Capítulo 26

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NARRA ERIC

Hay momentos en los que debes tomar decisiones. No tienes más remedio, todo en tu vida te lo exige, pero si además le añades el hecho de que otras vidas dependen de ti, no lo dudas, las tomas.

Todo hubiera sido más sencillo si ella no se hubiera puesto enferma y él no la hubiera abandonado...pero no se puede estar viviendo todo el tiempo en el pasado.

- ¿Qué te pasa, pequeña? ¿Estás bien?

- ¡Eric!

Lo mínimo que pude hacer fue sonreír, ella tan pequeña y preciosa como siempre, era mi mayor debilidad, una a la que jamás me podré negar.

- Solo quería verte, no me gusta estar aquí – su voz hacía que cada nervio de mi cuerpo se posicionara alarmado.

- Lo sé pequeña, pero no puede ser de otra manera, ya hemos hablado de esto.

- Ella es mala conmigo – gritó señalando a Alice.

Me di la vuelta y concentré mi mirada más intimidante en su cara, le había dejado demasiado claro lo que le sucedería si Grace sufría en lo más mínimo y al parecer no me había entendido.

Como si de una transformación se tratara, mi cuerpo convulsionó por unos instantes a causa de la rabia que sentía.

- ¡Te lo he dicho mil veces! – le grité con todo mi odio.

- Lo siento, ¿vale? En algunos momentos es demasiado pesada, tú no lo ves porque no estás con ella todo el tiempo.

Mi mandíbula sonó por un momento, al cerrarse, tras escuchar esas palabras.

- ¡Eric, Eric!

Todo en mí desapareció al escucharla, era la única persona en este extraño y destrozado mundo que me hacía detenerme sin importar como estuviera en ese momento.

- ¿Sí, Grace? – le pregunté volviendo mi ahora relajada mirada hacia ella.

- ¿Y mamá, cuando va a volver de ese viaje? La echo mucho de menos – sus ojos se inundaron de agua y eso me hizo recordar el motivo de mi insensibilidad con los demás.

- Grace, por favor...Yo también la extraño, pero como ya te dije ayer han viajado muy muy muy lejos, prácticamente a otro planeta y  la vuelta desde allí es...

- ¿Muy muy muy larga?

De nuevo, esa sonrisa se instaló en mis labios, como también en mis ojos. Sonreírle era el mayor placer que podía sentir.

- Eso es pequeña, muy muy muy larga.

- De acuerdo, pero... ¿Me prometes que vendrás a verme todos los días?

- No sé... ¿Me prometes tú portarte bien todos los días?

- ¡Sí! Lo prometo.

- ¿Pero me lo juras de verdad? – le pregunté mirándola de forma acusadora.

Su dedo meñique de la mano derecha apareció frente a mí, por lo que enseguida miré a Alice con los ojos en blanco.

- A mí no me mires, ¡algo tendremos que hacer mientras tú no estás!

Cogí su pequeño dedo y lo besé.

- ¡Pero no se hace así!

- ¿Qué te parece si nuestras promesas son así?

- Vale, te lo juro – y un beso en mi dedo meñique acompañó a sus palabras.

Por momentos así todo valía la pena.

JenGVargas

Mañana para mí, como para muchos, comienza una etapa que sé que va a ser dura, muuuuy dura, pero estoy convencida que con cada pedacito de los momentos que he vivido este verano seré capaz de enfrentarlo.

Dije hace ya algunos capítulos que uno de ellos sería narrado por Eric y he creído que este era el mejor momento para que sucediera. Está claro desde siempre que Eric no es así porque sí, hay algo detrás y aquí habéis podido ver un parte bastante grande de sus motivos. ¿Qué os imagináis respecto a su historia?

CAPÍTULO EDITADO

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