Heart of the Darkness [Dean Winchester]

Capítulo 69. "Blessings"

"Sunlight fell and reminded me that life can be so gracious sometimes and I felt like everything around me was connected somehow. I think about all the things that I'm thankful for and they say hold on to the ones you love, keep 'em close to you"

Eran las 11.30 cuando volví al búnker con los pequeños. Nada más abrir la puerta, escuché unos pasos corriendo hacia nosotros y entonces vi la cabeza de Dean asomándose desde abajo para ver quién entraba.

-Ya sé que tienes muchas ganas de vernos, pero no traigo ni alcohol ni tarta- le dije entre risas- ¿Por qué estás así de ansioso?

-¿Dónde estabáis?

-Bueno, cómo me he despertado pronto he decidido salir con los peques a dar una vuelta y así he aprovechado para tomarme un café y leer un rato.

-¿Y Sam?

-No lo sé, deberíamos comprobar con la CIA -me hice la asustada- ¿Le has activado ya el GPS del cuello?

-¿Crees que deberíamos ponerle uno? -Dean preguntó de verdad.

-Dean, tu hermano estará bien, habrá salido a hacer ejercicio, como suele hacer.

-Ya, pero mi hermano no es completamente mi hermano, ¿y si Ezequiel nos ha traicionado? ¿Y si nos ha vendido a los ángeles y un ejército de ellos está viniendo a por nosotros ahora?

-Te recuerdo que tú solito has tomado la decisión de meterle un ángel a tu hermano como si fuera un balón gástrico -le recordé.

-Deberíamos prevenir cualquier cosa, Laura -Dean se giró y volvió al comedor- No le dejaré solo ni un minuto.

-Eso es exactamente lo que no tienes que hacer. Si no le dejas respirar, Sam sospechará y adiós a tu plan. Debes darle confianza, como lo harías de forma normal.

-Claro, porque está situación es perfectamente normal -se quejó mientras se sentaba en una silla.

La puerta de entrada volvió a abrirse y cuando los pequeños empezaron a correr, supimos que era Sam quién había vuelto. Sam se estaba quitando los auriculares y llevaba puesto un chándal sudado.

-Buenos días -nos saludó a todos y se fue al baño a ducharse.

Miré a Dean, que evitaba mi mirada, pero le salvó la campana ya que su teléfono empezó a sonar y cuando vio el número, lo cogió rápidamente. Un minuto después, colgó preocupado.

-¿Quién es Sonny? -le pregunté curiosa.

-Cuando éramos pequeños, mi padre nos dejó dinero para comer y yo lo perdí jugando al póker, sabía que Sam tendría hambre así que intenté robar en un súper y me pillaron -me explicó como si nada- Me enviaron a un hogar para chicos.

-¿Cómo un reformatorio?

-Sí, algo así, era una granja y Sonny era el tío que la llevaba. Él cuidó de mí.