Heart of the Darkness [Dean Winchester]

Capítulo 79. "Cold As It Gets"

"To the end of the Earth, I'll search for your face. Through our hope into Hell and our children into the fire. There's a million sad stories on the side of the road, strange how we we all just got used to the blood"

Habían pasado un par de semanas desde el caso del musical y aunque no sepamos el motivo, quizá fue porque nos tocó de cerca o por qué no podíamos estar sin el otro, Dean y yo tuvimos una reconexión. Por primera vez en mucho tiempo, nuestra familia estaba más unida que nunca. Habíamos dejado la caza un poco apartada, simplemente para estar juntos y hacer cosas unidos, al final y al cabo, nuestros hijos también merecían un poco de normalidad con sus padres.

Sin embargo, Dean me sorprendió cuando me dijo que me vistiera de gala y me llevó por sorpresa a un restaurante dentro de un hotel de lujo, aunque el restaurante en sí, ya era de élite y no estaba muy lejos de Lebanon. El maître del restaurante, nos dio la bienvenida con un amable saludo y nos acompañó hasta la mesa, para después entregarnos las cartas y marcharse para dejarnos decidir.

-Dean, ¿qué hacemos aquí? -le pregunté extrañada pero agradecida.

-Cenar.

-Hasta esa respuesta he llegado yo, ¿pero no crees que este lugar está un poco por encima de nuestras posibilidades? Ningún vino baja de los 150 dólares.

-Quería darnos el lujo además, pago yo, ¿de acuerdo? -me miró a los ojos- Así que escoge el plato que quieras sin tener que preocuparte por el dinero.

-Habrás tenido mucha faena haciendo fraudes de tarjetas -murmuré.

-Sólo han sido 5 y he tardado 30 minutos, no es para tanto -sonrió- ¿Qué son escargots de bourgogne?

-Caracoles -respondí fijándome en la cara de asco que puso al saber lo que era.

El maître volvió unos minutos más tarde para tomarnos el pedido. Dean fue a lo seguro, a un plato de carne, yo por lo contrario escogí un coq au vin. Primero, nos trajeron el vino que nos sirvieron ellos mismos.

-Por nosotros -Dean levantó su copa para brindar y me miró.

-Por nosotros y las 5 personas a las que has dejado sin sueldo -respondí de vuelta.

El resto de la velada fue cálido y tranquilo, Dean y yo hablamos de nuestro pasado, recordando anécdotas y riéndonos de cosas juntos. Nada malo salió a relucir, sólo las cosas buenas por las que habíamos pasado juntos. Sin presiones ni hablar del futuro, simplemente disfrutando el momento. Dean había acertado con esa cena, no por el lugar, si no por la sensación que me llevaba. Una cita normal, cenando en un restaurante y no en una cafetería de carretera.

En un momento dado, sentí como el tiempo se ralentizaba y sólo podía mirar a Dean. Sus ojos clavándose en mí como espadas, sus gestos mientras contaba anécdotas, su risa resonando en mi cabeza. Podía recordar perfectamente por qué me había enamorado de él y por suerte, era el hombre que tenía delante.

Pero como no todo podía ser perfecto, de reojo vi la figura de una persona que conocía, salía del restaurante y se dirigía hacia el hotel junto a dos chicas desconocidas. Sin poder evitarlo, me disculpé con Dean y seguí mi instinto. No quería preocuparle, ya que quizá no era nada, pero necesitaba asegurarme.

-Perdona, si no tienes llave de habitación para este hotel no te puedo dejar.. -el recepcionista del hotel intentó prohibirme el paso, pero con un simple gesto de mi mano, le puse a dormir y seguí mi camino.

Crucé una esquina siguiéndole la pista pero la perdí, cuando fui a darme la vuelta, choqué con el pecho de Dean.

-¿Me has seguido? -le pregunté sorprendida.