Capítulo 6. "Life Is A Highway"

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Life's like a road that you travel on when there's one day here and the next day gone, sometimes you bend and sometimes you stand. Through all these cities and all these towns it's in my blood, and it's all around. Life is a highway, I wanna ride it all night long. If you're going my way, I wanna drive it all night long.

Poco a poco, a medida que íbamos dejando la ciudad atrás, fui recuperando la consciencia. No sabía cuánto tiempo había pasado ni cuantos kilómetros habíamos recorrido, pero la lluvia había empezado a golpear las ventanas del coche. Conseguí sentarme derecha y observar a los hermanos. Sam, estaba mirando a través de la ventana de forma introspectiva, mientras que Dean estaba concentrado en sacarnos lo más rápido posible de allí que ni tan siquiera había puesto música.

Pocos minutos después, recuerdo marearme debido a un giro bastante brusco que dio Dean. Habíamos parado en un motel en mitad de una carretera desierta, sin embargo, era lo suficientemente lejos como para pasar la noche. Los hermanos abrieron la puerta del coche y antes de que yo pudiese abrir la mía, Dean lo hizo por mi. Comprobó que estaba bien y me tendió su mano como ayuda.

-Estoy mejor -murmuré, al ver que se esforzaba en ayudarme- Puedo caminar sola.

-¿Seguro? -asentí con la cabeza, entonces miró a Sam- ¿Puedes ir cogiendo la habitación mientras cojo las mochilas?

Sam asintió y se puso a ello, pero en medio del camino, Dean volvió a llamarle.

-Una habitación con tres camas, ¿de acuerdo? -levantó la voz.

-¿Qué? -pregunté acercándome al maletero del Impala.

-Esta noche duermes con nosotros -explicó sin tan siquiera mirarme, se limitó a cargar él con todas las mochilas- No vas a quedarte sola después de saber que los Daeva siguen detrás de nosotros.

Intenté no demostrar lo que sentía por dentro en esos momentos, pero una sonrisa se me escapó al ver su preocupación por mi. Una chica que apenas conocía, pero con la que había conectado de manera diferente a las demás. Empecé a ilusionarme, ya que estaba en mi naturaleza, aunque la suerte nunca había estado de mi lado. Dean sería otro amor imposible y una amistad más.

-Puedo cargar con mi mochila.. -tendí el brazo izquierdo, que era el que tenía bien- ¡Joder, mi mochila! ¡Mi coche! ¿Como no me he podido acordar antes? Dios, mi coche Dean. Lo he dejado en Chicago. ¡Mierda, ¿ahora qué?!

-Tranquila, iremos a buscarlo -intentó calmarme con un gesto de sus manos y una mirada firme.

-¿Buscar el qué? -preguntó Sam, que ya había vuelto con la llave de la habitación y nos la enseñaba orgulloso.

-El coche de Laura -respondió mientras ponía rumbo a la habitación- Que por cierto, ahora vamos a echar un vistazo a ese hombro.

Por suerte, no tuvimos que desplazarnos mucho, ya que el hotel era básicamente una recepción y a su lado había un seguido de habitaciones. Se me vino la imagen del Bates Motel en la película original de 1960. No pude evitar soltar un comentario para aliviar la tensión que teníamos acumulada.

-Sam, no abras esa puerta -fingí estar preocupada, a lo que ambos se quedaron quietos.

-¿Por qué?

-No me sorprendería encontrarnos a la madre del dueño en una mecedora.

Los chicos no tardaron más de dos segundos en entender la broma y a pesar de que conseguí sacarles una sonrisa, no causó ningún efecto en su estado de humor. Ambos seguían con la misma actitud que en el coche. Sam, abrió la puerta de la habitación y entramos detrás de él. La habitación estaba mejor de lo que yo pensaba, con su mesa, su pequeña cocina y las tres camas individuales. Automáticamente, Dean dejó su mochila en la cama del medio y Sam se quedó en la primera, así que supuse que me tocaba la del fondo. En cuanto dejaron sus cosas y se quitaron las chaquetas, lo primero que hicieron fue buscar el botiquín que había en el baño. Cuando entré en el baño detrás de ellos, Sam se estaba quitando la camiseta y dejaba mostrar una serie de arañazos en el estómago. Mucho más profundos que los que tenía yo en el hombro. Solté un soplido y miré a Dean, que estaba concentrado esterilizando una aguja. No hacía falta que me dijesen que iba a pasar, ya que tenía suficientes pistas como para imaginarlo.

Heart of the Darkness [Dean Winchester]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora