Capítulo 43. "Acid Rain"

431 43 19
                                    

"Our day has come, it's drawn in the sky, so don't shed a tear now be thankful for the time. Life wouldn't be so precious dear if there never was an end. We stand on the edge now, we've come so far and through all the dust it becomes clear, you will always be my heart. There's no death, no end of time when I'm facing it with you"

A pesar de que estábamos un paso más cerca de la victoria, el peso que caía sobre nuestras espaldas no nos ayudaba a tener una actitud ganadora. Sabíamos lo que estábamos apostando y lo que habíamos prometido. No podíamos echarnos atrás. Sam estaba tranquilo, había tomado una decisión y era nuestro caballo ganador. Dean, todo lo contrario, estaba más preocupado por su hermano que él mismo. Ni tan siquiera me había dejado acercarme a él en ese par de días que había pasado desde que conseguimos el último anillo y le di una nueva oportunidad. De nuevo estaba sintiendo ese vacío por dentro. No podía culparle, el plan de Sam iba en contra de todo lo que quería Dean, pero había aprendido a aceptarlo. Era comprensible, cuidar a su hermano pequeño siempre había sido su trabajo, pero más que eso, era quién él era. Sin embargo, Sam ya no era un niño y no podía seguir tratándolo como a uno.

Después de matar a un par de demonios para recoger su sangre y almacenarla en varios bidones, los cargamos en el Impala. El objetivo de la sangre, a pesar de que no nos hacía gracia, era para que Sam la bebiese y prepararse para la posesión de Lucifer. Bobby se había encargado de buscar malos presagios, pero a estas alturas no estábamos seguros. El mundo estaba llegando a su fin y el caos, a pesar de ser sútil para los demás ojos, no lo era para nosotros. Al parecer, Dean estaba seguro de dónde estaba Lucifer y eligió un sitio de todos los que nombró Bobby.

-¿No es un angelito? -bromeó Dean cuando vio a Castiel roncar en el asiento trasero del Impala, justo sentado a mi lado.

-Los ángeles no duermen -recordé.

-Sam, tengo un mal presentimiento.. -murmuró tras unos segundos reflexionando sobre la observación que había hecho.

-Estarías loco si tuvieras uno bueno.

-Sabes a qué me refiero, Detroit -marcó la palabra con fuerza- Lucifer dijo que le darías el Sí en Detroit y aquí estamos. Quizá él sabe algo que nosotros no.

-Dean, estoy seguro que sabe mucho que nosotros no sabemos -Sam respondió con una pequeña risa, ya que era algo evidente- Pero hay que esperar a que no sepa sobre los anillos.

Todos nos quedamos callados unos segundos.

-Oye, hay algo que debo comentarte.. bueno, de hecho a ambos ya que estáis aquí. Si esto sale como queremos y consigo hacer la maniobra de meterme en la caja, sabéis que no volveré.

-Sí, lo sé -Dean respondió sin mirar a su hermano. Sam giró la cabeza hacia mí e intercambiamos una mirada. Yo ya sabía por dónde iba.

-Dean, tienes que prometerme algo -su hermano mayor le miró de reojo- Tienes que prometerme que no intentarás hacerme volver.

-¿Qué? -frunció el ceño- No, no me he comprometido a hacer eso. Tu infierno hará que mi gira parezca Graceland, ¿quieres que me cruce de brazos?

-Cuando la jaula está cerrada, no puedes abrirla. Es arriesgado, no tienes alternativa.

-No me puedes pedir eso.

-Lo siento, Dean -Sam insistió- Tienes que hacerlo y tú Laura, tienes que pararlo si lo intenta. Esa es tu promesa.

-¿Entonces qué debo hacer? -Dean preguntó ofendido.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Heart of the Darkness [Dean Winchester]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora