como si lo conociera tan bien, incluso comen todos los días.

Temía vagamente las malas intenciones de Shao Qun, pero no podía imaginar qué podía hacerle.

Puede tolerar el desprecio y el insulto de otras personas, pero no puede soportar que otros sean amables con él.

Había aceptado demasiados favores de Shao Qun y se vio obligado a aceptar no solo comida, incluso libros de referencia que había codiciado tener hace mucho, y en poco tiempo Shao Qun se convirtió en su acreedor.

Sosteniendo cosas que no le pertenecían, tenía miedo, pero al mismo tiempo, también estaba muy conmovido.

Todavía existen personas en este mundo que lo tratarán bien, lo cual es algo aterrador. Nunca esperó que el joven rico, que era tan inalcanzable a sus ojos, hiciera algo que ni sus padres harían por él.

Le traía comida deliciosa, le aplicaba medicinas, le daba ropa limpia y le decía a todo el mundo que no se le permitía intimidarlo. Aunque su actitud era incierta y aún cuando estaba molesto, todavía era incómodo ser regañado, pero la mayoría de las veces tenía la sensación de que lo estaban cuidando pero sobretodo protegiendo.

¿Por qué Shao Qun lo trataba tan bien? ... No podía evitar sentir miedo, porque en su vida nunca podrá tener cosas buenas, temía de que estuviera soñando y que su corazón no sería capaz de soportarlo una vez que se despertara y descubriera que todo esto era falso.

Shao Qun pareció sentir su mirada, entreabrió los ojos y giró lentamente la cabeza para mirarlo.

Li Chengxiu levantó la caja de almuerzo en su mano, "Gracias".

Shao Qun entrecerró los ojos y sonrió en las comisuras de los labios, su expresión perezosa contrastaba con su hermoso rostro, que era extremadamente encantador.

El corazón de Li Chengxiu se estremeció, rápidamente bajó la cabeza para seguir comiendo.

Shao Qun bostezó y se recostó sobre su espalda, "Ven aquí y dame un masaje".