Capítulo 28

2.6K 164 10
                                    

- Cierra los ojos – ordenó de nuevo, pero esta vez algo más frío.

- No creo que sea buena idea, preferiría mantenerlos abiertos – le dije intentando que comprendiera como me sentía – Por favor.

- Está bien, haz lo que quieras – aceptó finalmente contrariándose de nuevo.

Si intentaba utilizar psicología inversa, conmigo no le iba a funcionar.

- No quiero hablar de Sam, ¿lo sabes verdad? – dije de nuevo intentando que se posicionara en mi punto de vista.

- Antes, cuando te he preguntado por tus amigas... Has dicho que cuando tu madre se fue, todo cambió... ¿Quieres hablar de eso?

Un escalofrío me recorrió todo el cuerpo.

- La verdad es que no tengo nada que decir respecto a ese tema.

- ¿Segura? Puedes desahogarte si lo necesitas – su expresión en estos momentos me gustaba, sentía que podía confiarle mi tesoro más preciado que él sabría mantenerlo a salvo y en secreto.

- Sí, estoy segura, no necesito desahogarme tampoco, si quieres hacerlo tú... - pero de nuevo...me cerré.

Y él volvió a su posición de siempre, alguien inquebrantable, al menos eso creía.

- ¿Cuándo vendrá Cuatro? – pregunté intentado variar la tensión entre nosotros.

- Quizá tú te vayas antes de que él vuelva. Siempre que lo llaman se tira bastante rato fuera, así que no habrá más remedio que terminar con la prueba.

- ¿Por qué hacéis también un seguimiento psicológico, de qué os sirve?

- La verdad es que hacemos lo que nos mandan, si es lo que quieren y precisan, se hace, sin preguntas.

Asentí.

- ¿Y puedo saber el motivo de tus preguntas?

- ¿Perdona? – preguntó algo irónico.

- Bueno...Cuatro me ha preguntado lo que debía, supongo, pues es quien se ha encargado de escribir, pero tú... ¿Tus preguntas de qué sirven?

- Siempre las suelo hacer, quizá para que olvidéis un poco donde estamos y recordéis quienes sois.

- Ah – yo que pensé que era especial, ¡toma sentimiento!

- ¿Qué habías pensado? – preguntó con cierto reproche.

- Yo solo... No lo sé – agaché la cabeza.

- Quiero saberlo – exigió.

Mi mirada seguía clavada en el suelo, pero esta desapareció de ahí cuando sentí su mano en mi barbilla.

Conectamos, de una forma exigente, pero lo hicimos y podía sentirme protegida, aunque en realidad fuera la persona que más me había lesionado en esa facción des del primer día.

Algo en él se abrió y mi corazón se encogió, despacio, pero lo hizo. Quizá eran alucinaciones mías causadas por su cercanía, pero a mi parecer estaba dejando que viera una parte de él que no solía mostrar a nadie.

Un suspiro salió sin querer de mí y mi boca se preparó para preguntar algo que ni siquiera había sido filtrado por mi cabeza.

- E...

Y sí, Cuatro, como siempre interrumpió en el mejor momento. ¿A caso tenía alguna alarma en su cuerpo?

- Bien, ya hemos terminado, puedes marcharte – dijo frío el mismo Eric de siempre, había vuelto de nuevo.

Cada día que pasa en esta facción me siento más perdida en mí de lo que nunca he estado. Un sentimiento me recorrió, pero lo evité, no quise pensarlo, porque si lo hacía probablemente...terminaría más lastimada por él de lo que ya me encontraba y esta vez, no físicamente.

Salí de la sala dando largas zancadas. Cuando quise darme cuenta ya me encontraba en uno de los tantos pasillos que formaban Osadía.

Ni siquiera sabía a donde me dirigía, pero necesitaba perderme, algo más de lo que ya me encontraba.

Quizá la decisión de cambiarme a esta facción, no había sido la acertada en el campo sentimental.

- ¡Altaira!

No quise escucharlo, tal y como mi cuerpo no quería pensarlo, no debía.

- ¡Altaira! Para, quiero decirte algo sobre la prueba.

Paré, ¿en qué sueño estaba yo metida?

- ¿Qué pasa? – le pregunté dándome media vuelta.

- Quiero que sepas algo.

- Pues di.

- Si algún día necesitas ayuda, cuenta conmigo.

Y quizá no eran las palabras que necesitaba escuchar, pero para mí fueron suficientes. Él no era la persona más comunicativa y abierta del mundo, pero a mí me servía. Aunque por supuesto...probablemente las diría como instructor.

JenGVargas

Una gran persona y amigo me dijo ayer: "Solo no se puede cumplir, lo que no se puede soñar" Así que chicas y chicos, si lo soñáis se puede cumplir. 

Esta también sería una frase que le diría  a Altaira, desde luego que lo haría. Quizá así, las palabras de Eric no serían en vano.

Gracias por leer, realmente estoy muy agradecida! GRACIAS!!!!

CAPÍTULO EDITADO

Treat you betterWhere stories live. Discover now