MARIQUITA ✔

CAPÍTULO 22: "DEBES RENUNCIAR"

Shao Qun entrecerró los ojos y tomó un cigarrillo, extendió lentamente las manos y sonrió: "Esta es mi casa, ¿cómo no voy a tener la llave?"

Li Chengxiu no sabía cómo responder, pero estaba realmente incómodo, sobre todo después de pensar de nuevo en lo que había dicho hoy el Gerente Zhang.

Shao Qun tiró su cigarrillo en el cenicero, caminó hacia él, se inclinó y le besó la cara, "¿Por qué tenías apagado tu teléfono todo el día?"

"Cuando estoy en el trabajo lo mantengo apagado".

"¿Sales del trabajo tan tarde todos los días?" Shao Qun miró su reloj, eran casi las once.

"No, a veces tengo turnos matutinos y vespertinos".

"Te estado esperando hasta ahora".

Li Chengxiu lo miró sorprendido, "¿Tú, me esperaste?"

"Por supuesto, quería comer contigo, pero solo volviste hasta ahora".

"¿Has comido?"

"¿Qué quieres decir?" Shao Qun señaló el dial.

Li Chengxiu levantó la bolsa de plástico en su mano, "Tengo un paquete de comida".

Shao Qun frunció el ceño, "¿Me darás de comer las sobras de otros?"

Li Chengxiu rápidamente dijo: "Cocinaré para ti".

"No es necesario". Shao Qun se acercó y abrazó su cintura, "Ya he comido". Se acercó al cuello de Li Chengxiu y olfateó, luego frunció el ceño, "Es ese olor grasiento otra vez, date prisa y báñate".

Li Chengxiu estaba un poco avergonzado y lo empujó, para darse la vuelta e ir al baño.

Shao Qun lo tomó del brazo, "Espera, me bañaré contigo".

La cara de Li Chengxiu se sonrojó inmediatamente, "No, eso no ...... es".

"No es como si no nos hubiéramos bañado antes". Shao Qun lo arrastró y lo metió en el baño, estrechando sus ojos y amenazando, "No corras, sé honesto, no he planeado hacer nada aún, si te mueves, no te garantizo nada".

Li Chengxiu no pudo evitarlo, y fue desnudado en dos o tres segundos. Los dos se pararon debajo del cabezal de la ducha y tomaron un baño juntos, aunque Shao Qun lo acarició y besó tanto como quiso, no lo hizo hasta el final, el trasero de Li Chengxiu aún no se encontraba bien, por lo que gritaría y huiría tan pronto lo tocara, aún así, Shao Qun estaba decepcionado.

Después de que los dos terminaron de ducharse, Shao Qun sacó el pijama del armario del dormitorio y se lo puso. El baño estaba lleno de botellas y frascos que Li Chengxiu nunca había visto antes, y todos sus movimientos era tan naturales como si esta fuera su casa y no suya.

Li Chengxiu estaba estupefacto y se quedó junto a la cama mirando a Shao Qun, que estaba cómodamente acostado en la inmensa cama.

Shao Qun le tendió la mano, "Ya son más de las once, no te canses, ven".

"Tú......"

"¿Qué pasa?"

Li Chengxiu guardó silencio.

Shao Qun dio por sentado que ni siquiera necesitaba pedir su opinión para pasar la noche.

De hecho, era su casa, pero, según dijo en ese momento, fue alquilada a su jefe, que se la dio como dormitorio de empleados a él... ¿Cómo puede entrar como quiere, y hacer lo que le da la gana?