Capítulo 2

8.2K 334 14
                                    


Un simple color puede hacer que tu cabeza delire hasta dar con el recuerdo que buscaba. Los aromas también nos hacen viajar de un lugar a otro sin remedio alguno. Unos somos muchísimo más soñadores que otros, eso es un hecho científicamente comprobado, pero cuando una tonalidad, un color, viene acompañado de una mirada, una que te perfora el alma, una que te atrapa sin siquiera poder escapar, los hechos cambian y te planteas tus motivos.

Eso me sucedió la noche anterior a las pruebas. No las necesitaba en lo absoluto para estar más que convencida a salir de Cordialidad, pero las dudas a dar el gran paso acechaban en mi interior y mi loco subconsciente no me ayudó en nada.

Todo empezó con el lago que frecuentaba cada mañana, su color, verde oscuro, apagado y sombrío me transmitía la paz que nadie conseguía ofrecerme, ni siquiera yo misma al cerrar mis celestes ojos. Me encontraba sentada en la misma roca de siempre observándolo cuando este empezó a tambalearse de un lado a otro inspeccionando sus límites. Al principio me hizo incluso gracia la forma que tuvieron las mismas aguas de balancearse, pero todo cambió en el segundo siguiente.

El miedo me atravesó como llevaba tiempo sin hacerlo. Se instaló en todo mí ser y me anuló por completo. Decenas de preguntas me atravesaban y no sabía siquiera como enfrentarlas. ¿Tan poco corazón tienes que vas a abandonar a tu padre en esta facción? ¿Cómo puedes marcharte así, sin más? ¿Y Sam, sabes de sobras que él se quedará aquí, también lo vas a dejar solo en este lugar? ¿Por qué vas a ser feliz fuera de aquí?

Entonces el color del movido lago se fue difuminando poco a poco en mi cabeza hasta mezclarse con un suave y precioso azul. Este nuevo color creado por mi subconsciente viajó a mí alrededor, ya no me encontraba sentada observando el inexistente lago, en ese momento me dirigía hacia una sala cerrada tapizada con grandes colchonetas negras.

Me encontraba en el suelo de estas, respirando con gran dificultad, mi cuerpo dolía, cada parte de él se sentía destrozado y mi alma ya no sentía miedo, estaba cansada, eso era todo.

De repente el color que extrañamente se había formado antes apareció de nuevo, pero dándole vida a una mirada demasiado intensa y destrozada como para ser real.

-No lo hagas, no serás más feliz aquí.

Esa voz hizo que mi demacrado cuerpo cobrara vida de repente, un escalofrío me recorrió y los miedos volvieron a aparecer.

¿Estoy cometiendo un error? ¿Es Osadía la facción en la que me quiero despertar todos los días de mi vida?

¿Estoy cometiendo un error? ¿Es Osadía la facción en la que me quiero despertar todos los días de mi vida?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


-¿Hoy no vas al lago? - me preguntó mi padre preparándose su taza diaria de café.

-No, no me apetecía, además tengo que prepararme, hoy son las pruebas - comenté dándole la menor importancia.

-Cierto, pero estate tranquila, no es tanto como creéis al principio.

-Lo sé papá, pero... ¿Y si no me sale Cordialidad, qué hago? - pregunté intentando obtener una respuesta que me tranquilizara, el sueño realmente había hecho estragos en mí.

Treat you betterWhere stories live. Discover now