Capítulo 22. "Way Down We Go"

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"Time has come as we all go down, but for the fall, do you dare to look him right in the eyes? They will run you down so you can't crawl no more. Oh Father tell me, do we get what we deserve? And way down we go"

Estábamos jodidos. Ese fue el primer y único pensamiento en mi cabeza durante todo el trayecto en el coche policial. ¿Cómo habíamos acabado allí? Fácil. Unos días después de nuestro caso del aquelarre y de enterarme que era bruja, secreto que seguía manteniendo, nos encontramos con Bela en otro caso. Evidentemente, lo solucionamos, pero cómo era de esperar, no podíamos confiar en ella. Bela nos robó el Colt. El arma que tanto necesitábamos, no sólo para hacer frente a lo que venía, si no para salvar vidas.

Bobby nos ayudó a descubrir dónde se alojaba temporalmente, así que le seguimos la pista y dimos con su habitación vacía. Mientras estábamos resbucando como unos locos, recibimos una llamada al teléfono de la habitación. Bela no era estúpida y hacía horas que se había largado, pero se había encargado de mantenernos ocupados. Llamó a la policía y nos tendió una trampa. Dean, era el más buscado de los hermanos, y todo empezó con el segundo caso que trabajamos juntos; el metamorfo que utilizó su cara. Cómo era evidente, le habían estado siguiendo la pista, pero nosotros éramos más inteligentes y hasta ahora, habíamos conseguido escaparnos de la policía. Hasta ahora.

Con las manos esposadas, los agentes del FBI nos guiaron hasta la entrada de la comisaría del pueblo. El que parecía liderar a los agentes, era un hombre algo más mayor que nosotros, afroamericano y con una pinta de ser duro en su trabajo. Uno de los oficiales de la comisaría local, le llamó Agente Henriksen, así que agradecí saber el nombre de la persona que me iba a meter en la cárcel. Sin decir ni una palabra y siguiendo la fila, nos dirigimos hacia los calabozos, que por casualidad sólo había 2, pero uno de ellos estaba ocupado.

-¿Por qué está aquí? -preguntó el agente Henriksen al Sheriff.

-Escándalo público.

-Las llaves -ordenó- Ahora.

El Sheriff le dio las llaves y el agente del FBI abrió la puerta de la celda y sacó al hombre, a pesar de la continua queja de los policías. Evidentemente, el FBI tenía mayor jurisdicción, así que estaba haciendo oídos sordos.

-Agente Henriksen, no puede soltar a mis presos -se quejó de nuevo.

-Lo entiendo, no es así como lo haría si de mí dependiera pero las cosas son así y debemos actuar rápido -informó.

-Mire Agente, este no es mi primer rodeo -intentó explicarse.

-Nunca ha lidiado con algo semejante -le cortó el Agente Henriksen- ¿Tiene idea de quiénes son? Los criminales más peligrosos que ha visto jamás. ¿Sabe qué hacen? Cavan tumbas y mutilan cuerpos. No son solo asesinos, son adoradores de Satán. Así que, coopere conmigo, me los llevaré a una cárcel de máxima seguridad y usted estará en casa a tiempo para ver las noticias.

Nosotros intercambiamos una mirada de desconcierto, mientras que todos los demás nos estaban mirando con terror, sobretodo una chica joven que se había agarrado a su rosario para sentirse protegida por Dios. Dean no estaba tan preocupado o sabía ocultarlo muy bien. Sam y yo, éramos más realistas.

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Heart of the Darkness [Dean Winchester]Where stories live. Discover now