Capítulo 8. "Make It Rain"

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When the sins of my father, weigh down in my soul and the pain of my mother, will not let me go. Well I know there can come fire from the sky to refine the purest of kings and even though I know this fire brings me pain even so and just the same. Well I know there can come tears from the eye but they may as well be in vain, even though I know these tears come with pain even so and just the same. Make it rain. Oh, make it rain.

La sensación de que se avecinaba algo grande, era algo que no podíamos sacudirnos. Cada minuto que pasaba, sabíamos que tarde o temprano íbamos a colapsar de pleno con todo aquello que estábamos siguiendo. Nos íbamos adentrando en una oscuridad aterradora, ya que no sabíamos qué era lo nos esperaba.

John nos contó todo lo que sabía, lo que nos alertó todavía más. Este demonio no dejaba rastro, hasta que encontró uno hace un año, que fue cuando desapareció. El rastro que encontró empezaba en Arizona, seguía en Nueva Jersey y acababa en California. El patrón es el mismo; la casa quemada hasta los cimientos la noche del sexto mes del hijo recién nacido. Sam cumplía seis meses la noche en la que su madre murió. Sacamos la conclusión de que el demonio iba detrás de los niños por alguna razón.

La cuestión era cómo encontrar al demonio y para eso, teníamos las indicaciones suficientes para hacerlo. Unos días antes de que el demonio fuese a por la familia, se mostraban señales como tormentas eléctricas o muerte de ganado y John sabía exactamente donde habían comenzado esas señales de nuevo.

Salvation, Iowa.

Habíamos encontrado el punto concreto, pero Salvation no era un pueblo de dos casas y cinco vacas. Era una ciudad con más de 20.000 personas, así que podríamos estar buscando a un bebé entre docenas. Todos estuvimos de acuerdo en utilizar la táctica de divide y vencerás, para así cubrir más terreno y de forma más rápida. Sam y yo fuimos al registro civil para sacar los certificados de los bebés nacidos durante este año y John y Dean se dirigieron a hospitales de Salvation y de la zona. La cuestión era, que una vez tuviésemos a los niños que cumplían seis meses la próxima semana, ¿cómo íbamos a saber cuál era el indicado? La respuesta de John fue directa; "los revisaremos a todos".

Dos horas después de estar sentados e ir mirando un archivo tras otro, conseguimos reducir la lista de 275 niños nacidos este año. De cada archivo miramos el mes de nacimiento y sumamos 6 meses. De los bebés que quedaron, dejamos un margen de dos semanas y nos quedó una lista de 34 bebés. Salimos de allí algo más positivos de lo que habíamos entrado, pero aún así nos quedaba un largo camino.

-Dios.. 34 bebés con un margen de dos semanas -murmuré a modo de quejan mientras colocaba los archivos en el asiento trasero del coche- ¿La gente en este pueblo puede hacer otra cosa que no sea procrear, por favor?

-Si Dean estuviese aquí seguro que te daría una respuesta como "¿Que hay más divertido que procrear?" -ambos nos reímos.

-En eso tiene razón.. -entramos en el coche y nos pusimos el cinturón- ¡Esa es otra! 34 bebés sin contar los que Dean y tu padre hayan encontrado..

-Laura, creo que si nació algún bebé debe estar registrado, así que los archivos suyos serán los mismos que los nuestros.

-Bueno, puede haber algun archivo desclasificado.. -murmuré como posibilidad, pero Sam se rió- ¡Es verdad! Puede encontrarse algún caso de niño robado o quizás un gemelo malvado secreto.

Sam cerró los ojos y apretó los dientes, se llevó la mano a la cabeza y soltó un leve gemido de dolor. Asustada, coloqué mi mano sobre su mejilla y le llamé. Por suerte, unos segundos después paró y volvió a la normalidad. Ambos nos miramos sabiendo lo que eso significaba.

Heart of the Darkness [Dean Winchester]Where stories live. Discover now