Heart of the Darkness [Dean Winchester]

Capítulo 64. "As Time Goes By"

"A kiss is just a kiss. A sigh is just a sigh. No matter what the future brings as time goes by. A fight for love and glory, a case of do or die"

La mañana de un sábado, Dean y yo tuvimos la idea de hacer un picnic con los pequeños. No habíamos podido hacerlo pero pensamos en lo bonito que era enseñarles la naturaleza, además sentir el aire fresco nos vendría bien a todos ya que tampoco habíamos dejado de cazar.

-Cariño, ¿has puesto la crema solar de protección en la mochila? -le pregunté a Dean mientras preparaba unos sandwiches.

-Emm.. -Dean miró de un lado a otro hasta que la encontró- La tengo. ¿Crees que deberíamos coger también alguna ropa de recambio por si se manchan?

-¡Sí, por favor! -respondí mientras me apresuraba- Les encanta todo lo nuevo y no van a parar quietos así que las manchas son inevitables. ¡Ah! Y también ya que estás coge un par de gorros para protegerles del sol.

-¿No crees que la crema solar será suficiente? -se paró a preguntarme.

-Tienen el mismo color de piel que yo y he llegado a ponerme litros de crema hasta el punto de llegar a parecer un leucocito caminando por la playa -bromeé- Me echaba tanta crema que parecía que era yeso.

-Si nos cruzamos con un tío que tenga un lanzallamas nos puedes hacer de escudo entonces -bromeó Dean conmigo mientras ambos nos reíamos.

En ese momento, justo cuando íbamos a entrar en la habitación de los pequeños para cogerles en brazos, a nuestras espaldas escuchamos un ruido extraño. Nos giramos y después de que se abriese una luz en mitad de mi salón, apareció un hombre relativamente joven en traje.

-Tú debes ser John Winchester -murmuró ansioso mientras miraba a Dean, pero nosotros no dijimos nada, ya que estábamos en shock- Por favor, tenemos muy poco tiempo.

-No soy John Winchester -negó Dean.

-Eso es imposible.. -frunció el ceño- ¿Qué he hecho mal?

-¿Quién es usted, señor? -le pregunté, pero como el hombre no respondía, Dean lo cogió de la chaqueta y lo empujó contra la pared- Cuando uno de nosotros aparezca en su salón, usted hará las preguntas. Ahora, responda a las nuestras.

-Sí, por supuesto -respondió él de forma cortés- Señor y señora, dado que carezco de cualquier explicación me temo que ha sido un trágico y magnífico malentendido.

El hombre empezó a andar hasta la salida, pero Dean y yo conseguimos pararlo.

-No te vas a ningún sitio, 007, hasta que nos des respuestas -Dean le dijo mientras le colocaba las esposas, pero el hombre hizo un gesto rápido y consiguió encadenarnos el uno al otro y el librarse.

Conseguimos deshacernos de las esposas y cuando salimos a la calle, le vimos dentro del Impala de Dean. Había roto el cristal de la ventana del conductor, pero llegamos a tiempo antes de que lo robara. Dean le apuntó con la pistola y yo me preparé con mis manos.