Heart of the Darkness [Dean Winchester]

Capítulo 18. "Black"

"You need something to justify your soul. The wait until the fear has knocked you down, all the rules are changing now, you're living in sin. Somewhere you can't see, allegiances have formed your destiny and the demons all around you waiting for you to sell your soul"

Es curioso que algo tan concreto y mesurable como el tiempo sea a la vez algo tan relativo. En el momento en el que sabes que hay un reloj de arena que está bajando segundo a segundo, te das cuenta de que lo que importa no es el tiempo; sino lo que haces con él. La respuesta correcta a qué hacer con esas bocanadas de aire contadas, es vivirlas. Dean se había aprendido la lección, ya que lo único que hacía era beber, cazar y estar con mujeres. Sam y yo, nos quedamos callados sin criticarle, ya que no había nada que decirle. No podíamos imponer nuestros deseos o nuestras opiniones por encima de las suyas, así que nos gustasen más o menos, tragábamos con sus acciones.

-Aquí tienes tu té verde –ofrecí a Sam mientras me subía de nuevo al Impala después de venir de la cafetería- Y el café irlandés de.. ¿Dean? ¿Y tú hermano?

Sam señaló a través del vidrio frontal del coche hacia la ventana de una habitación de hotel. La cortina estaba echada, pero se podían ver algunas sombras indicando que tipo de actividad estaba haciendo.

-¿Con las gemelas, no? –solté una bocanada de aire al ver la afirmación de Sam y me apoyé en el respaldo- Pues tenemos para rato.

Bobby llamó al móvil de Sam y él lo puso en altavoz para que ambos escuchásemos. Nos contó que había encontrado algo y que teníamos que ir a verle. Al parecer sonaba importante, así que Sam salió en busca de su hermano y en unos minutos ya estábamos de camino. Dean estaba más contento de lo habitual, mientras que Sam y yo no podíamos estar preocupados por él.

-¿Ahora desayunamos hamburguesa de bacón y queso? –Bobby le preguntó a Dean en cuanto nos vio salir del coche.

-Bueno, vendí mi alma. Me queda un año de vida así que no me importa el colesterol.

-¿Qué opinas? –pregunté- ¿Una plaga bíblica o qué?

-Averigüémoslo –respondió Bobby con convicción y se acercó a la puerta de la casa para abrirla con la ganzúa.

En cuánto abrimos la puerta, fue fácil identificar el olor que llenaba la casa. Entre la sangre seca y la carne descompuesta, no nos dejaba mucho a la imaginación. Poco a poco y con las pistolas en mano, íbamos avanzando hasta que llegamos al salón y el olor cada vez era más intenso. Había tres cuerpos sentados juntos en un sofá frente a un televisor encendido.

-Dios –soltó Sam con asco- ¿Qué ha pasado aquí? ¿Cuánto llevan muertos?

-El estado de putrefacción es el de red venosa póstuma. Si os fijáis las venas tienen un color verde oscuro debido a la hemoglobina y los gases que distienden los vasos –expliqué mientras observaba los cadáveres- En cuanto a las larvas, están en la segunda muda, sobre los 7 mm, así que diría que llevan muertos alrededor de dos días.