Capítulo 56

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- Aquí tienes tu comida, Altaira, no olvides comértelo todo, debes recuperar fuerzas – me dijo la voz de Sam sumida entre toda esa oscuridad que me rodeaba.

Era cierto, estaba más débil que nunca. Las pocas fuerzas que me quedaban se habían consumido del todo en el viaje que habíamos emprendido ambos, en contra de mi voluntad, claro está.

Habían pasado, probablemente algunos días ya, días que se habían hecho interminables para mi cuerpo y alma. No podía creerme que esto hubiera sucedido.

De nuevo, se marchó, dejando a mis pies la comida que según él debía ingerir. Sabía perfectamente que me tenía más que drogada, pero prefería estarlo a morir de hambre, no me quedaba de otra, eso lo comprendí en la habitación del apartamento de Eric, entendí lo que estaba por pasar.

Eric.

Enseguida una sonrisa se extendió en mi seguramente demacrada cara. Extrañaba su seriedad y frialdad, extrañaba su voz, Dios, su voz, tan imponente y disuasoria, era una de las cosas que más me gustaban de él. Sus ojos, tan perfectos y con tanto fondo. Extrañaba su ansia de encontrarme entre todos los iniciados, que siempre, no muy lejos de todo esto, había mostrado. Al principio creí que estaba en mi contra, por supuesto que lo creí, me hacía daño, física y emocionalmente. Era tan duro...Pero a la vez tan...él.

Dolía, dolía saber que verlo de nuevo no iba a ser tan sencillo como podía imaginar cerrando mis ojos. Si Sam seguía drogándome en cada comida, jamás podría mantenerme en el vigor que necesitaba para salir de aquí, eso era un hecho indiscutible.

NARRA CUATRO

Una semana había pasado ya desde que Eric vino a buscarme para preguntarme por Altaira. Una semana en la que nunca pensé que nos perderíamos tanto.

Eric había cambiado tantísimo...Ya no era ese chico asustado en busca de esa chica desaparecida. Se había olvidado de ella por completo o quizá era su desaparición la causante de todo lo que estaba haciendo en nuestra contra.

Nunca nos habíamos llevado bien, el motivo siempre quedó entre él y yo, pero esto que estaba haciendo...no lo podía creer ni yo mismo. Lo había detestado tantísimo en algunos momentos...

Sabía perfectamente que en cuanto él quisiera programarme lo haría, sin importar nada más, pero antes, como siempre había hecho, debía disfrutar de todo el proceso.

- Bueno, ha llegado el momento supongo – escupió como si nada.

- Eric, escúchame, podemos encontrar a Altaira. No todo ha terminado, lo haremos juntos – le dije intentando de nuevo convencerlo de que esto no era lo correcto, no para él, pues sabía perfectamente que no era un asesino, aunque fuera lo que quisiera exponer a los demás.

- Cállate – ordenó tras pegarme un puñetazo en la boca – Ni se te ocurra decir ese nombre de nuevo, esa chica está muerta para mí, ¿entiendes? Ahora solo me importa terminar con mi plan inicial. Nada de esto se hubiera alargado tanto si no fuera por ella. Así que ha llegado la hora de que todo termine de una vez.

Y entonces se concentró en programar el ordenador encargado de hacer de mí, un pequeño robot. No pude hacer nada más que disculparme con Altaira, y sobretodo con Tris, les había fallado a ambas.

JenGVargas

Ui,ui,ui,ui,ui,ui!

*Volviéndome loca en segundos*

Cuatro, Cuatro, Cuatro!!!! ¿Qué ha pasado aquí? Una semana ya en la que Altaira no está, parece ser que no lleva muy bien la cuenta de los días de su desaparición, ¿no?

Eric, ¿qué narices le ha sucedido a Eric?

Os mando un saludo muy muy fuerte!

CAPÍTULO EDITADO



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