Capítulo 40. "Half Hearted"

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"I haven't said a word, but you know what I'm thinking like I know what you're thinking. The fighting is done and nobody's won so now we're just laying here with steaming empty guns and half of my heart, has always been yours so now I'm just laying here in pieces on the floor"

Había pasado casi un mes desde nuestra visita al Cielo y no habíamos conseguido avanzar en nada. Seguíamos sin tener noticias de Dios, de Lucifer o del Apocalipsis. Estuvimos trabajando juntos en un par de casos rápidos y fáciles en los que salvar nuestra vida, había sido complicado. Se suponía que lo teníamos todo controlado y que hacíamos un buen equipo, resultó que eso solo funcionaba cuando nos llevábamos bien. Nos habíamos distanciado entre nosotros, Dean el que más. De hecho, Sam y yo tuvimos que salvarnos la vida mutuamente, porque Dean no era consciente de lo que hacía a esas alturas.

Desde la decepción que todos nos llevamos al saber que estábamos solos en esto, todo había cambiado con él. Aún seguíamos durmiendo juntos, pero no pasaba de ahí. Ni siquiera se molestaba en abrazarme o dejar que yo lo hiciera. Cuando me despertaba, su lado de la cama ya estaba frío, indicando que había salido hacía horas. ¿A dónde? No se sabía, pero no me molestaba en preguntarle, ya que el silencio iba a ser su respuesta. Sam seguía con lo suyo, investigando y saliendo a correr todas las mañanas. Yo, en ocasiones cuando notaba el ambiente cargado, desaparecía con un libro un par de horas y después volvía como si nada.

Mil pensamientos corrían por nuestra cabeza, pero no compartíamos ninguno de ellos. Las únicas palabras que intercambiamos era para hablar sobre el caso que estábamos tratando, nada más. Una de esas mañanas en la que despertaba sola, me encontré una sorpresa. La chaqueta de cuero de Dean, bien colocada sobre la cama. Para empezar, él nunca salía sin la chaqueta y después, estaba colgada en el perchero así que no se la dejó, la colocó él expresamente en la cama. Me quedé desconcertada por un momento, pero entonces vi que también había dejado su móvil. Rápidamente, me levanté de la cama y fui a buscar a Sam. Teníamos que encontrarle, ya que no sabíamos que era capaz de hacer.

***

-¿Envías un regalo a alguien? -Sam preguntó cuando entramos en la habitación del motel y vimos a Dean empaquetando cosas en una caja.

-¿Cómo me habéis encontrado? -preguntó sorprendido mientras alargaba la mano para coger un vaso de whiskey.

-Bueno, vas a suicidarte, ¿no? No era difícil adivinar las paradas de tu gira de despedida -le reproché cabreada mientras apretaba el puño intentando contener la rabia que llevaba dentro- ¿Cómo está Lisa, por cierto?

-No pienso sucidiarme -me negó, después de observar un par de veces la presión en mi mano de tanto apretar el puño.

-¿En qué coño estás pensando, tío? ¿Así va a acabar esto? ¿Sólo largándote? -Sam le preguntó tranquilo, intentando acercar posturas- ¿Cómo puedes hacer esto?

-¿Qué cómo puedo? Tú te has pasado la vida huyendo.

-Y me he equivocado cada vez que lo he hecho -Sam sacó las manos de los bolsillos del pantalón e hizo un gesto de paz- Oye, por favor, Bobby está buscando algo.

-¿De verdad? -pestañeó y acercó el oído- ¿El qué? No tienes nada y lo sabes.

-Sabes que tenemos que pararte.

-Puedes intentarlo, pero ahora no estás colocado con sangre de demonio y la pequeña Sabrina no tiene sus poderes -dijo dejando el vaso de whiskey en la mesa.

-Lo sabemos -asentí- Por eso hemos traído ayuda.

Dean se giró y se encontró a Castiel detrás de él. Antes de que pudiese hacer nada, Castiel colocó dos dedos sobre su frente y Dean se quedó inconsciente.

Heart of the Darkness [Dean Winchester]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon