MARIQUITA ✔

CAPÍTULO 25: "EMPEZAR DE NUEVO"

Cuando Li Chengxiu regresó del trabajo por la tarde, miró a Shao Qun sentado en el sofá mientras escribía en su portátil y fumaba, esparciendo la mayoría de las cenizas fuera del cenicero.

Realmente detestaba el olor de los cigarrillos, pero le daba vergüenza decir algo cuando vivía en la casa de alguien más.

Li Chengxiu le dejo la comida en su mano, "Estás aquí, ¿tienes hambre?"

Shao Qun arrugó la nariz sin levantar los ojos, seguía mirando la pantalla de la computadora, "Deberías darte una ducha primero antes de cocinar. Hueles a humo, y a comida".

Li Chengxiu asintió avergonzado, se dio la vuelta y fue al baño.

Diez minutos después, Li Chengxiu se paró frente a él limpiamente.

Sólo entonces Shao Qun cerró la computadora, apagó el cigarrillo y tendió su mano hacia él, "Ven".

Li Chengxiu se acercó obedientemente a su lado, Shao Qun envolvió su brazo alrededor de la cintura y lo sentó en su regazo, Li Chengxiu ya estaba acostumbrado, como un gatito, encogiéndose en sus brazos...

"Dime, ¿qué pasó hoy?"

Li Chengxiu encontró un nuevo trabajo, aunque todavía estaba en la etapa de prueba, y el salario era bajo, todavía estaba muy contento, "Trabajaré en el turno de la mañana".

"¿No te dije que descansaras un rato? ¿Por qué volviste corriendo a trabajar?"

"Tomé un descanso, por más de dos meses".

Shao Qun dijo con tristeza: "Acaso no puedo darme el lujo de mantenerte, tienes que ir a buscar el pecado".

Li Chengxiu parpadeó, "Debo trabajar".

"¿Por qué demonios tienes que hacerlo? Si quieres dinero, te lo daré. No quiero tener que buscarte todo el día, como si estuvieras más ocupados que yo".

Li Chengxiu lo miró avergonzado, "No, quiero tu dinero".

Shao Qun estaba un poco molesto, "Tienes que hacer esto, eres hipócrita, solo ganas un poco de dinero, bien podrías trabajar para mí".

Li Chengxiu se sorprendió y se movió lentamente, tratando de levantarse de su regazo.

Shao Qun apretó su cintura y lo miró ferozmente.

Li Chengxiu lo miró sin comprender.

"No vayas a trabajar a partir de mañana, quédate en casa".

"... Shao Qun, no".

"Tsk, ¿qué te pasa?"

Li Chengxiu vaciló, "Debo dinero".

"¿Debes dinero? ¿A quién le debes? ¿Por qué?"

"A un pariente, por mi madre, por su hospitalización".

Shao Qun asintió con la cabeza, "¿Cuánto debes? No importa cuánto, lo pagaré".

"De ninguna manera".

Shao Qun subió el volumen, "¡Por qué no!"

Li Chengxiu dijo obstinadamente: "Shao Qun, no. ¡Puedo pagarlo!"

Shao Qun lo apartó con impaciencia, se puso de pie y salió, maldiciendo casualmente: "Me enfermas".

Li Chengxiu miró aturdidamente hacia la puerta abierta durante mucho tiempo.