MARIQUITA ✔

CAPÍTULO 71: "UNA NOTICIA INESPERADA"

Li Chengxiu miró sorprendido el delgado trozo de papel, que era su carta de renuncia que recién acababa de publicar. "Tú, ¿Cómo pudiste ...?" No quería preguntar directamente, pero Shao Qun tenía que hacerlo. Aunque, tal vez no le agradara la respuesta, siempre se ha mostrado complaciente con los resultados que ha obtenido durante todo este tiempo, a través del esfuerzo que había puesto en cambiar, sin embargo, todo este tiempo estuvo engañado, solo había recibido caridad.

Sin  él, Shao Qun, no era nada, así que a qué más se podía aferrar.

Shao Qun hizo una bola con aquel papel y lo arrojó a sus pies, mirando con ojos rojos y diciendo con severidad: "¿Adónde quieres ir? ¿A dónde te irás esta vez?"

Li Chengxiu dio un paso atrás, sintiendo que sus piernas estaban débiles, por saber que no podía ir a ninguna parte.

Shao Qun se inclinó de repente y lo abrazó con fiereza, gritando roncamente: "Cheng Xiu ... ¿Por qué te quieres ir otra vez? Me estás dejando de nuevo, qué pasa si nunca má vuelvo a encontrarte, ¿por qué eres tan malditamente cruel?"

Los ojos de Li Chengxiu estaban calientes, y la amargura de su corazón no podía describirse con palabras.

La voz de Shao Qun tembló levemente, "No te dejaré ir, no pienses en irte a ningún lado, no pienses en dejarme de nuevo ..."

Li Chengxiu tembló: "Shao Qun, ya hemos tenido suficiente de esto, por favor, detengámonos aquí".

Shao Qun gritó: "No es suficiente, quiero pasar el resto de mi vida contigo, ¡en dondequiera que estés!"

Li Chengxiu lo apartó lentamente y se sentó en el sofá como si estuviera aliviado, sollozando dijo: "Shao Qun, hablas, siempre con tanta facilidad". La persona que dijo que le gustaba, que le trataría bien, que no se casaría, que era el único en su vida, la persona que dijo todas estas cosas amablemente, al final lo pisoteó en el suelo. Las promesas son cosas tan endebles y frívolas, ¿Cómo podría creer en ellas nuevamente?"

Incluso ahora, Shao Qun era tan persistente a su alrededor, afirmando ser sincero con él. Pero esa es su sinceridad, ¿por qué debería verse obligado a aceptarlo? Shao Qun sigue siendo el mismo Shao Qun de antes, el único, que pensaba que todo debía ir según sus deseos. El que una vez lo abandonó cuando quiso, y cuando quiso reconciliarse, se presentó ante él sin permitirle refutar, obligándolo a aceptar su "cuidado", su "sinceridad".

Después de todo, ¿Cuál era la razón? Shao Qun en realidad nunca le dio la oportunidad de elegir. ¿Si decía que no, no lo quería, y si decía que sí, tenía que volver? Shao Qun tenía demasiado, y sus propias fichas son demasiado pequeñas, ¿podrá seguir tomando sus propias decisiones en esta vida?

Shao Qun se puso en cuclillas y levantó su mirada, "Cheng Xiu, dime, ¿estas palabras suenan como palabras fáciles y vacías en tus oídos? ¿Sabes, crees que tomaré lo que digo fácilmente, como un montón de cosas a cambio de tu garantía? Desde que era un niño nunca me he enamorado, sólo me has gustado tú, estoy enamorado de ti desde que era un niño ... Por primera vez, estoy tan avergonzado, no sé qué hacer, sólo puedo acercarme a ti, mirarte, dar vueltas en la cama sin poder dormir, decirte una y mil veces más que estoy arrepentido, que puedo cambiar, espero que me des otra oportunidad... Además, no sé qué más hacer que esto, ¿o puedes enseñarme lo que debo hacer? Haré todo lo que digas, no me casaré, no dejaré que nadie te intimide, ni siquiera mi familia, escucharé todo lo que digas, puedes decirme que me muera. Enséñame lo que puedo hacer para que podamos volver".

Li Chengxiu dijo tontamente: "¿Y si te digo que te vayas, te irás?"

Los ojos de Shao Qun gradualmente se volvieron borrosos y su dolor estaba casi inconsciente. Escuchó su propia voz resonando desde lejos y de cerca mientras decía: "Esto es lo único que no haré, de ninguna manera".