Capítulo 74. "Atlantis"

205 25 38
                                    

"In my heart and in my head, tell me why this has to end. I can't save us. The hurt just leaves me scared, losing everything I've ever known. It's all become too much, maybe I'm not built for love"

Ya era de noche cuando habíamos salido del cine y a pesar de que habían diferentes películas que quería ver en la cartelera, finalmente habíamos visto una infantil por los pequeños. Si ellos eran felices, yo también lo era. Al fin y al cabo, eso era todo lo que importaba. Sin preocuparnos por el dinero, también cenamos fuera en una cadena de hamburguesas, más que nada para que ellos jugaran en el parque infantil.

Verlos saltar, reír, comer y disfrutar era de las pocas cosas que me daba placer. Saber qué nada malo les podía tocar y que mantenían su inocencia a pesar de todas las adversidades que había en su vida. Cuando me embarqué en este viaje, nunca imaginé que podía llegar a tenerles y por suerte, me atreví a ser madre, ya que no sabía cuánta suerte tenía al contar con su amor. Era el sentimiento más gratificante.

Después de la cena, decidimos que era hora de volver a casa. Jackson me ayudó a ponerlos en la sillita en el coche y una vez hecho, él se sentó como conductor y yo a su lado. Encendió el coche y puso la radio con un volumen bajo por si daba la casualidad de que se durmieran en el trayecto.

-Mamá -escuché la voz de Alec- ¿Crees que el Ratoncito Pérez vendrá a vernos?

Jackson y yo nos miramos con una sonrisa, ya que habían descubierto quién era y qué hacía por la película que habíamos visto.

-Aún no cariño, sois muy pequeños todavía, pero seguro que vendrá en un tiempo.

Freya se había quedado dormida, pero Alec no.

-Mamá.

-Dime peque.

-Creo que a papá le hubiera gustado la película.

Me quedé callada, con la boca abierta y la mirada perdida. Habíamos pasado un gran día todos juntos, pero la noche estaba llena de melancolía y al parecer, Alec me lo había recordado. Cuando llegamos a casa de Jackson, los gemelos ya se habían dormido, así que cada uno cogió a uno en brazos y entramos en la casa con cuidado. Los acosté en la habitación que Jackson había preparado para ellos, los tapé y volví al salón, dónde mi compañero estaba preparando dos copas de vino. Me senté en el sofá y me llevé la mano a la cabeza.

12 DÍAS ANTES

-¡No puedes irte!

-Voy a hacerlo y me voy a llevar a mis hijos conmigo -le respondí cabreada mientras hacía la maleta.

-Nuestros hijos -me corrigió- Soy su padre.

-Ahora mismo no lo eres -me paré en seco- No sé en quién te estás convirtiendo, pero no eres la persona con la que quiero que crezcan mis hijos.

-¿Crees que vas a estar más segura ahí fuera? -me recriminó- El Búnker es el único sitio que les puede proteger.

-No contigo aquí -le solté- ¿Cómo se supone que debo quedarme sabiendo lo que acabas de hacer? Tú mismo dijiste que tenías miedo de hacernos algo. Pues aquí estoy yo evitando que eso pase.

-¿Quieres que admita que me he equivocado? ¿Que me he pasado de la línea? -se abrió de brazos sorprendido- Está bien, he cometido un error.

-¿Un error? -me quedé con la boca abierta- Esto no es un error y no es que te hayas pasado de la línea, es que ni tan siquiera puedes verla ya.

Ambos nos quedamos callados. Evidentemente, Dean sabía que yo tenía la razón y que lo que había hecho era imperdonable.

-Te avisé hace tiempo Dean -murmuré de forma calmada- Te dije que si le hacías daño a Jackson, esto se acabaría.

Heart of the Darkness [Dean Winchester]Where stories live. Discover now