Heart of the Darkness [Dean Winchester]

Capítulo 61. "Shadow Of Mine"

"Everywhere I go, my shadow it follows behind. Doesn't matter where I travel, my shadow it finds me. Something that I've come to realize after all this time, I can't escape my shadow"

La alarma sonó a las 7.30 de la mañana y por primera vez en días, había conseguido dormir toda la noche entera sin tener que levantarme ni una sola vez. Hice la cama nada más ponerme en pie y abrí las cortinas para que la poca luz del sol del amanecer entrase en la habitación. Aprovechando que todavía no escuchaba ruido en la habitación de al lado, entré en la ducha y salí en 10 minutos.

Abrí la puerta de la habitación de los pequeños de forma delicada y eché un ojo dentro, para mi sorpresa, la niña estaba sentada en la cuna y mirando directamente a la puerta. En cuanto me vio, se echó a reír despertando así a su hermano.

-Con lo que madrugas vas a ser gogó o panadera -le dije mientras la cogía en brazos.

La senté en la trona de bebé que ya había dejado de forma permanente en la mesa y después cogí al pequeño y lo senté a mi otro lado, quedando yo en medio y teniendo acceso cercano a ambos. Me gustaba empezar el día con energía, así que puse la canción de Smooth mientras preparaba el desayuno. Bailaba mientras les cortaba trozos de manzana y ellos se reían al verme haciendo tonterías. Siempre que preparaba la mesa se llevaban cosas a la boca y tenía que estar atenta, pero no me molestaba. Me divertía y me daban la alegría que necesitaba.

Una vez acabábamos de desayunar jugaba con ellos un rato y cuando se quedaban dormidos de nuevo, empezaba a trabajar. Había encontrado un trabajo que podía hacer desde casa y cobraba bien, lo que me permitía estar más por mis hijos y poder mantenerlos sin tener muchas preocupaciones. Una vez acababa la jornada de trabajo, salía con ellos al parque y a veces tenía compañía.

-¿Cómo están los torbellinos? -exclamó nuestro acompañante con una sonrisa mientras entraba por la puerta del apartamento.

-¡Hola! -le saludé- Al final has llegado a tiempo, ahora justo íbamos a salir.

-Sí, he movido una reunión para poder ver a los pequeños y a ti, por supuesto.

-¿Nos vamos? -les pregunté a mis hijos, a lo que ellos respondieron con risas- Jackson, ¿puedes coger el caballo de madera para..

-Ya lo tengo -lo había cogido antes de que le dijera nada- Si no lo tiene en la mano mientras pasea se echa a llorar, lo sé.

Coloqué a los pequeños en el carrito doble para bebés y Jackson me ayudó a abrir y cerrar la puerta de casa. Normalmente siempre hacíamos el mismo recorrido de camino al parque, pasando por la cafetería para así tener cafés para llevar mientras caminábamos.

-Café con leche cargado de cafeína -murmuró mientras me entregaba el café al salir.

-Cómo lo sabes -respondí soltando aire- Estoy muerta, entre el trabajo, los niños, ocuparme de la casa.. apenas sé en qué día vivo.

-Sabes que si necesitas ayuda sólo lo tienes que pedir, no me importaría vivir contigo en el apartamento un tiempo y echarte una mano.

-No, todo lo que haces es suficiente, no podría pedirte más.

Nos sentamos en un banco en medio del parque. El mismo banco cada vez que nos veíamos a pesar de que no era mucho, Jackson siempre intentaba pasarse a vernos al menos un par de veces por semana.

-La verdad es que no sé como te lo montas, pero siempre apareces en mi vida cuando me he quedado totalmente sola -bromeé para ocultar la tristeza.

-Si te soy sincero Laura, no iba a aparecer -agachó la cabeza mientras hablaba- No me veía con fuerzas para verte otra vez después de todo lo que había pasado, pero empecé a pensar justamente en eso, en todo lo que habíamos pasado y en lo maravilloso que fue ese año así que..