Heart of the Darkness [Dean Winchester]

Capítulo 58. "Jenny Of Oldstones"

"Jenny would dance with her ghosts. The ones she had lost and the ones she had found and the ones who had loved her the most. The ones who'd been gone for so very long, she couldn't remember their names. And she never wanted to leave"

Dean y yo estábamos durmiendo cuando su teléfono sonó, automáticamente él lo cogió, ya que siempre había tenido ese tipo de reacción rápida debido a su trabajo. Yo no me había acostumbrado todavía. Rápidamente se levantó de la cama y empezó a vestirse. Cuando colgó el teléfono, yo ya estaba despierta.

-¿Qué ha pasado?

-Duerme -me ordenó.

-No quiero -me negué- Dime, qué ha pasado.

-Sam ha tenido un accidente con el coche -soltó a regañadientes- Tiene un par de costillas rotas y algunas magulladuras, pero lo mejor es que lo han metido en la planta psiquiátrica; dicen que está teniendo una crisis psicótica.

-Lucifer -murmuré mientras me levantaba de la cama.

-¿A dónde crees que vas? -Dean me detuvo.

-Contigo.

-No, no -rió- Tú te vas a quedar aquí durmiendo, no es bueno trasnochar para los bebés. Necesitas descansar y a partir de ahora hasta el parto, es lo que vas a hacer.

Entendía su punto de vista a pesar de que quería ir con él, pero decidí que era mejor no discutir, sobre todo cuando hablaba en ese tono serio. Me quedé callada y me acosté de nuevo en la cama. Cuando desperté el sol ya había salido y eran las 10 de la mañana. Me levanté y bajé las escaleras para encontrar a Dean llamando por teléfono, en la mesa varios libros abiertos y demasiados cafés vacíos.

-¿Qué ha pasado? -pregunté preocupada mientras me sentaba a su lado en el sofá.

-Sam no quiere ayuda -Dean respondió cabreado- Me da igual lo que diga, voy a buscar la manera de ayudarle porque no puedo.. no puedo perderlo otra vez. Ha perdido control sobre su cabeza y eso va a matarle.

-¿Qué puedo hacer?

-A no ser que puedas arreglarlo es mejor que no hagas nada.

Me levanté como pude del sofá y me quedé mirándolo, totalmente sorprendida a la par que ofendida por su respuesta. Había visto esa desesperación muchas veces en todo el tiempo que había estado con él, pero hablarme así no se lo iba a tolerar. Dean miró a otro lado y dio un trago a el último café que se había hecho. Abrí la boca para hablar, pero escuché el ruido de una agenda caerse. Era una agenda de contactos de Bobby que estaba sobre la mesa, pero se había caído mostrando una tarjeta.

No entendimos cómo había podido caerse, ya que no había corrientes de viento y nadie la había tocado, pero Dean llamó al número de ese cazador y resultó ser el premio que estaba buscando. Había un curador llamado Emanuel al que él había ido a ver ya que se estaba quedando ciego y lo curó. Nos recomendó encontrarlo buscando a la mujer del curador, llamada Daphne.