CAPÍTULO 11: "CONFUSIÓN"

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Cuando Li Chengxiu fue a la escuela temprano en la mañana, antes de entrar en la puerta de la escuela, Shao Qun no sabía de dónde había salido, se paró frente a él, mirándolo como si pudiera escupir fuego.

Li Chengxiu se sorprendió, "Qué, qué pasa".

Shao Qun lo agarró del brazo y bramó enojado: "¿Por qué no viniste ese día?"

Li Chengxiu no estaba seguro, "¿Qué día?"

"¡Sábado! El viernes después de clases, claramente te dije que vinieras mañana, ¿por qué no viniste?"

"Ah ... ese día, era fin de semana y no hay escuela ..."

"Incluso si no hay escuela, si te digo que vayas al apartamento, tienes que ir. ¡Te estuve esperando todo el maldito sábado! Mierda, no sabía en dónde encontrarte. Ni siquiera sé tu número de teléfono ... Tus largas orejas son de accesorio o que, ¿Acaso no puedes entender las palabras humanas?"

Li Chengxiu dio un paso atrás inconscientemente por su propio defecto de sentirse culpable, tuvo una cita y lamentó no haber venido. Pensó que el "mañana" al que se refería Shao Qun debería ser el próximo lunes. Pero cuando pensó que Shao Qun lo había esperado todo un día, no pudo evitar sentirse calidamente conmovido, y la sensación de ser valorado era tan buena.

Li Chengxiu encogió su cuello, sus brillantes ojos lo miraban con atención, y se disculpó sinceramente con él, "Lo siento, lo siento".

Shao Qun originalmente estaba saltando con enojo, pero al ver su expresión de animalito asustado, la ira dentro de él no pudo salir.

También regresó a casa ese día, solo para recordarle que el siguiente día era sábado y que nunca vendría a la escuela. Pero después de luchar toda la noche, fue al departamento a esperarlo al día siguiente. Creía que había sido lo suficientemente claro, que vendría al día siguiente, e incluso si era un día libre, seguiría viniendo, y si pudiera pensar en eso, por qué no hacerlo.

Inesperadamente, realmente no vino, era como un tonto, esperando en un pequeño departamento abandonado desde el amanecer hasta que se puso el sol, estaba tan enojado que quería aventar cosas.

Si hubiera sabido dónde vivía Li Chengxiu, lo habría ido a buscar y lo hubiese matado sin decir una palabra.

Sacó algo de su bolsillo y lo puso en la mano de Li Chengxiu, "Tómalo, en el futuro debes traerlo contigo en cualquier momento, para que siempre pueda encontrarte si me da la gana". Su tono no era cuestionable, y rápidamente añadió la palabra "en cualquier momento".

Li Chengxiu miró hacia abajo y vio que era una caja negra pesada con una fila de teclas numéricas.

Era lo mas novedoso en el mundo, un teléfono móvil, grueso y pesado como un ladrillo, pero que costaba miles de dólares, por lo que no era asequible a todos. Se asustó y apresuró a devolver el teléfono: "Esto es demasiado caro, no lo quiero".

Shao Qun metió aquella cosa en los bolsillos a la fuerza, "Si te digo que lo tengas, tómalo, no tienes que gastar dinero. en mi casa hay un montón de esto, son enviados por docenas a mi papá, y no tiene idea de qué hacer con ellos".

"Pero ... yo, yo tampoco sé cómo usarlo".

"Es muy simple. Primero vamos a clase, después, iremos al apartamento después de la escuela al mediodía, y luego te enseñaré".

"No lo necesito".

Shao Qun lo miró furioso, "¿Quién dice que no lo necesitas? ¿Me dejarás esperando de nuevo? Déjeme decirte, Este joven maestro, nunca ha esperado nadie por tanto tiempo, ni siquiera un segundo. Para evitar que tales cosas sucedan en el futuro, debes Tomarlo".

MARIQUITA ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora